¿Pesadilla?

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Todos dormían en Santoff Claussen, los grillos cantaban, los búhos estaban despiertos aún y la Luna alumbraba con su máximo esplendor pero...¿las estrellas?, ¿dónde estaban? Sólo se podían observar a las "Tres Marías" pero las demás no estaban, no existían en esa noche. Sin duda eso era señal de algo malo. El viento soplaba con intensidad y de pronto, toda la luz se fue en la Gran Raíz dejando por completo a la pequeña ciudad a oscuras.
Katherine se encontraba durmiendo en su gran habitación. Al lado de su cama, estaba el gran nido donde dormía Kailash, su ganso. De pronto una gran sombra alta, gris y siniestra apareció al lado de ella, mirándola fija con unos ojos amarillos penetrantes. La figura solo estaba observando a la niña dormir pero no podía verse bien debido a la oscuridad, ya que la única Luz que entraba por la ventana de esa habitación eran los rayos de la Luna.
La sombra extendió una mano y tocó la frente de la chica. ¿Y para qué?, ¿qué le querría hacer?. La figura pasó su mano "masajeando" la frente, dejando rastros de arena negra en su cara y cabello. Apenas la tocó, la silueta desapareció.
Pero Katherine estaba más inquieta que antes, movía su cabeza para todos lados queriendo despertar, sus manos apretaban la almohada cada vez más fuerte. Una lágrima salió de su ojo derecho y recorrió su mejilla. ¿Qué estaría soñando para que llorara?. Empezó a golpear la almohada con su mano derecha y a apretarla con la mano izquierda.
De repente Katherine despierta quejándose y sentándose asustada en la cama, las manos le temblaban y su corazón latía más fuerte cada vez. Tragó saliva y trató de asimilar lo que había pasado. Miró para todos lados de su cuarto y se dio de que estaba más oscuro de lo normal. Sólo notó a su ganso dormir sin problemas. Ella acababa de tener una pesadilla y seguía sin creerlo. Decidió agarrar un farol y encenderlo, para luego salir afuera a ver que pasaba.
Al salir lo primero que notó fue que no había luz en ningún lado, parecía la mismísima cueva de Sombra, y notó que hacía más frío que nunca. Mientras bajaba la escalera hecha de ramas y mucha madera, las luces se encendieron en todo el lugar causando que ella se sorprenda y se asuste a la vez.
Escuchó voces cerca y decidió salir a ver quién era que hablaba a esas horas de la madrugada. Era Ombric, el gran mago, estaba arreglando las luces con su magia y con ayuda de sus búhos amigos. Katherine se sintió más tranquila al verlo y decide ir hacia él.

-¡No toquen esa luz!. - Dijo Ombric hacia sus búhos. -

Los búhos lo ayudaban a acomodar algunos postes de luz que estaban torcidos.

-¡Si se posan en ellos procuren no romperlos! ¡Es que son muy frágiles!. - Exclamó él. -

-¿Papá?. - Dijo Katherine mientras se acercaba. -

-¿Hija?, ¿qué haces despierta?.

-Es que...

- La interrumpe. - ¿Te despertamos?. - Preguntó el mago. -

-No, sólo que no había luz en mi cuarto y quise salir a ver.

-¡Ah, sí! Se cortó la luz en todo el lugar pero ya lo solucionamos.

-¡Me alegra!. - Sonrió. -

Ombric notó la piel pálida en su hija pero no creyó que sería por algo malo, pero de todos modos le preguntó:

-Te ves pálida, ¿qué pasó?.

- Intentando cambiar del tema. - Nada, sólo que no pude dormir bien.

-Bueno. - Se sintió más relajado. - Mejor ve a descansar y alístate para mañana.

-¿Qué hay mañana?. - Confundida. -

-¿Te olvidaste? Mañana organizaremos un almuerzo aquí en la Gran Raíz.

-¡Lo olvidé por completo!. - Se agarra la cara con una mano mientras con la otra sostiene el farol. -

-No te preocupes. Yo también me olvido de algunas cosas, ya sabes, estoy más viejo. - Bromeando. -

Katherine empezó a sonreír y parecía que se había olvidado por completo de la pesadilla. Ella no quería contar que tuvo una y muchos menos lo que había soñado.

-Entonces, nos vemos mañana. ¡Descansa!. - Se dio vuelta para irse de nuevo a dormir. -

-¡Nos vemos!. - Dijo Ombric mientras saludaba con su mano a su hija. -

Volvió a su habitación a intentar reconciliar el sueño intentando no pensar en lo que había pasado. Kailash estaba dormido profundamente y eso era buena señal ya que nada lo alteró pero la preocupación por esa ¿pesadilla? Si es como la podemos llamar, aunque si lo fue en realidad, mantenía alerta a la chica. Decidió evitar los pensamientos sobre aquello y se durmió.

El Origen de los Guardianes: Legends Never DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora