El niño con zapatos de tacón~. AU [Larry Stylinson]

✘Capítulo 8|| "Mejor que las palabras."

❝Cada vez que nos tocamos tiemplo, haces que quiera... ¿Cuán profundo es tu amor? Solo Dios lo sabe, cariño. No sé otra forma de resumirlo, porque las palabras no son lo suficientemente buenas. No hay manera de que pueda explicar tu amor. No sé otra forma de resumirlo, porque las palabras no serán lo suficientemente buenas. No hay manera de que pueda explicar tu amor. Es mejor que las palabras.❞—Better than words; One Direction.

—Louis, ¿estas seguro de no querer venir a mi casa?

Sentado en la fuente, en la que cada mediodía esperaba la llegada de su madre, Louis se negaba a los ofrecimientos que el niño a su lado le ofrecía. Tanto Zayn como Liam sabían lo que significaba cuando su compañero faltaba dos días consecutivos a clases, y las seguidas veces que sucedía, intentaban que el pequeño de ojos azules se fuera con ellos luego de la escuela con una respuesta afirmativa; pero en esos instantes, menos que menos Louis se encontraba con los ánimos suficientes para estar con ellos.

—Si, Zayn…—le respondió con paciencia—. Ya te dije que estoy castigado.

Zayn y Liam se miraron y ladearon su sonrisa de lado, sin saber como volver a insistir a su amigo en ir con ellos. El castaño se dio por vencido, y dejando una leve palmada en el hombro del ojiazul, se alejó junto al moreno de aquel lugar.

Sin embargo, Louis no deseaba del todo encontrarse solo en esos momentos. El simple terror que sentía de que su padre le pasara a recoger le atormentaba, y aunque odiara tener que esperar durante demasiado tiempo a su madre, deseaba la mínima presencia de Gemma, inesperada como el lunes anterior.

Miraba hacia la calle llenas de autos con padres que pasaban a recoger a sus hijos con una resplandeciente sonrisa en sus labios. Padres alzaban a sus hijos en brazos, y madres le estrechaban en un reconfortante abrazo preguntando sobre su día. Tal vez un sentimiento de melancolía se apoderó de Louis; él deseaba con ansias poder pasar momentos de esos con su propio padre, pero desde el principio, desde que recordaba tener memoria siempre notó ser excluido de su parte con desprecio. Aquello le destrozaba, y no entendía porque no podía recibir un mínimo de cariño de su padre, aun siendo hijo único y sin hermanos.

Estaba perdido en sus pensamientos, y las lágrimas ya asomaban por sus lagrimales amenazando con arruinarle la vista de esos momentos, hasta que una suave mano se apoyó en su hombro. Miró hacia su lado y la imagen de su madre se levantó frente a sus ojos. Ambos sonrieron, y se abrazaron con fuerza.

De alguna forma, Louis por fin se sintió algo seguro, y aunque no se sentía del todo seguro en los brazos de su madre, le gustaba encontrarse con ella y saber que estaba a salvo; por lo menos por los momentos que pasaría junto a ella hasta que se hiciera de noche.

Johanna acarició la espalda de su hijo, y tras separarse de su abrazo le encaminó hasta el lugar donde se encontraba aparcado el auto. Esperaba de alguna forma, que los cambios de planes a partir de esa semana no fueran un problema para Louis, ya que era previsto para ella ya no pasar tanto tiempo con él como tenía planeado. Le vio acomodarse en su asiento y le dirigió una mirada entristecida, que al menor no le dio los ánimos suficientes para saber que era lo que estaba por suceder.

—¿Mamá? ¿Qué sucede?—preguntó preocupado por la mirada que mantenía la mayor.

—Lou… me temo que ya no pasaremos tanto tiempo juntos como pensé—toda clase de buen humor que Louis podría mantener en esos momentos luego de encontrarse de nuevo con su madre, se esfumó en un simple segundo después de que su madre le terminara de hablar—. Me agregaron horas de práctica en la enfermería, y… me temo que a partir de ahora te llevaré a con Gemma cada tarde, y lo mas probable, es que tu padre te pase a recoger.