❦ ⓞⓝⓒⓔ ⓤⓟⓞⓝ ⓐ ⓓⓐⓣⓔ ❦ ❧ ᴛ.ᴡ ᴏs ❧

💚👅 ᴍᴇ ʟᴏ ᴛᴏᴍᴀʀᴇ́ ᴄᴏᴍᴏ ᴜɴ ᴄᴜᴍᴘʟɪᴅᴏ 👅💚

ᴍᴀʟʟᴇᴜs ᴅʀᴀᴄᴏɴɪᴀ x ʜᴇʟɪᴏs

Cater Diamond, Deuce Spade y Ace Trappola estaban sentados en una mesa del salón principal de su dormitorio, jugando a las cartas. Normalmente, la líder del dormitorio Ramshakle se unía a sus partidas con un gran entusiasmo, pero no ese día. En cambio, no paraba de ir de un lado a otro por la habitación.

-Ey, vais a su misma clase. ¿Sabéis que le ocurre? -les preguntó a los otros dos el de ojos esmeralda.

El del corazón sonrió con malicia y elevó la voz para que la chica pudiera oírle.

-Quién sabe. Quizá se deba a que el mismísimo Malleus Draconia la ha invitado a dar un paseo esta noche.

-¿Un paseo?

-Y no te lo pierdas. Según él, le tiene que decir algo muy importante.

-¿¡Qué!? -exclamaron tanto el de tercero como el pelinegro.

Helios se paró en seco y lo señaló con el dedo.

-¡Deja de divulgar información confidencial! ¡Y menos aún con ese tono!

El joven pelinaranja empezó a reírse.

-¡No te rías!

-Vamos, se nota que estás que te subes por las paredes.

-¡Eso no es cierto! -se cruzó de brazos-. Estoy muy tranquila. ¿Y sabes por qué?

-Ilústrame.

-Porque no va a pasar nada.

-¿Me lo dices o me lo cuentas?

-¡Agh!

La muchacha soltó un sonoro bufido y siguió andando con paso rápido por la habitación.

-¡No me puedo creer que no me hayas contado algo así!

-Cater... Por favor.

-¡Se te va a confesar!

-¡No! ¡Dejad de decir eso! ¡Parad!

El de la pica intervino con voz algo baja.

-Helios... tu cara está muy roja.

Ella se cubrió el rostro con las manos mientras se dejaba caer en un sillón.

-Hemos ido a pasear muchas veces. ¿Por qué ahora estoy tan nerviosa? -hablaba más consigo misma que con el resto-. Maldita sea, Malleus. ¿Por qué has dicho eso? ¿Qué es lo que tienes que contarme?

-Helios y Malleus, sentados bajo un árbol -empezó a canturrear Ace.

El chico se calló de inmediato al ver el fuego de la ira arder en los ojos de la muchacha.

-Será como las otras veces, sí. Eso es.

-¿De veras lo crees?

-Todo el mundo se ha dado cuenta de que estáis muy unidos.

Ella suspiró y apoyó la barbilla en su mano.

-Unidos, eh...

-¿Dónde estarán tus amigos endemoniados?

-Les he mandado a su plano astral de origen hasta mañana.

-¡Ajá!

-¡De "ajá" nada! -se defendió ella-. ¡L-lo hago bastante a menudo!

-A Helios le gusta Malleus, a Helios le gusta Malleus -volvió a cantar el pelinaranja.

-Ya está. Ya me tienes harta.