VII

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La discusión entre Ludociel y Mael había terminado y ambos hermanos se habían dicho sus preocupaciones que tenían sobre las últimas semanas. Aunque por otro lado aquel día en que Eirian y Mael se reunieron por última vez, el pelinegro regreso con tristeza q su hogar, cosa que (además de las heridas que llevaba) llamó inmediatamente la atención de quienes lo conocían.

Eirian suspiró justo antes de llegar a donde su padre se encontraba para prepararse para el regañó que este le daría al verlo y para intentar ocultar su tristeza por lo ocurrido más temprano.

– Padre ya volví... -Dijo el pelinegro con algo de nervios acercándose a su padre quien estaba de espaldas a él

– Eirian que bueno que volviste, estaba empezando a preocuparme por... -Empezó, pero se frenó al darse la vuelta y ver parte del cuerpo de su hijo a medio derretir y aún goteando un poco incluso- ¡Eirian! ¡¿Qué carajo te paso?! -Exclamó con preocupación el rubio al verlo- ¿Alguien te hizo algo? Porque si es así lo haré pagar con su vida... -Dijo con tono amenazante y miró al azabache con una mirada suave- ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? –

Eirian negó ante lo que le había dicho su creador y le sonrió con ternura a Gowther, quién no podía evitar derretirse de dulzura al ver la inocente expresión de su pequeño hijo.

– ¡Me siento bien! ¡No me duele nada padre! -Dijo con una sonrisa el pelinegro mientras que veía al rubio-

– ¿Cómo te hiciste esas heridas, Eirian? -Preguntó de nueva cuenta Gowther, sin embargo Eirian no respondió de inmediato- Eirian.. -

– ¡Oh no fue nada! Solo que mi cuerpo se desestabilizó un poco cuando venía y pues también me caí -mintió pues no quería delatar a Mael, mucho menos sabiendo que su padre era capaz de todo si él o el Gowther rosadito (como le decía Eirian a la marioneta de su padre) resultaban lastimados- ¡Pero me siento muy bien! -

Gowther suspiró, tenía el presentimiento que lo que Eirian le decía no era del todo verdad, pero tampoco tenía razones para dudar de su palabra, después de todo, Eirian jamás le había mentido, al menos no que él supiera, pues el menor había ocultado por un tiempo sus encuentros con Mael.

– Ven pequeño, vamos a curarte -empezó el rubio- pero debes tener cuidado, intentaré darte algunas mejoras para que tu cuerpo sea más estable, pero tú tampoco te precipites, ¿entendido Eirian? -Preguntó mirando al pelinegro con seriedad-

– ¡Entendido! -Dijo con entusiasmo el menor y Gowther soltó una risa, él siempre había sido muy alegre desde que lo creo y esperaba que ese entusiasmo infantil y esa inocencia de Eirian jamás se fueran

Gowther reparo a Eirian compensando las partes faltantes de su cuerpo con el mismo fluido del que lo había creado y una vez el pelinegro recupero su forma usual, el mandamiento del desinterés intento mejorar la estabilidad del cuerpo de Eirian, pero se extraño al notar que esas heridas no fueron hechas con un impacto, sino por una fuerte quemadura que evaporó parte de su cuerpo, pero no mencionó nada... Se estaba cuestionando sobre la veracidad de la historia que le dijo Eirian, pero estaba seguro que Eirian no le diría nada pues era una persona muy leal y sea a quien sea que estaba cubriendo no lo delataría, así que solo le dio las respectivas mejoras al menor y lo dejo ir, mientras que por su mente seguía la pregunta, ¿Con quién se estaba reuniendo Eirian?

Gowther sabía que Eirian había hecho amistad con alguien fuera del clan, pues eso le había mencionado anteriormente, le había dicho que se cuidará pues podía llegar a ser peligroso si alguien lo veía y lo reconocía, pero a pesar de eso no le prohibió salir y reunirse con esa persona pues el pelinegro lucía muy alegre, más de lo normal, pero debido a lo ocurrido hoy Gowther se cuestionaba si debía seguirlo o si debía usar su magia para poder averiguar con quién se reunía.

Miró como a la distancia Eirian platicaba con el menor de los príncipes y suspiró, la idea de invadir la privacidad de su pequeño no le agradaba pues precisamente quería evitar eso y por esa razón la relación de ambos siempre había sido muy honesta y basada en la confianza, pues no quería presionar al menor y quería el menor confiará en él, ahora se cuestionaba hasta que punto estuvo bien dejarle tanta libertad a Eirian, pues él iba y venía dentro y fuera del clan regularmente, hablaba con muchas personas; por eso Gowther no sabía que hacía en sus salidas.

Una vez Eirian regreso con Gowther y se dispuso a dormir un poco, el rubio se acercó a él y usando su poder se adentro en los recuerdos del menor.

Pero la sorpresa de Gowther fue extremadamente grande al ver que aquella persona que Eirian había conocido y con la que pasaba tanto tiempo en el mundo de los humanos, no era nada más y nada menos que el Arcángel Mael...

Él mismo que había asesinado a su amada Glariza, él mismo que asesinaba sin piedad muchos demonios apenas los veía en el campo de batalla, él mismo al que Gowther le guardaba tanto rencor.

Incrédulo ante eso, Gowther continuó viendo los recuerdos de su pequeño hijo, en los cuales podía ver al pelinegro con el arcángel, pero el mayor simplemente dejo de ver los recuerdos del menor al ver como éste besaba al arcángel.

Estaba sorprendido y enojado, sobre todo lo último, ¿Acaso no había oído sobre la reputación de Mael en el clan?

Gowther también estaba preocupado, ¿Y si Mael solo estaba esperando el momento para asesinar a Eirian? ¿Él le estaba sacando información al menor aprovechándose de su inocencia? ¿Le había hecho algo o se había propasado con él? No lo sabía y una parte de él no quería saberlo tampoco, pero... Mayormente quería saberlo, quería confirmar que sus miedos eran reales o que no lo eran, sobre todo quería confirmar si su pequeño estaba en peligro para sacarlo de esa situación.

Y con eso en mente, se había decidido a seguir a Eirian para confirmar que era exactamente lo que sucedía entre su hijo y Mael.

Memories Of Love 《 Estarossa/Mael 》 |Yaoi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora