Se podría decir que ese día las cosas se habían inclinado en su favor, desde el momento en que su anciano esposo se llevó la mano al pecho, hasta el momento en que le anunciaron que había fallecido. Y más que una sorpresa, había sido un regalo de los dioses, un regalo que valía millones de karmas.
Rubén Doblas salió de ese hospital con una expresión dolida, lágrimas en los ojos y aferrándose al brazo de su guardaespaldas personal. El joven Omega tenía 25 años, y hacía 2 años se había casado con uno de los Alfas más adinerados de la gran capital del sur. Un hombre que era casi 50 años mayor que él.
Pero la diferencia de edad nunca había sido un impedimento para Rubén, porque casarse con ese anciano había significado una vida de lujos y comodidades. Y sin un acuerdo prenupcial o un testamento, toda su fortuna pasaba a ser suya ahora que había muerto; tal y como había planeado desde el principio.
-Les tomará un par de días tener todo listo para el servicio funerario. Merlyn y Valentina llegaron justo cuando salíamos- David Romero, su guardaespaldas personal y uno de los únicos Alfas que tenían permitido acercarse a él, tomó su mano y depositó un beso en ella. Rubén sonrió y le regaló una caricia a las suaves plumas que cubrían parte de su rostro.
-Puede tomar el tiempo que sea, por qué lo importante ya ha pasado. La espera ha terminado- se dedicaron una sonrisa enamorada antes de que el Alfa encendiera el automóvil y emprendieran el camino de regreso a la enorme mansión donde vivían.
David y Rubén eran cómplices en aquella jugada maestra. Llevaban 6 años juntos, se habían conocido gracias a un desafortunado incidente con el celo del Omega y sólo faltaron un par de citas para que se dieran cuenta de lo compatibles que eran. En tres meses más descubrieron que ambos llevaban a cabo pequeñas estafas para sacarle dinero a cualquier adinerado Alfa u Omega que se les cruzara en el camino; y comenzaron a trabajar juntos.
Les gustaba la buena vida con el mínimo esfuerzo, razón por la cual se habían mudado a la capital del sur. Ahí vivían la gran mayoría de millonarios, en sus grandes mansiones y lujosos apartamentos. Y con la mente puesta en una recompensa grande, Rubén había usado sus encantos para conquistar a Merlon, un millonario dueño de miles de negocios petroleros y con un imperio de minas de diamantes.
No había sido fácil, el anciano era muy reservado y parecía no querer ninguna relación seria, especialmente con un Omega tan joven. Pero Rubén era ingenioso y además, era un Híbrido. Los de su especie eran muy cotizados, a los ricos y famosos les gustaba lo exótico; y que más exótico que un joven Omega con orejas y cola de oso, que podía cambiar su forma a voluntad. Sólo con eso tenía a la mitad de los Alfas de la ciudad interesados; y para rematar, poseía unas muy peculiares feromonas. El chico había aprendido desde muy joven que su aroma era diferente al de otros Omegas, tenía un toque muy particular que lo hacía más irresistible. Y vaya que había hecho un buen uso de ese regalo de los dioses.
Aunque David había sido de mucha ayuda en el proceso de conquista a Merlon. El Alfa era un Híbrido también, una de las tantas razones por las que encajaba muy bien con Rubén. Y gracias a que había pasado la mayor parte de su juventud con una bruja, tenía un extenso conocimiento en pociones. Un poco de esa magia fue todo lo que faltó para que el anciano cayera rendido a los pies del Omega. El compromiso, la boda y lo que siguió, habían salido a pedir de boca; el único obstáculo en su plan había sido el tiempo que tardó el anciano en morir. Dos años habían esperado para que Merlon al fin partiera al más allá.
Pero ahora eran libres, en cuestión de semanas los millones de Merlon habrían sido movidos a nombre de Rubén. Y de ahí les esperaba una vida de placeres y riqueza sin límite. O eso esperaban.
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MENTIRAS - Omegaverse
FanfictionEra un experto en mentir, lo había hecho con su fallecido marido sin problema. Pero esos ojos tan hermosos, que parecían llegar hasta lo más profundo de su alma, le hicieron dudar. ¿Podría mentirle a ese hombre que le declaraba su amor con tanta fa...