Infierno 6

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Me miro por última vez en el espejo y me teletransporto a la oficina donde se que trabaja escucho a su secretaria venir hacia acá.

Cuando me ve rueda los ojos no me reconoce al parecer, se acerca a mi y trata de sacarme, miro la placa de oro con el nombre de mi compañero que gracioso que él también tenga el nombre de un ángel.

- disculpe pero al jefe se molestara mucho si la ve aquí normalmente sus queridas o putas lo esperan afuera de la oficina-

Dabria- lárgate y no me vuelvas a comparar con las putas o las queridas de tu jefe- me quito el saco y extiendo mis alas, ella me ve aterrorizada -lárgate- no lo piensa dos veces y se va.

Me acomodo en la silla detrás del escritorio, mi compañero es un típico mujeriego, en la cama le gusta ser dominante y todos sus trabajadores junto a sus socios le tienen cierto temor.

Lo escucho venir, gire la silla para que no me viera y como antes me gustaban mucho las películas donde el chico o la chica que esta sentada en la silla tiene un gato yo decidí invocar a un cachorro de pantera.

El cachorro se acomodó en mis brazos y Ezael abrió la puerta de su oficina.

Ezael- ¿quien esta ahí?- me reí y me gire a verlo, siempre quise hacer esto, bueno ya, me mira asombrado, no puede creer que yo esté aquí.

Dabria- hola- mi voz salió seductora.

Ezael- ehhh ho...hola- carraspeó y dejo de mostrarse sorprendido.

Dabria- anoche fui un poco dura contigo por que la verdad es que no me esperaba encontrarte tan rápido y menos que fueras pues un humano-

Ezael- no entiendo a que te refieres-

Dabria- pronto entenderás- me levanto de la silla desapareciendo al cachorro de pantera.

Ezael me mira de pies a cabeza y lo siento excitarse, logrando que se me erice la piel sonrió.

Ezael- eres una demonio la demonio que apareció en televisión- mi sonrisa se amplió.

Dabria- así es, soy la reina de los demonios semidiosa del infierno y tu eres mi compañero de obscuridad, es lo mismo que un alma gemela- él suelta una carcajada.

Ezael- l...lo siento esa si que fue una buena broma- al ver mi expresión seria dijo -lo siento preciosa pero yo no soy de una sola mujer yo solo quiero una noche de sexo contigo- sonreí por que sabía que podía marcarlo y entonces sentiría tanto asco de tan solo ver a otras que volverá a mis brazos.

Dabria- por mi no hay ningún problema- me acerque a él lentamente, vi como mi caminar lo hipnotizaba, cuando estuve frente a él lo mire a los ojos después baje mi mirada a sus labios y lo bese.

(Atención soy muy mala escribiendo escenas sexuales si no quieres leer esta parte abajo dire cuando acabe)

Nos besamos con pasión él quería marcar él ritmo pero yo se lo impedía, lo lleve hasta el sillón con mi magia hice que nadie pudiera ver lo que hacíamos.

Nos separamos por falta de aire, pero baje mis besos a su cuello, le arranque la camisa y él me miro un poco molesto por que yo era la que llevaba el control.

Deje que nos cambiara de posición, me beso el cuello y bajando fue bajando hacia mis pechos, rompió el bralette que traía y mientras que con una mano me acariciaba rudamente uno de mis senos el otro lo metió en su boca.

Gemí fuerte, esto era solo sexo pero estaba disfrutando mucho y se que él también lo está disfrutando mas de lo que ha disfrutado con otras chicas lo dejare que lleve el control solo por esta vez.

Se separo de mi y se desabrocho el cinturón, se bajo el pantalón y antes de que se bajara los bóxers, lo detuve, se los baje con los dientes disfrute de su cara de placer que puso al verme hacer eso.

Me levanto del sillón y me quito la falda.

Ezael- me encantas- dijo al ver que no traía nada debajo de la falda, estaba completamente húmeda, me hizo arrodillarme para que le diera sexo oral.

Hice que mi boca se enfriara solo lo suficiente para que él lo disfrutará, me metí su pene a la boca.

Ezael- ohhh sii- sonreí me lo metí completamente a la boca, lo metía y lo sacaba escuchando sus gemidos, él me agarró el cabello y comenzó a menear mi cabeza.

De repente paro, me lo saque de la boca y me levante.

Dabria- ¿por que paras?- no me contesto me agarro de la cintura y yo envolví mis piernas en su cintura, roce su erección.

Ezael- te voy a enseñar lo que puedo hacer- me penetro fuerte y sin avisar, grite de satisfacción -maldita reinita estas muy estrecha- sonreí y ataque sus labios mientras él me penetraba rudamente.

(Aquí acaba)

Cuando llegamos al orgasmo él cerró los ojos de placer y yo aproveche para morderlo, enterré mis colmillos filos en su hermosa y suave piel, su sangre sabía tan bien.

Gimió de dolor y creo que es el gemido que mas he disfrutado, la marca no se borrara por que completamos la unión.

Saque mis colmillos, lamí la sangre que salía de la herida e hice que cicatrizara mas rápido.

Ezael- maldita perra ¿por que me mordiste?- desenrede mis piernas de su cintura y me separe de él, con un chasquido de dedos yo ya estaba vestida con mi mismo outfit.

Dabria- solo un pequeño recuerdo cariño ya que no me querrás volver a ver según tu- me acerque a él y le susurre en su oído -pero si me quieres volver a ver solo di mi nombre en voz alta 4 veces, me llamo Dabria- le mordí el lóbulo de la oreja y me separe de él.

Ezael- jamas te llamaría- me reí

Dabria- lo mismo me han dicho millones de mujeriegos y siempre vuelven aun que contigo será aun mas diferente, te veo luego cariño- desaparecí de su vista.

Ezael- maldita reina del infierno, ella me va a rogar a mi no yo a ella- me reí al escuchar como pensaba.

Volví al castillo sintiéndome muy satisfecha sexualmente hablando ya veremos quien le ruega a quien.

Mi compañero de obscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora