❦ ⓞⓝⓒⓔ ⓤⓟⓞⓝ ⓐ ⓓⓐⓣⓔ ❦ ❧ ᴛ.ᴡ ᴏs ❧

💍🔥 ¡ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴇʟ ᴅɪᴠᴏʀᴄɪᴏ! 🔥💍

ˢᵉᵐᵃⁿᵃ ᵈᵉᵐᵒⁿⁱ́ᵃᶜᵃ °°° ᵈⁱ́ᵃ 5 💐
ᴀ́ɴɢᴇʟ x ʜᴇʟɪᴏs

"¿ᵖᵃʳᵃ ᵠᵘᵉ́ ᵠᵘⁱᵉʳᵉˢ ᵃ ᵒᵗʳᵒˢ ʰᵒᵐᵇʳᵉˢ ᶜᵘᵃⁿᵈᵒ ᵗⁱᵉⁿᵉˢ ᵃˡ ᵐᵉʲᵒʳ?"

ᴇsᴛᴇ ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ sᴇ sɪᴛᴜ́ᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴊᴜsᴛᴏ ᴅᴇsᴘᴜᴇ́s ᴅᴇ ʟᴏs sᴜᴄᴇsᴏs ϙᴜᴇ ᴏᴄᴜʀʀɪʀᴀ́ɴ ᴇɴ ʟᴀ ᴘᴀʀᴛᴇ 5 ᴅᴇ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴘʀɪɴᴄɪᴘᴀʟ

La chica dejó caer un fardo de documentos sobre la mesa, produciendo un sonido sordo. Se sentó en un sillón y cruzó brazos y piernas mientras levantaba la barbilla.

-Me ha costado un poco, pero lo he hecho lo más rápido que he podido. Sólo tienes que firmar.

El hombre que estaba en frente cogió los papeles y los ojeó, parecía descontento. Sus carnosos labios se curvaron hacia arriba en una hermosa sonrisa. Tiró todas las hojas por el aire, las cuales revolotearon a su alrededor y se convirtieron atumáticanete en cenizas.

-Me niego.

-¿Cómo dices? -Helios abrió los ojos, frunciendo el ceño justo después.

-No quiero firmar el divorcio -proclamó el demonio mientras se recostaba en el asiento, apoyando su mejilla sobre su mano. Sus ojos dicromáticos rosados brillaron cuando se enfocaron en ella.

-Ya habíamos hablando de esto, Ángel -masculló la joven entre dientes.

-Sí, pero lo he pensado mejor. He cambiado de idea. Quiero seguir casado contigo.

-Absolutamente no.

El rubio se llevó una mano al pecho, dolido.

-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo estar casada conmigo? Apenas llevamos una semana de matrimonio.

-Exponía todos mis motivos en el contrato de acabas de reducir a cenizas -sopló-. ¿Por dónde empiezo? Ah, ya sé. Punto número uno: me casé en contra de mi voluntad.

-Yo oí perfectamente el "sí quiero" salir de tus labios -apuntó él con una sonrisilla.

-Estaba bajo un hechizo de control mental -le fulminó con la mirada.

-Sandeces -movió una mano-. Paso de ese punto. Siguiente.

Helios apretó la mandíbula y se forzó a estar calmada. Respiró hondo.

-Aún no soy mayor de edad y...

-¿Acaso eso es un problema? En cualquier caso, en menos de seis meses tienes dieciocho, ¿no es así? No me importa esperar.

Pum. Ángel había desestimado de su argumento en un santiamén.

-¿Otras razones?

-No quiero estar casada contigo. Estoy... estoy enamorada de otro -acabó diciendo, aunque arrastrando las palabras.

El rubio la miró en silencio unos instantes. Era tan intenso y penetrante que tuvo que girar la cabeza para evitar el contacto visual.

-Con que es eso...

Contrario a sus expectativas, el demonio sonrió ampliamente. Se veía demasiado hermoso en ese instante.

-Dame tres días. Si no lo consigo, entonces firmaré.