Infierno 9

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Camino hacia mi habitación con la invitación en la mano, al llegar veo a Ezael comer tranquilamente cuando me nota deja su plato a un lado.

Dabria- iremos a una fiesta mañana en la noche-

Ezael- iremos me suena manada- sonreí.

Dabria- exactamente a una manada es a donde iremos- él me miro sin entender pero yo no le explicaría nada dejaría que lo viera con sus propios ojos.

Ezael- no entiendo- me reí.

Dabria- lo normal para un humano como tu- salí de la habitación para dirigirme a cazar almas humanas esa es mi comida y aun que los demonios no comen muy seguido yo si lo hago.

Bajo al infierno veo que todo esta en orden exactamente como me gusta, escucho los gritos de agonía de algunas pobres almas torturadas por mis demonios.

Voy a donde están las almas mas puras del infierno esas que los ángeles dejaban al olvido en accidentes de carretera o que morían cuando todavía no era su tiempo.

Me ceno unas cuantas sembrando terror en las demás a esta área solo yo tengo acceso nadie mas puede entrar aquí y las almas llegan por si solas.

Voy a mi castillo, se ve que hay una fiesta varias demonios de placer y lujurias caminan semidesnudas por los pasillos yo las miro enojada.

Ellas rápidamente huyen pero él anfitrión de esta fiesta no se va a salvar por nada del mundo.

Aparezco en la sala del trono hay una orgía el olor a sexo es tan fuerte que tengo que taparme la nariz, al sentir mi presencia todos se detienen menos uno.

El demonio al que deje encargado cuidar el infierno se esta comiendo a besos a una lujuria mientras que hace que otra lo cabalgue sobre mi trono.

Mi furia hacia el va en aumento pongo mi sonrisa más tétrica y comienzo a aplaudir sacando a ese trio de su burbuja de placer.

Dabria- Judas tu si que sabes como montar una fiesta- me rio, las lujurias y las demonios de placer tratan de huir pero no se los permito.

Judas- m...mi reina- hago que las cabezas de las demonios qué estaban con él exploten, él obviamente se asusta y trata de salir corriendo pero lo detengo sin mover un dedo.

Dabria- vas a decirme por que hiciste esto hoy y si lo has hecho desde que me fui-

Judas- l...lo hice apenas hoy mi reina, no la esperaba- me acerque lentamente a él como una víbora se acercaría a su presa para no asustarla.

Dabria- mentira, sabes que yo puede venir cuando sea, después de todo este sigue y seguirá siendo mi reino- gruñí y al estar frente a él lo tome de la barbilla haciendo presión sobre sus huesos.

Judas- su alteza por favor piedad- negué lentamente.

Dabria- puedes hacer las orgías que quieras en tu casa pero no aquí, este es mi castillo mi casa, aquí no puedes hacer lo que se te venga en gana- seguí apretando escuchando como se quebraban los huesos de su mandíbula pero la presión iba mas haya del lugar en el que lo estaba agarrando.

Los huesos de su cabeza se iban quebrantando poco a poco haciendo un sonido digno de admiración para mi pero digno de dolor para él.

Gritaba y sentía que se desgarraría las cuerdas bucales en cualquier momento, lo soltó pero no por mucho tiempo ya que le arranque el negro corazón que tenía para después hacerlo cenizas.

Dabria- este destino lo sufrirá todo aquel que intente hacer lo que le venga en gana en mi castillo ¡¿entendido?!- gruñí.

Las demonios asintieron y las deje irse, hice el cuerpo cenizas, genial tendré que lidiar con el problema de encontrar a alguien de confianza rápidamente.

Suspiro y entonces la imagen de Circe me llega a la mente, podría ponerla de mi representante temporal en el infierno.

Dabria- Circe ven aquí- ella apareció frente a mi minutos después arrodillada.

Circe- ¿que sucede Dabria?- me mira a los ojos y se que esta viendo lo que paso hace unos minutos -ya veo-

Dabria- te llame por que necesito que me representes aquí por un tiempo en lo que encuentro a alguien mas apto para la tarea-

Circe- lo haré con gusto mi reina- se inclino haciendo una reverencia.

Dabria- mas te vale no fallarme Circe por que no dudare en arrancarte la cabeza si siento que se te esta subiendo el poder- la veo tragar saliva.

Circe- no le fallare mi reina- asentí y salí de ahí.

De verdad espero que no me falles Circe o te daré mil años de tortura antes de matarte.

Aparecí en mi castillo de la tierra, veo como mi madre y mi padre cuidan de unos cachorros de perros del infierno, mi madre los acaricia con mucho cuidado mientras mi padre la mira con amor.

Me alejo de ahí para caminar a mi habitación, al entrar veo a una demonio muy entretenida platicando con mi compañero.

Dabria- Anubis ¿que haces con mi compañero de obscuridad solos en mi habitación?- ella se voltea y me mira con una expresión de miedo.

Anubis- mi reina no es lo que parece- alzó una ceja.

Dabria- ¿que es entonces?- él intenta hablar pero con una mirada mi se calla.

Anubis- solo estaba tratando de explicarle nuestras tradiciones y todo lo que implica ser su compañero de obscuridad, el cocinero me envió por que su compañero parecía muy aburrido- gruñí.

Dabria- eso yo se lo iba a explicar cuando él me aceptara y me reclamara, si esta aburrido es por que quiere ahí tenía la televisión y su celular para entretenerse en lo que yo venía, ahora sal antes de que decida matarte frente a él- ella abrió los ojos sorprendida es mi consejera pero puedo matarla si así lo deseo y poner a otra de las sabias en su lugar.

Anubis- si mi reina- salió corriendo de mi habitación, mire a Ezael y parecía diferente a cuando lo traje.

Me senté en mi cama quitándome los tacones, sentí sus manos dar un suave masaje en mi hombros, pero saque mis alas enviándolo lejos de mi.

No quería que me tocara cuando estuvo con Anubis digo se que ella no lo toco pero aun así mi lado posesivo quería salir y volver a clavar mis colmillos en la marca que le hice.

Mi compañero de obscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora