¿Dónde está mi biblioteca?

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Meme junto a los otros dos regresaron tan rápido como pudieron a Santoff Claussen para contarle a Ombric lo que sucedió.
En la entrada del lugar se encuentra el gran Oso, un animal amigo y protector del lugar puesto por el mago, al igual el Ánima del Bosque, una silueta hermosa y alta, cubiera de gemas valiosas y preciosas por todo su cuerpo y también estaba Petrov, el caballo de Norte, que se quedaba allí a cuidar el lugar.

-¡Déjanos pasar, Petrov!. - Exigió Katherine. -

Entonces la puerta a la Gran Raíz se abrió y los tres pudieron entrar.
Pero, algo había pasado y ellos no sabían, LA BIBLIOTECA DE OMBRIC HABÍA DESAPARECIDO.
El mago se encontraba en su gran oficina mágica, aunque ya no era tan mágica después de su pérdida de libros. Todos los estantes estaban vacíos, no había nada, ni un pedazo de papel ni un libro viejo, nada, todo se fue pero, ¿cómo?.
Katherine ingresó a la oficina junto a los demás...

-Padre, tenemos que... - Apenas vió el lugar vacío empezó a preocuparse más. -

-¿Qué ocurrió con este lugar? Está todo...vacío. - Jack observó los gigantescos estantes vacíos. -

Ombric estaba sentado en su gran silla con las manos sujetando su cabeza. Nadie podía explicar lo que pasó, o tal vez sí...

-Desapareció todo. - Dijo en tono triste el mago. -

-¿Papá?, ¿cómo que no hay nada?.

-Pitch. - Jack se enojó. -

-¿Ustedes qué creen? Se llevó todo y lo peor es que SI SON LOS LIBROS ORIGINALES. - Empezó a enojarse y su barba y bigotes se estremecían. -

-Pero, ¿y el Señor Qwerty? Tal vez él se la comió como la anterior vez.

-El Señor Qwerty ya no es un gusano de biblioteca, ahora él vive en tu libro mágico, no puede tragarse más nada luego de que estuvo en su capullo. - Dijo el mago. -

-Cierto, además él te hubiera dicho.

-¿Nadie en el pueblo vió nada?. - Preguntó Jack. -

-Nadie, muchacho, nadie.

-Iré a ver al Señor Qwerty. - Katherine salió de la oficina y subió hasta su casa en el árbol pero se tropezó con un niño que iba corriendo por el camino. -

-¡Ay perdón, Katherine!. - Dijo el niño. -

-No te preocupes pequeño. - Le acarició la cabeza y ella siguió caminando hasta subir a si casa en el árbol e ir por su libro mágico. -

Ella subió y entró a su gigantesca habitación pero no encontró al Señor Qwerty. Básicamente éste pequeño se había convertido en mariposa y sus alas eran las hojas que solo le permitían a Katherine escribir ahí. Pero había desaparecido, como la mismísima biblioteca.

-¡NO!. - Gritó ella con todas sus fuerzas. -

-¿Katherine?. - Dijo Jack. -

Los tres escucharon su grito y fueron corriendo hacia su casa en el árbol, subieron tan rápido como pudieron y vieron a ella desordenando toda su habitación buscando su libro.

-¿Por qué gritaste así, hija?.

-¡El Señor Qwerty no está! ¡NO ESTÁ!. - Gritó ella de nuevo. -

-Cálmate primero, no te pongas así. - Jack intentó calmarla. -

-¡No me pidas eso en estos momentos!.

-Sólo queda una explicación a todo esto. - Dijo Ombric. -

-Pitch lo está haciendo otra vez. - Jack se puso más nervioso. -

Sin dudarlo, Pitch lo hizo de nuevo, estaba atacando de a poco y estaba esperando a que los demás se decidan hacer algo. Pitch en su gran guarida oscura y siniestra tenía todos los libros originales de Ombric, incluyendo al libro de Katherine.

-¿Qué se sentirá que le corten las alas a un insecto?. - Pensó él mientras sostenía al Señor Qwerty (libro) en sus manos. -

-¡No podrías porque son irrompibles!. - El Señor Qwerty habló de nuevo. -

-Como sea, ahora no tengo tiempo para ti. - Dijo Pitch mientras observaba a Katherine, Meme, Jack y Ombric a través de su arena negra. -

El Señor Qwerty

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El Señor Qwerty.

El Origen de los Guardianes: Legends Never DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora