Fantasías de Jazba.

Tercera Fantasía. El placer al masculino.

Me levanté con la voluntad de un oso en atrapar a su presa y me puse sobre él. En mi cabeza resonaba un "todo es recíproco, y te voy a torturar haciendo que desees que te toque", una parte turbia y mínimamente cruel que posee mi mente.

Enterré mis manos entre su pelo corto y le besé apasionadamente, cortando el beso cuando comenzaba a ser más intenso. Observé como me miraba casi entristecido, colmado de calentura y esperando mis afectos. Arrastré mis caderas sobre su miembro hacia sus rodillas para poder tenerlo en frente de mí y le observé mientras lo hacía. Me miró sonriente, los ojos más oscurecidos e impacientes que nunca. ¿Qué? ¿Habías disfrutado viéndome así antes? Coloqué mis manos sobre su pelvis y aproveché para subirle la camiseta y después quitarsela. Me quedé unos instantes observando el torso desnudo. Los abdominales se marcaban en él y unos huesos salientes me indicaban claramente su lugar sensible. Le acaricíé el torso y le besé con cuidado a la vez que analizaba sus expresiones, que me mostraban un chico emocionado y tremendamente cachondo.

Le bajé los pantalones lentamente, de la forma más cruel y seductora que se me ocurrió. Intenté contener mi impresión, joder, tenía que mantenerla para continuar con el juego pero aquello realmente me asustaba. El bulto era notable y duro bajo la última capa de ropa, el calzoncillo, y estoy segura de que no era la única ansiosa por deshacerse de él. Le miré desde aquel ángulo, intentando transmitirle telepaticamente que nunca había hecho aquello y que esperaba hacerlo lo mejor posible, y que claro, que me enseñase como le gustaba.

En cualquier caso, respiré hondo y bajé el calzón, quedándome terriblemente maravillada. No era cuestión de tamaño o forma (que en ambos sentidos destacaba sobresalientemente), sino de que le pertenecía a él y en que a partir de unos instantes estaría dentro de mi boca. Sin embargo no me olvidaba de mi promesa mental, así que antes de comezar con ello empecé pasando mi lengua a milímetros de su pene, provocando en él una endurecida masiva sin tan siquiera haberlo tocado. Le miré pilla, creyendo conocer sus limites hasta que con una de sus manos me sujetó la cabeza y me la puso contra su miembro. Se río al ver como mi expresión se había tornado sorprendida ante tal gesto, y yo, con instintos de bestia, me la metí en la boca hasta la garganta. (Haciendo así mi primer deep and raw).

He de admitir que siempre pensé que debía ser angustioso e incómodo, pero en ese momento mi mente no estaba para pensar el la coherencia de mis actos. Continué varias veces haciendolo de garganta profunda y luego seguí más calmada. Me gusta hacerlo de esa manera, romántico, erótico, delicado. Chupé de arriba a abajo con la suavidad del algodón, viendo como así le hacía retorcerse bajo mi cuerpo. Le besé incluso con ternura. Fui después a metermela nuevamente en la boca cuando una de sus manos, fuertes y feroces, me la hundió profundamente. Me agarró por el pelo y comenzó a moverme la cabeza a sus tientas, yo esforzandome para dar lo mejor de mi cavidad bucal. Le escuché gemir gravemente y fue curioso como aquello me llegó a excitar. Se estaba follando mi boca y me encantaba.

Empezó a temblar y me dejó la cabeza quieta sobre su polla susurrando seguidamente un gravísimo e interno "me vengo". Me soltó permitiendo que me apartara, pero a diferencia de otras chicas yo estaba segura de querer complacer a mi chico de la mejor manera, y esta vez lo haría probando su 'esencia' como él lo había hecho antes con la mía. Lo dejó salir y me salpicó primero en el pecho, luego me la metí a la boca haciendo que finalmente se corriera dentro de ella. Cuando acabó me miró gratamente sorprendido, yo le guiñé un ojo y dejé que viera como me deleitaba con su sabor... lo dulce e interno que se cocía en mi interior habría que dejarlo para otro día...