10: Payphone

515 65 5
                                    

Beep, beep, beep.

—¿Diga? — cuestiona la voz al otro lado de la línea.

—¡Vaya! Cachorro ¿quién creería que conseguir tu numero sería tan complicado? — cuestioné con sorna, mientras veía cómo Jimin frente a mí rodaba los ojos ante mi comentario.

—¿Cómo consiguió mi número señor Kim?— estoy seguro que en estos momentos debe estar masajeándose las sienes y apretando la mandíbula, intentando obtener, mágicamente, paciencia. Mientras mi amigo omega y yo nos hallamos escuchando la llamada en altavoz; mientras yo hablo con Jungkook el castaño, de mi amigo, reprime una risa para que no se dé cuenta de su presencia.

—¿Acaso importa?— inquiero con una sonrisa burlona, a pesar de que él no pueda verla— Jungkook-ie deberías alegrarte de escucharme, después de todo, llamé para desearte los buenos días.

—Gracias— dice en voz baja— buenos días señor Kim— dijo cordialmente, tras eso colgó la llamada, dejándonos a ambos omegas estupefactos por el atrevimiento.

Seguidamente de hacerlo pude escuchar con claridad la estruendosa risa de mi mejor amigo, Jimin. El cual justo ahora está sentado frente a mí, al otro lado del escritorio, su reacción es común al igual que hace con todas mis desgracias, sin embargo, menos podría importarme.

Ahora lo único que me interesa es como ese adolescente se ha atrevido a colgarme. Ya me hacía una idea de que no sería tan fácil acercármele, pero, imaginaba que tendría un poco de cordialidad para responder de buena forma a mis acciones, creo no haber compartido más de tres oraciones durante la llamada.

Supongo que es un no a las tácticas actuales de conquista, no hay problema se me ocurren algunas ideas.

—Ya es suficiente— le regañé, el omega detuvo sus carcajadas, mas, seguía manteniendo una sonrisa burlona en su rostro— Tiene carácter ¿cierto?— le cuestiono con soberbia.

—Tal vez— admite— pero lo que noté es que tiene dignidad ¿deberías decirle que te enseñe? Así quizás mantengas la poca que te queda— se burla.

—Habla la persona que hizo que su mejor amigo le comprara un lubricante de piña, por un extraño fetiche sexual— le echo en cara.

—Al menos yo no me estoy avergonzando y arrastrando por un adolescente— refuta.

—Si lo vieras no dirías lo mismo— le corrijo mientras completo un informe en mi computador.

—¡Oh vamos! — exclama— es un adolescente a esa edad la mayoría somos unos hormonales dramáticos, algunos poseen la bendición de la pubertad, como tú— menciona— y otros seguimos con la misma carita de bebé, como yo— agrega— y según lo que me contaste apenas tuvo su primer celo, por ende, es igual a mí.

—No te mentiré— dije mientras por mi mente recordaba aquellos rasgos aniñados de Jungkook— sí posee una carita de bebé, por eso es mi cachorro— menciono con posesividad.

—Alto ahí regalado— me detuvo realizando un gesto con su mano— tal parece el hormonal aquí eres tú— afirma— lo has visto dos veces ¿y dices que es tuyo?— inquiere incrédulo— Creo que el alfa aquí es otro.

Sólo le respondí con una sonrisa ladeada concentrándome en lo que hacía en mi monitor, el omega al ver que no añadiría nada más decidió cambiar de tema.

—Entonces... ¿cómo vas con tus padres?— cuestiona esperando que el ambiente tranquilo se vaya.

—Ahora están en Japón... así que bien— aclaré— la última vez que los visité papá me reprendió por no llamarles, además, exigió mi presencia más seguido en su hogar— relaté con una sonrisa amable en mi rostro recordando como hace lo mismo cada vez que les visito.

Sweetly bitter‎| KOOKV ‎| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora