❦ ⓞⓝⓒⓔ ⓤⓟⓞⓝ ⓐ ⓓⓐⓣⓔ ❦ ❧ ᴛ.ᴡ ᴏs ❧

💖🍭 ᴄ0ᴅ1ɢ0... ¿4ᴍ0ʀ? 🍭💖

ˢᵉᵐᵃⁿᵃ ᵈᵉᵐᵒⁿⁱ́ᵃᶜᵃ °°° ᵈⁱ́ᵃ 6 🌸
ᴄᴀʟᴇɴᴅᴇʀ x ʜᴇʟɪᴏs

La chica tecleó con rapidez y al cabo de unos minutos le dio con un clic a "guardar". Listo, trabajo de historia terminado. Hizo crujir sus dedos y estiró los brazos mientras movía suavemente de un lado a otro la silla de ruedas de su escritorio.

¡Blup! El sonido de una notificación le llegó de repente al ordenador.

-¿Uh?

Abrió el mensaje y entonces se percató de quien era el remitente. Soltó un suspiro. Podían hablar mentalmente, pero el demonio prefería comunicarse mediante el uso de la tecnología. En fin, no le quedaba de otra que seguirle la corriente.

Era un enlace para ir a otro lugar. Arqueó una ceja. Tratándose de Calender, tenía que ir despacio y pensar con cuidado. Ponía: "¿quieres pasar una tarde alucinante en un simulador creado por mí? ¡Pincha aquí!".

En verdad quería pasar una tarde alucinante en un simulador. Sin embargo, olía a chamusquina..

-Bueno, ¿qué es lo peor que podría pasar?

Al fin y al cabo, era su ama. No se atrevería a hacer nada extraño, además de que era un personaje bizarro pero por contra bastante sensato. Movió el ratón para clicar sobre el link. La pantalla del ordenador se iluminó de repente y el cuerpo de Helios empezó a difuminarse y a ser absorbido por la Red.

Ahora estaba en el territorio de la IA C4l3 o, como era verdaderamente, del demonio Calender.

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Abrió lentamente los ojos y se incorporó. Notó el tacto de la suave y húmeda hierba bajo sus dedos. Se cubrió el rostro con la mano para que la luz del sol no la cegara.

-Normalmente no escoges lugares tan vivarachos -comentó con una sonrisa burlona.

-S1 qu13r3s pu3d3s 1rt3...

La muchacha aceptó la mano que le estaba tendiendo para ayudarla a levantarse. De repente nubes negras cubrieron el cielo.

-¿M3j0r?

-Mejor -asintió con la cabeza-. Y puedes hablar normal conmigo, lo sabes.

Debido al cambio de tiempo, el ambiente se volvió más frío. La brisa se había convertido en un momento viento que calaba los huesos. El cabello violeta ya de por sí desordenado del demonio estaba hecho un caos. Parecía un nido de relámpagos a punto de salir disparados.

Helios agradeció que de repente estuvieran vestidos con ropa de abrigo.

-¿Qué es lo que tienes pensado? ¿Qué clase de juego quieres que probemos hoy?

-... -se rascó la nuca.

-Ojos bonitos -le llamó, algo extrañada.

No podía acabar de leer su expresión ya que, para variar, tenía esas mordernísimas gafas de realidad virtual sobre los ojos, ocultándolos tras una negra visera. Normalmente él siempre sonreía de forma maliciosa y burlona a todo el mundo, pero no esa vez.

-Hay mucha demanda de diversos géneros en el mercado -empezó a decir-. Sobretodo... De juegos de citas.

-¿Citas? -soltó una carcajada-. ¿Este es un juego de citas?