Tercer billete que gastaba esta semana y no habían pasado ni dos días que me había mudado en la ciudad en la que nací. Ya estaba acostumbrada a viajar, pero nunca pensé que lo haría para mudarme. Dejar a tus amigos para siempre se me había echo complicado, ya que ellos me hicieron salir de todos mis problemas.
Una vez más, esperaba el tren, sola y con las maletas que me quedaban por llevar. El día no podía ir peor, tocaba despedirme de mis amigos de la infancia.
- Odette, te prometo que esta vez no será la ultima que nos veamos. Pienso volver a verte cueste lo que cueste. - Me dijo mi mejor amigo con lágrimas en los ojos y un fuerte abrazo.
No podía hablar, estaba llorando, hasta temblando.
- Odette, te digo lo mismo que Elliot. Nos volveremos a ver, pronto. -Dijo mi mejor amiga.
- Muchas gracias chicos.
Nos dimos un abrazo grupal y estaba segura que no será el último.
Llegó el tren y me despedí rápido de ellos para entrar en él. Coloqué las maletas y me puse mis auriculares. Lo que más necesitaba era escuchar a Eminem y especialmente Mockingbird.
Concentrada en la canción tuve que quitarme los ascos porque cinco chicos no paraban de chillar.
- ¡Vamos va! ¿La liamos un poco? - Dijo uno de los chicos.
Su pelo esa rubio y un mechón le cubría por encima de la cara y sus ojos castaños claros hacían que su mirada fuese dulce.
- ¿Que tal si jugamos a prueba o verdad? - Dijo otro de ellos.
Este otro tenia el pelo largo y no muy rizado, su melena de color castaño claro le llegaba hasta los hombos. Lucia una sonrisa grande y agradable de ver.
- ¡Adelante! - Gritaron los demás.
Me volví a poner los auriculares y decidí volverme a concentrarme en las vistas y hundirme más en mis pensamientos. Vi como me miraban sin disimulo los 5 chicos que estaban jugando a prueba o verdad, mala señal. Volví a mirar en la ventana si prestarles atención.
- Hola, ¿puedo sentarme aquí?- Se acercó uno de esos chicos.
Era alto, bestia con unas Supra grises y rojas, un pantalón de chándal negro y una sudadera sin capucha de color gris con un graffiti rojo y negro y con una gorra gris.
- Si, claro. Adelante.
- Verás, es que estoy jugando a prueba o verdad con mis amigos y como han visto que me parecías guapa pues me han dicho que te pida el numero. Si no me lo das lo comprenderé.
- No suelo dar números a extraños, así que haremos un trato.
- Dime.- Dijo él con una sonrisa.
- Durante el trayecto hablaremos de nosotros sin mentir. Si llegamos a tener 5 cosas en común te doy mi número.
- Trato echo.- Me dijo con una sonrisa de lado.
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El sexto vagón
Teen FictionUna chica como yo nunca para. Siempre estoy utilizando el tren para ir a todos lados y si no lo cojo en un mes es que algo pasa. Nunca pensé que ir en tren me cambiaría tanto la vida, y cuando menos me lo esperaba llega alguien que rompe mis esquema...