Sus pulmones ya le dolian de lo tanto que aguantaba la respiración, pero es que sus hijos de 6 años ya lo tenian hasta la coronilla de sus travesuras. Y es que Erik le rogaba la universo, porque hoy Charles iria a su casa para terminar de planificar la feria cientifica que tenian dentro de unas semanas en la escuela donde ambos eran maestros, y tal vez esa misma noche decirle a su colega que desde hace 3 tres años que en sus sueños más romanticos –tanto como eroticos– era él, el protagonista.
-¡Pietro y Wanda, bajen ahora!- Erik miro el reloj con angustia, faltaban 5 minutos para que el castaño apareciera por su casa y debia recordales a los mellizos –por milesima vez– lo importante que debia ser su comportamiento el dia de hoy.
Cuando los niños ya estaban abajo, Pietro con su conjunto de camisa y bermuda celeste; Wanda con su vestido favorito de color escarlata. El profesor de física se puso de cuclillas ante la mira espectante de sus hijos.
-Recuerden que hoy vendrá Charles y por nada del mundo quiero tener que regañarlos enfrente de él.- Ambos niños asintieron y como si fuera por obra de la sola mención, el timbre del departamento sonó.
Erik se levanto cual resorte, tragó duro y peinó su cabello hacia atrás. Antes de girar por completo pomulo de la puerta le hizo señas a sus hijos para que lo esperaran en la sala junto al televisor. Ambos infantes entendieronde uno y Erik solto un suspiro antes de abrir la puerta con una gran sonrisa.
-¡Hola, Charles! Bienvenido.- El mencionado con sus caracteristicas mejillas rosadas y sus labios rosados embonzo una ligera sonrisa que a Erik le pareció obra de arte.
-Erik, hola. Disculpa por venir de esta manera tan desarreglada.- Fue cuando el más alto cayo en cuenta de que el maestro de biologia tenia sus cabellos desordenados, sus ropas algo desarregladas y arrugadas, además de tener a un pequeño escondido detrás de sus piernas.
-¿Él es…- La pregunta quedo en el aire cuando Charles hizo un espacio para que Erik pudiera apreciar mejor a su acompañante.
-Ah si, él es David. Gabrielle no podía cudiarlo hoy y salí algo tarde de la junta que tenia con Logan y Raven… David, amor, saluda.- El niño que agarraba fuertemente la pierna de su padre miro al otro hombre que estaba en el umbral de la puerta. Erik pudo ver que era timido hasta en el solo ver, asi que se puso a la altura del mini-Charles y con su mejor sonrisa, –que en muchas oportunidades el castaño mayor le decia que parecia de tiburon– se presentó.
-Hola mini-Charles. Soy Erik Lensherr, soy amigo de tu padre.- Dijo mientras estiraba su mano en forma de saludo. El pequeño entre cerro sus ojos, como si supiera que estaba mintiendole en algo.
“Amigos, claro Erik y tus hijos son unos santos”, le recriminó su conscencia.
Sin embargo el pequeño David se presentó, aun desconfiado. Erik ya no sabia que pensar de se niño que parecía dos años menor que sus hijos.
Aún contra todo pronostico, sus hijos parecieron llevarse de maravilla con David, sobre todo Pietro que siempre le contaba de las carreras que hacia con sus amigos y como el ganaba. El castaño casi no hablaba de él, pero erik podía ver como eso no le molestaba, de hecho, se reía y hacia comentarios de esas historias.
-Parece que nuestros retoños se llevan bien.- Dijo Charles mientras lo miraba desde la barra de la cocina, apoyando sus brazos en esta, mientras sostenia una taza de te humeante, cortesía de Erik.
-Así parece, hasta Wanda se ve feliz y ellas es un poco arisca con los varones.-
-Erik, como parece que ya hemos terminado los detalles finales para la feria y nuestros hijos estan ocuapdos jugando entre sí, quisiera hablar contigo de algo.- Dijo el castaño mientras dejaba la taza en la barra y se ponía al lado del otro profesor, que cortaba algunas verduras para la cena.
