Una venganza terrible

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Allí estaba, en lo más profundo de la Tierra, en su oscura e inmensa guarida, Pitch Black, junto a sus miles de pesadillas secuaces, allí estaba él, observando a los guardianes con sus poderes, podía verlos a través de su arena negra mágica.

-¡Qué curioso!. - Habló por primera vez Pitch. - Miren que tenemos aquí, pero si son los mismísimos grandes, ¡cuanta celebridad!. - Mientras observaba a todos en la gran mesa riendo y hablando. -

Pitch sin duda planeaba su gran venganza, pero su objetivo era simplemente robar la biblioteca de Ombric y ésta vez, ya que el Señor Qwerty no estaba apto para tragársela, podía aprovechar y sería más fácil. Además no era su único objetivo...

-Todo perfecto con los demás aunque los odie con lo más profundo de mi alma pero contigo... - Miró a Katherine sonriendo y su odio se volvió peor. - Contigo la cosa cambia.

Pitch tenía como objetivo eliminar a Katherine, y podía utilizarla para molestar y debilitar a los demás guardianes.

-¡Muy bien! Empezaré ya mismo. - Dijo soltando una carcajada malévola que hizo temblar toda su cueva. -

Mientras tanto, los Guardianes terminaron su gran almuerzo y ya estaba comiendo el postre.

-¡Más delicioso que la última vez!. - Afirmó Ombric con la panza contenta. -

-Jack come más despacio o te saldrán caries. - Lo regañó el Hada. -

-No puedo resistirme al chocolate. - Dijo mientras se metía bombones a la boca. -

Meme estaba al lado de él tomándose 10 copas de su jugo mágico.

-¿Les gusta mis delicias de postres?. - Preguntó Conejo. -

-Me encantan. - Afirmó Katherine. -

-Yo ya lo dije, no voy a negarlo, son muy deliciosos. - Norte halagó el postre. -

-Eso es lo que quería saber. - Las orejas de Conejo se pusieron firmes y contentas. -

Todos habían comido primero que nada, el postre de Meme y lo último fueron los dulces del pooka (Conejo).
De pronto una ráfaga potente entró al lugar a intentar arrastrar todo lo que había ahí.
Los Guardianes sintieron que cada vez era más fuerte y el viento llevaba con el un olor fuerte a plomo derretido. Conejo, y Katherine se asquearon al sentir ese olor. Todos se pararon de la mesa y se corrieron debido a que el viento estaba por tirar algunas cosas.

-¿Qué sucede con el viento?. - Ombric pensó intentando detener el viento mentalmente con su magia. -

-Huele a plomo. - Dijo Katherine mientras se tapaba la nariz. -

-¡Es un asco!. - Hizo Norte gestos de desagrado. -

Meme no sentía ese olor, y era extraño para él no sentirlo. Tal vez fue que a todos se le mezclaron los olores de la comida y creyeron que todo olía a plomo, pensó el hombrecito.
De pronto Jack sintió un escalofrío por toda su espalda, se volteó a ver pero no había nada, creyó que fue el viento.

-No puedo frenar el viento. - Preocupado dijo Ombric. -

De pronto el viento se calmó y el olor a plomo desapareció.
Y de la nada una luz blanca cegadora apareció y cubrió toda la Gran Raíz provocando que todos quedaran mareados y no pudieran ver nada a su alrededor.

-¡No veo, NO VEO!. - Gritó desesperada el Hada. -

-¿QUÉ ES ESTO?. - Se quejó Norte.  -

El Origen de los Guardianes: Legends Never DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora