Los besos y las caricias entre Estarossa y Eirian solo iban en aumento, el chico podía sentir las fuertes del demonio peliplata acariciando su cuerpo y cómo estás irrumpía bajo su ropa, por su parte el contrario estaba ansioso por avanzar aún más con el azabache y llegar al siguiente nivel.
Ambos se trasladaron a la habitación del peliplata por petición del más joven (porque de haber sido por Estarossa lo habrían hecho en mitad del pasillo), al apenas entrar el de mayor altura empezó a acariciar el abdomen del azabache subiendo ocasionalmente a los pezones de este, apretandolos y jugando con ellos.
Los gemidos que el menor soltaba ante el tacto de las manos de Estarossa no hacían más que excitarlo, el príncipe estaba ansioso, el cuerpo de Eirian era perfecto abre sus ojos, su pequeña cintura, su lindo trasero no tan grande pero tampoco era pequeño, sus delicada figura y sus finos rasgos, todo eso tenía fascinado al peliplata.
Las fuertes manos de Estarossa despojaron al más pálido de sus ropas con rapidez, Eirian apenas pudo reaccionar cuando el contrario lo puso boca abajo en la cama de forma ruda... Era tan brusco... Tan diferente de su primera vez... Tan distinto a él.
« Mael... Estarossa... » la mente del pelinegro estaba llena de dudas, pero las caricias que el más alto le proporcionaba lo distraían « ¿Por qué...? Mi mente no deja de recordar la noche que pase con Mael... Las manos de Estarossa se sienten muy familiares, como si me hubieran tocado antes... » los pensamientos que nublaban la mente del pequeño lo confundían cada vez más, su cuerpo que reaccionaba a las caricias lo traicionaba y su corazón aún dolido discernia de la situación.
El príncipe por su parte estaba distraído acariciando al más bajo, su mano viajo a la entrada del azabache, acariciándola con suavidad para prepararlo, pero entonces sucedió algo que él no esperaba.
- Ngh~ ah~ -gemidos salían de la boca del ojinegro- ah~ Mael... -
El corazón de Eirian fue más fuerte, por un momento olvidó que estaba con Estarossa... Cuando lo noto, miró al de cabellos platinados quién lo miraba con furia, ¿cómo se había atrevido a decir el nombre de otro?
- Es-Estarossa.... Y-yo...perdón -
- Cierra esa boquita Eirian -dijo con tono serio, lo cual hizo estremecer al menor- eres un niño muy sucio, ¿por qué carajo dices el nombre de ese sucio arcángel cuando estás en la cama conmigo? Mereces que te castiguen -fue lo que dijo el mayor mientras que se quitaba su gabardina, dejando su virilidad erecta al descubierto-
El azabache estuvo a punto de decir algo, cuando un dolor punzante en su entrada le hizo soltar unas lágrimas y un gritó por el dolor, Estarossa había entrado en él sin prepararlo... Le dolía, lo lastimaba y él no se detenía, la caderas del más alto se movían con brusquedad, tomando sus caderas con sus fuertes manos dejando las mismas marcadas.
El platinado estaba enojado por la mención de aquel arcángel al que él había matado, pero complacido puesto el interior de Eirian lo apretaba deliciosamente, podía sentir como su miembro estaba siendo succionado por la cavidad del más bajo.
Los movimientos bruscos del peliplata lastimaba al menor, haciendole soltar algunas lágrimas por el dolor... El nombre del arcángel había salido de manera automática de los labios de Eirian, no pudo evitarlo...
- ¡Ngh~! ¡Pe-perdón! -Se disculpó entre lágrimas y quejidos el azabache, pero aquellas palabras parecían no llegar al más alto, quién se limitó darle una fuerte nalgada- ¡Duele! ¡Para por favor Estarossa...! -Dijo con tono suplicante al sentir el golpe, pero fue nuevamente en vano-
A los minutos de aquel brusco jaleo, el cuerpo de Eirian lo traicionó y este dejo salir su semen sobre la cama de Estarossa, quién posteriormente a pocos minutos también se corrió, llenando el interior del pelinegro.
Las lágrimas no paraban de salir de los orbes oscuros del más pálido... Le dolía mucho el cuerpo, en especial su parte trasera, estaba asustado... Pero... Aún así, algo muy en el fondo de él había disfrutado al menos gran parte de aquel encuentro, y eso lo confundía demasiado.
Estarossa por su parte no cabía en su felicidad, había logrado lo que se había propuesto, había tenido a Eirian en sus brazos, lo había poseído y lo había hecho suyo. Si, él había dicho el nombre de otro hombre, pero ¿Qué más da? Después de todo, Mael estaba muerto y él vivo junto a Eirian.
« ¿Y ahora qué haría? ¿Cómo sería su relación a partir de ahora? » fueron los pensamientos que pasaron por la mente del menor, ¿cómo debía actuar ahora frente a Estarossa? ¿Para él había significado algo o solo era un revolcón de una noche? Y lo más importante, ¿qué tan importante era eso para sí mismo? ¿Qué significaba? No lo sabía... No tenía idea de lo que debía hacer ahora, estaba confuso y algo perturbado. Sentía como su corazón se dividía por una parte creía que al dejar que Estarossa lo tocará, al dejar que lo besara y corresponder a sus besos, pensaba que estaba traicionando a Mael; mientras que una parte pequeña de él estaba más preocupada por haber enojado a Estarossa, sin tener un cargo de consciencia por aquel encuentro... Con aquellos confusos pensamientos en mente termino por dormirse.
El príncipe demoníaco al ver eso simplemente se levantó y se vistió, no planeaba sacar a Eirian de la habitación, el niño era demasiado tierno a su opinión y eso sumado a la nostalgia inexplicable que sentía lo veía ablandaba un poco.
El peliplata salió de la habitación, tras aquel encuentro estaba...Feliz, si, era el modo correcto para describirlo.
Sin embargo la aparición de su hermano frente a él, mirándolo con su cara sería habitual y una mirada de desaprobación lo intrigó, ¿Qué quería Zeldris?
No alcanzó a preguntar, pues el menor continuó su camino... Aquello lo había sentido como una advertencia, una que pasaría en vano, pues ya se imaginaba cual era la intención...
Pero Estarossa no planeaba dejaba ir a Eirian... Él ahora era SUYO, de nadie más. Y NADIE, ningún ser vivo d ellas cinco razas lo apartaría de su lado.
ESTÁS LEYENDO
Memories Of Love 《 Estarossa/Mael 》 |Yaoi|
FanfictionToda gran creación siempre pasa por una fase de pruebas, una que puede terminar bien como puede terminar mal... Pero eso no lo detendría. Después de todo hablamos del Mago Gowther... Tras la muerte de su amada Glariza, el demonio busco un modo de cr...