El niño con zapatos de tacón~. AU [Larry Stylinson]

✘Capítulo 10|| "Mi apoyo incondicional."

❝Podría quedarme despierto sólo para escucharte respirar, observarte sonreír mientras duermes… mientras que estas lejos y soñando. Podría pasar mi vida en esta dulce perdición. Podría perderme en este momento para siempre, en el que cada momento que paso contigo es un momento que atesoro. No quiero cerrar mis ojos… No quiero dormirme, porque te echaría de menos, y no quiero perderme nada.❞—I don’t wanna miss a thing; Aerosmith.

Tal vez su padre pudo ir en busca de el. Tal vez su madre no se presentó hasta pasada la madrugada. Tal vez Gemma no fue lo suficientemente consiente de lo sucedido durante su ausencia bajo la ducha. Tal vez pudo ser el hecho de que se trataba de su primer beso. Tal vez no logró escuchar del todo las reprimendas de su padre, ni tampoco de la forma en la que a la madrugada su mamá entró en su habitación.

Louis estaba ahí, acostado sobre su cama con la mirada perdida en algún lugar incierto de su pequeño cuarto. Pensaba en Harry, en ese beso, y por ningún instante dejó de pensar en la idea de que le amaba mucho más que antes. Tenia una sonrisa resplandeciente en su rostro, y ni siquiera en el momento en el que su madre se paró frente a él se decidió a borrarla.

Johanna observó a su hijo con atención ¿Cómo podía estar tan despierto a altas horas de la noche? Le extrañaba, Louis era de esos niños con sueño pesado, no entendía que hacía a las tres de la madrugada con la luz de su cuarto encendida.

—¿Tienes algo que contarme travieso?—le preguntó curiosa mientras que Louis seguía con la misma sonrisa en su rostro a la vez que negaba con su cabeza—. ¿No me responderás?

—En otro momento, mamá—le respondió al fin entre risas.

—¿Acaso mi hijo tiene novia?

Novia… novio… si. Debía de preguntarle a Harry de ello… ¡No! ¡Basta! ¡Era un NIÑO!

—¡Claro que no, mamá! ¿Qué dices?

—Ajam… pues entonces ¿se puede saber qué haces a estas horas despierto?

—Pensar en él, en Harry…—sonrió.

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Por más que intentaba, no lograba de ninguna forma hacer que Harry hablará de lo sucedido. No. No sabía nada acerca del beso, pero que el pastel se encontrara como estaba era el colmo para ella, más aún cuando debía llevarlo a su clase al día siguiente por un cumpleaños.

Gemma estaba exasperada, y Harry lo único que hacía era mantenerse con la boca callada sin permitir ni por un momento meter la mata para que su hermana supiera de su beso junto a Louis. 

Desde ese instante, lo único que había hecho era pensar en él, y se admitía, a él mismo encontrarse enamorado de aquel niño de ojos azules. Louis le gustaba, y mucho, y estaba más que decidido a dar un pequeño paso para lograr muchos mas que ese. Le había resultado mágico, especial… y sobre todo único por sobre todas las cosas. Era su primer beso, y estaba seguro en jamás olvidarse de el ni en el momento que ya tuviese sus cabellos blancos como la nieve. Porque a Louis lo amaba, y tal vez jamás se olvidaría de el; aun y cuando fuese el ojiazul el que se olvide de aquello, el no lo haría, por más que no le quisiera, estaría siempre a su lado. Y si, esa era su decisión: estar SIEMPRE con Louis.

Sentado en su habitual silla en la cocina, esperaba a la llegada de su madre, y a la finalización de las tareas en la cocina de la mayor frente a él. Observaba a Gemma con atención y cautela. No estaba seguro del hecho del que si su hermana estaba enojada con él o no, ya que no le convencía del todo la situación de su ceño fruncido cada vez que le miraba. La idea de estar castigado se le cruzó en la cabeza, y no aguantó tener la presión encima de no poder ver a Louis en los próximos días. ¡No!