✘Capítulo 4|| "Tu puedes ser mi ruiseñor."

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Necesito una voz que haga eco. Necesito una luz que me lleve a casa. Necesito una estrella a la cual seguir. No lo sé. Nunca veo el bosque por los árboles. Realmente podía utilizar tu melodía. Cariño, estoy un poco ciega, creo que es tiempo para que me encuentres. ¿Puedes ser mi ruiseñor?—Nightingale; Demi Lovato.

Tras un recorrido por todas las dimensiones de la residencia Tomlinson, Johanna ya se vio en las condiciones necesarias para ya dirigirse a su trabajo. Debido a la constante ausencia de su esposo debido al trabajo, y ya en esos instantes, a la suya próxima, le agradaba poder contar con Gemma para el cuidado de su pequeño hijo.

Durante los cortos quince minutos que tardaron en transitar por todas las habitaciones para el conocimiento de la joven, Harry no se había despegado de la mano de su hermana y por lo tanto, tampoco de su pequeña paleta de dulce de frambuesa. Para su propia sorpresa, no fue capaz de desviar su vista por ningún momento del niño de ojos azules; y no fue hasta el momento que llegaron a la puerta de su habitación, donde Louis se desvió de la marcha para volver a jugar con sus juguetes. Le vio correr, reír, y aunque él también quisiera sonreír de la misma manera, por alguna razón, miró a su hermana y se subió a sus brazos. La presencia de aquel niño le interesaba.

Ya de nuevo en la puerta principal de la residencia, fue donde Harry volvió a tener sus pies en el suelo. Sin embargo, sin soltar de la mano de su hermana, concentró su mirada en la mujer que tomaba su bolso y estaba decidida a irse la casa. Observó con atención como Johanna, que según había escuchado su nombre, se vestía apresurada y guardaba varias cosas en su abultado bolso.

—Bueno, Gemma… cualquier inconveniente no dudes en llamarme, ¿si?—no podía hablar tranquila debido a su apuro por el trabajo—. En la nevera te dejé los números de mi trabajo u otros a los que llamar por si no atiendo. Ehh… ¡Bueno! Debo irme…

—Por favor, Jay… no te preocupes, me comprometo a hacer un buen trabajo.

—Lo se, mi niña… pero ¡Agh! Perdóname, eres la primera niñera que contrato—por último tomó sus llaves y abrió la puerta—. Siéntete como en tu casa, ¿si? No me despedí de mi nene ¡ay! ¡Louis!—gritó prolongando la pronunciación de la “i”.

Para su impulso y sorpresa de su hermana mayor, apenas escuchó su nombre, Harry desvió su verde mirada esmeralda hacia el final de las escaleras, donde un pequeño niño de ojos azules se aproximaba hacia donde se encontraba corriendo hacia su madre. Verlo lo correr le asustó, apretó la mano de Gemma con su ligera fuerza y se escondió detrás de su piernas ante su presencia. Le encantaba, le interesaba, había algo en ese niño que le gustaba, y no sabía como decirlo o expresarlo.

Una breve escena entre madre e hijo se dibujó en la entrada principal, Louis no pudo evitar sentirse inseguro por primera vez. Desde que supo que su mamá trabajaría en las tardes, había experimentado una sensación de miedo, de timidez e inseguridad consigo mismo. Le tronó un sonoro beso en la mejilla al despedirse, y al verla irse en su auto, cerró la puerta bajo la mirada de la joven rubia, a quien se giró a ver ignorando por completo la presencia del niño menor.

—¿Cómo te llamas?—preguntó mirándola desde su altura de once años. Gemma sonrió.

—Me llamo Gemma, pequeño Louis—musitó a la vez que se sentaba de cuclillas para quedar a su altura al hablarle—. Y… ¿Cuántos años tienes?

—Once, Gemma…

Y como si quisiera tener un poco mas de atención, Harry se asomó tras su hermana con disimulo. Ambos niños cruzaron sus miradas, una esmeralda y otra azul. La mayor sonrió, y tomando con cuidado la mano de su hermano, le hizo dar un paso al frente. Una pequeña sonrisa se formó en los labios del niño de once, quien estiró con timidez su mano hacia la del menor, quien la apartó con miedo manteniendo su fría mirada sobre él. Se sintió mal, no debió tocarle la mano, ese niño no quería nada con él, y mucho menos ser su amigo.

Pero por otro lado, para Harry, ese tacto fue cálido y por sobre todo agradable. Aun con la paleta en sus rosas labios, y a punto de acabarse, no pudo lograr embozar una pequeña sonrisa. Tanto a la vista de su hermana como a la de Louis, su mirada se encontraba sería, asustada, perdida. Escuchó una reprimenda de la mayor a su oído por apartar su mano de esa manera, y bajó su mirada. Sintió como había hecho sentir al otro: pésimo.

Louis solo quería un amigo. Harry solo deseaba ser querido por alguien que no fuera de su propia familia, y Louis era su elección, le gustaba.

Sin acercarse demasiado al niño mayor, el de ocho estiró su pequeño brazo hacia su pecho. Gemma sonrió ante ello, sabía lo que significaba que Harry hiciera eso. Le sonrió al mayor, y dando un pequeño paso hacia delante, Louis se dejó acariciar por el niño de ojos verdes. Apartando la paleta de su boca, el menor se acercó un poco más y apoyó su pequeña mano sobre el pecho del otro. Louis le miró con desconfianza, pero al recibir de parte de Gemma una sonrisa tímida, se dejó. A Harry le gustaba sentir el corazón de las personas, y eso era algo que siempre hacia con su padre cuando veía llegar a la casa, le permitía saber que esa personas era una persona viva y espontánea.

—Harry desea que confíes en él…—susurró la mayor mirando al pequeño de ojos azules.

—Late muy fuerte…—susurró riendo el menor.

—Es mi corazón.

—Lo sé, es muy bonito…

Elevándose del suelo, y viendo la situación lo suficiente relajada entre ambos niños, Gemma se paró sobre sus convers y caminó hacia la cocina a preparar una pequeña merienda para los niños. Solo esperaba que Harry supiera relacionarse bien con Louis, y que Louis supiera tener paciencia con él si no hablaba demasiado.

—… como un ruiseñor—murmuró terminando de formular su frase anterior al sentir a su hermana lejos de él. Le agradaba estar solo con Louis. Apartó su mano con delicadeza y le sonrió volviendo a llevar su paleta de dulce a sus labios.

Louis sonrió con él. Harry tenía algo especial en él con sus cortos ocho años de niño pequeño.

✍Nota: sepan disculpar la demora :{ iba a actualizar el 31 pero despues de ese día tuve unos problemas y bueno... como vi que el cap anterior llegó a los 60 votos... ya saben ;) ¡Gracias por leer!

El niño con zapatos de tacón~. AU [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora