Sweetly bitter‎| KOOKV ‎| Omegaverse

14: Sha La La

El omega, con las manos en los bolsillos, caminaba a paso relajado por el vestíbulo del edificio donde vive actualmente, el guardia de seguridad al percatarse de su presencia realizó una inclinación, saludándole cortésmente tal como hace siempre, mas, esta vez al levantarse deparó en la presencia de un joven, el cual apreciaba todo con ojos grandes.

El joven al darse cuenta de su presencia respingó, seguidamente, se inclinó saludándole, miró con intriga al omega el cual únicamente se dignó a resoplar.

–Éste es Jeon Jungkook –mencionó señalándole, el azabache le observó algo cohibido –tiene permiso para entrar, claro, deberá avisarme sobre su visita para recibirle adecuadamente.

–No hay problema joven Kim, tan sólo deberá llenar el formulario –informó.

–Lo hará cuando vaya a retirarse –avisó. El alfa, portero del lugar, asintió inclinando la cabeza para retirarse a su escritorio.

Taehyung miró a Jungkook, el cual ya tenía su vista clavada en él desde que mencionó sobre "el permiso para venir a su hogar". El pelirojo le indicó con un ademán que le siguiera, acatando sin problema a su orden.

Entraron al ascensor en silencio, no perturbando la tranquilidad que se había generado desde su pequeña discusión, la cual se calmó luego del detalle del azabache con el mayor, aunque aún se podía sentir un poco de tensión entre ambos, ¿de qué tipo? eso le encantaría saber a Jungkook, mientras, Taehyung mantenía una pequeña sonrisa maliciosa en su rostro, sin señales de que se iría.

Al detenerse el aparato, abrió sus puertas revelando un apartamento de lujo, el de tez pálida abrazó mochila a su pecho, al sentirse un poco abrumado por toda la situación.

El omega se adentró, arrojó las llaves encima de una taza de cerámica, decorativa, donde se encontraban otras llaves, se retiró su saco colgándolo en un perchero, cerca del ascensor.

–¿Qué pasa Jeon? –inquirió con sorna –Temes estar a solas conmigo– eso no fue una pregunta.

El adolescente rodó los ojos, siguiendo al omega. Éste se dirigió a la cocina, aún con la bolsa del Cookiebrownie, tomó un plato dejándolo allí, abrió su refrigerador sacando un embace de helado de vainilla, agregando una bola de helado sobre el postre, con el utensilio correspondiente, todo esto mientras el alfa le observaba atento a todo.

Luego buscó una taza, sirviendo helado de vainilla en ella, se giró a su derecha, abriendo un gabinete, sacando de este un pequeño embace que contenía chispitas de colores, echándole al helado en la taza, guardó las chispas nuevamente en el gabinete, tomó dos cucharitas, clavándolas dentro de los postres.

Tomó ambos postres, encaminándose a la sala, siendo seguido por el alfa, dejó los postres sobre una mesa de centro frente a un gran sofá negro, el adolescente se quedó de pie a unos metros viendo todo lo que hacía.

Tomó un control remoto para seguidamente encender el televisor, instalado frente a la mueblería, más alto que ésta, perfecta para una tarde de películas. Se sentó en el acolchado sofá, tomando su postre, el cookiebrownie, extrañado observó que el adolescente no sé había sentado con él. Notó cómo aún abrazaba su mochila, y lo miraba con esos ojos grandes y expresivos, palmeó el lugar junto a él, indicando lo que quería.

El adolescente se acercó, cautelosamente, hasta sentarse junto a él, dejando su mochila a su costado en el suelo, el mayor se inclinó hacia adelante tomando la taza de helado, tendiéndosela, junto con el control remoto.

–Escoge tú –el joven tomó el aparato, mordiéndose el labio inferior, estaba indeciso, terminó colocando "Los Simpson" –no estoy seguro que sea un programa acto para niños– divagó cortando un pedazo de su postre con la cuchara, evitando ver al joven al rostro, sabiendo ya que éste le estaba fulminando con la mirada. Se dispusieron a ver el programa mientras merendaban. El omega llevó el primer bocado a su boca, al tener contacto con sus papilas gustativas los ojos le brillaron, al mismo tiempo que soltó un pequeño gemido gustoso. El cual no había pasado desapercibido por el alfa, observándole con una pequeña sonrisa mientras comía su helado.