Moonlight (one-shots Albalia)

Tinder II

POV ALBA

No lo sé
Estiré la cuerda
Desmonté
Siempre las misma piezas

Te has quedado detrás de la puerta
No has vuelto a llamar
No te he visto pasar

Y no me has dicho por qué
Estaba esperándote
No había nada que hacer (shh)
Siento el veneno en mi piel

Todos preguntan por qué he elegido ser
La gata negra
Este corazón no quiere esperar
Minutos de tregua

Y he empezado a pensar que en realidad
Nunca me fallaron las fuerzas
Me gusta la velocidad
Cuando el frío quema
Cuando el frío quema

- Joder... - fue lo único que conseguí decir después de que la cantante desconocida de Tinder cantara esa canción sin despegar sus ojos de los míos. Era una auténtica gata negra, más bien, una auténtica pantera. Su voz recorrió cada terminación nerviosa de mi cuerpo y un calor inusual, teniendo en cuenta que estábamos en pleno invierno, empezó a hacerse notar por toda mi anatomía. La muy hija de puta sonreía ante mi cara de estupefacción y sin más dilación, cambio el capo traste de su guitarra y dio inicio a un nuevo tema.

Pensaba que te estaría escribiendo a ti
Pero no quiero que esto sea una canción de amor
Vivo en tus huecos, ya no me puedo dormir

Dime que ha pasado, dime donde estamos
¿Qué es lo que quieres de mi?
Ha pasado mucho tiempo
Pero todavía recuerdo esa cicatriz

Y si es cierto que quieres saber
Dicen por ahí que la han visto bailar
Que parece que está loca
Que te mata si la tocas

Se oyen voces en el humo
Si algún día te la encuentras
Deberías seguir tu rumbo
Y olvidar, olvidar

Olvídate del aire que respira, de como camina
Las palabras de su boca que parecen dinamita
No te juntes demasiado, querrás olvidar su nombre
Querrás volver al pasado

Desde que se fue aquí todo pasa lento, lento
Todo aquel que la conoce muere en el intento, lento
Ella lleva su veneno, nunca sabe poner freno
No le digas que la quieres por que se lo lleva el viento

- ¿Confirmamos que nos ha dejado cachondas a todas?¿Confirmamos? - preguntó María nada más terminar la canción.

- Confirmamos... - dije a punto de que mi entrepierna explotara.

- ¡A ganar, hermana! - dijo Marina abrazándome-. Nuestra Albi triunfa esta noche... - expuso con seguridad la pequeña de la familia.

- La voz de mi amiga no deja indiferente a nadie, ¿eh? - una chica desconocida que estaba justo al lado de mi grupo, que no pudo mantenerse ajena a la conversación, hizo acto de presencia-. ¡Qué lástima que en el escenario parezca una rompecorazones y ligona de manual y luego sea un bebé de dos años tan tímido que le da vergüenza hasta pedir una copa...! - bromeó y mi corazón se ablandó.

- ¿Conoces a Natalia? - pregunté tanteando el terreno y la desconocida asintió.

- Es mi mejor amiga y mi compañera de piso - informó-. Soy Sabela, encantada - dijo dándome dos besos.