❝Tus ojos son tan azules que no puedo mirar a otra parte mientras descansamos. En silencio susurraste: Amy cásate conmigo, prométeme que te quedaras conmigo. Oh no tienes que preguntarme, tu sabes que eres mi razón de vivir.❞—You; Evanescence.
—¿Louis? Tu mamá en pocos minutos te vendrá a recoger.
—Esta bien, Gemma.
Luego de la siesta de casi dos horas que ambos niños se habían hecho, Anne había llegado a la casa despertándolos con todo cuidado para que las cuatro personas en la casa tomaran un merecido al almuerzo cena alrededor de las seis de la tarde.
Nuevamente Harry había pasado por sus momentos de silencio indeseado, y Louis no tuvo que mejor idea que llevárselo a la rastra consigo hasta el jardín, junto con el rosal. Y fue cuando apenas estaba logrando que Harry le volviera a dirigir la palabra cuando Gemma se le acercó a decirle que su madre estaba por pasar a recogerle en la casa.
Cuando la chica volvió a dejarles solos, Louis retomó su tarea, pero Harry le robó la palabra.
—¿Te iras, Lou?
—Pero volveré—le respondió al instante con una sonrisa.
Harry se encontraba haciendo una pequeña corona de flores como siempre hacía cada vez que podía encontrarse en el jardín con alguien. Y mientras esperaba que Louis le cortara las espinas a las rosas, le miraba con atención pensando una pequeña respuesta a sus palabras.
—No quiero que te vayas—le susurró muy despacio a la vez que recibía una pequeña rosa en sus manos—. Tu me aceptas con mis espinas, no quiero que te alejes, Lou.
—Solo será por unos días, Harry... no debes ponerte de esta forma—no fue lindo para Louis ver como al menor frente a sus ojos se le cristalizaban sus ojos y una pequeña lagrima caía de ellos hacia una de las rosas que tenía en sus manos—. Harry, por favor, voy a volver por ti. Lo prometo. ¿Por qué crees que te dejaría?
Harry no respondió, simplemente siguió dejando caer sus lagrimas y se mantuvo en silencio hasta el momento en que sintió los brazos de Louis rodearle su pequeño cuerpo.
—Dime algo por favor. Apenas me has hablado desde que nos despertamos, Harry...
En vez de responderle, Harry levemente volteó su mirada hacia los azules ojos que Louis, en cuanto vio sus pequeñas lágrimas rebalsar el borde de sus ojos, acercó su dedo pulgar a ellos y los secó con cuidado.
—Es la primera vez que te veo llorar, Harry. Y ya lo detesto.
—Pues las flores también lloran, cuando las veas así por las mañanas solo piensa que te extraño, Lou. Te extraño demasiado cuando no estas aquí conmigo.
Aquellas últimas palabras, sin dudas fueron la gota que rebalsó la paciencia que podía tener Louis en su pequeño corazón. No le resultaba en ningún modo fácil ver a Harry de esa manera, porque siempre que estaba con él, intentaba hacer lo mejor para que se encontrara feliz, cómodo, a gusto con él, y ver esas malditas lágrimas no era para nada algo que deseara ver cada momento que tuviera que alejarse de él.
Tal y como Harry estaba llorando por Louis por primera vez, el mayor de los niños recordó la vez que él lloró por Harry entre las mantas de su cama luego de recibir los golpes de su padre. Y mierda, Louis no quería volver a su casa, no con la posible situación de que su padre se encontrara allí.
Con una leve sonrisa tan falsa como la nieve en el verano, Louis intentó hacer sentir mejor al niño que tenía entre sus brazos. Él estaba ahí para hacerle sentir bien, y eso iba a hacer por el resto de su vida que le quedara con él, porque Harry no era una persona que se mereciera que cosas malas le sucedieran en su vida. Harry el mismísimo ángel caído del cielo que el mundo necesitaba, porque él no merecía el mundo que tenía a su alrededor.
ESTÁS LEYENDO
El niño con zapatos de tacón~. AU [Larry Stylinson]
FanficHISTORIA CANCELADA, MIL PERDONES, POR FAVOR DIRIGIRSE A LA NUEVA CUENTA @WEASLEXSTAND, CUENTA CON MAYOR RESPONSABILIDAD. En obligación de conseguir un poco de dinero para ayudar a su viuda madre, Gemma se encarga del cuidado del niño de 11 años a d...