Erik tragó duro y corto la zanahoria de manera rápida.
-¿No crees que sea mejor esperar a que terminemos de comer?.- Dejó el cuchillo de lado mientras miraba al castaño que tenia una sonrisa.
Charles negó con la cabeza y posicionó una mano encima de la de Erik que tenía aún el cuchillo con un fuerte agarre. Lensherr suavizo el agarre y dejo que Charles agarrara por completo su mano y acariciara su dorso con su pulgar.
-Debe ser ahora, porque sino… Siento que nunca tendré el valor que tengo ahora para decirlo.-
-Charles, yo…-
-Me gustas, Erik.-
El agua hirviendo, la carne quemandose, todo pasó a segundo plano, con aquella confensión y Erik podría jurar que murió y entró en el Paraíso.
-Tu también me gustas… mucho.- Torpe, salió torpe, y en un murmullo, pero que el castaño logró oír porque le sonrió como nunca antes lo había visto, tan brillante y tan hermoso.
Lo que ocurrió después fue algo que Erik podría decir que fue digno de una mala pelicula romantica o un mal cliché.
La carne se había quemado casi en su totalidad, y aunque pudieron rescatar al menos unos cuantos trozos, prefirieron pedir pizza.
-Papi, ¿ya le dijiste que al señor Lensherr que lo quieres más que un amigo?- Ahí estaba, el motivo del por qué lo miró así en un principio, pensó Erik mientras veia como Charles se atragantaba con su pedazo de pizza y le tuvo que dar palmadas en la espalda para que n se atorada en su garganta.
Sin embargo la cara sonrojada de Charles era más que por un simple pedazo de pizza mal digerido.
-David… eso no se habla en público. Pero sí amor, ya lo hice.- El momento incomodo aumentó cuando los mellizos seguieron el mismo plan.
-¿Y tu papá?- Preguntó Wanda.
-¿Yo qué?, mi princesa.- Dijo incredulo Erik, mientras ladeaba la cabeza.
-Ya le dijiste a Charles que si te gusta, obvio.- Contesto Pietro mientras comía, ese niño nunca tuvo midamiento en los malos modales.
-¿Cómo es que ustedes…-
-Dices su nombre cuando estas dormido, papi.- Dijo Wanda como si supiera lo que iba a preguntar.
-Además de que balbuceas diciendo. “Charles, tu cabello huele tan bien” ó “Charles te ves tan lindos con lentes” ó…-
-Ya, Pietro.- Dijo un sonrojado Erik, al parecer no confesarse por tres años le había sacado la luz su gusto por su colega de manera inconsciente y hasta sus hijos sabían de su enamoramiento.
La risa de Charles lo hizo voltear a verlo. Cuando este se percató de que lo veía Erik, disminuyó su risa y posó su mano encima de la de Erik.
-Parece que hemos sido tan notorio para todos, menos para nosotros mismos.- Dijo con una suavidad que a Erik se le hizo una ligera sonrisa por lo embelsado que estaba de ver al castaño.
-Si ustedes salen… ¿David se puede quedar con nosotros?.- Preguntó Pietro mientras batía sus pestañas y sonreía cual santo, además de que su hermana lo acompañaba en el gesto.
Erik y Charles se miraron, soltando una risita complice, a lo que el castaño miro a los mellizos y asintió eufusivamente. Los tres niños alzaron sus manos en señal de victoria y se fueron de la mesa para seguir jugando. Aunque no se les escapó una advertencia de parte de Erik que debián tener cuidado, pues acababan de comer.
-Esto salió mejor de lo que pudo imaginar.- Dijo Charles mientras aún veía la dirección en la que se fueron los niños.
Erik apretó suavemente la mano de Xavier, recibiendo su mirada y atención.
-Ya lo creo.-
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Hasta mañana, besos :*
-AnMe

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Cherik and their family
FanfictionViñetas, one shot y drabbles, todo a nuestra pareja de mutantes favorita, junto con algunos miembros de su familia y amigos