MinHo y JiSung no tenían ninguna relación y ese era el problema, porque JiSung estaba embarazado de MinHo.
~Fecha de publicación: 30 junio 2020
~Fecha de término: 15 septiembre 2020
~Actualizaciones: Martes y viernes
~Extensión: Intro + 20 capítulos...
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MinHo estaba buscando a JiSung por toda la casa pero no podía encontrarlo, no estaba en la sala, la cocina, el baño ni en su habitación pero sentía con fuerza el aroma a galletas.
—¿Sung?—preguntó y otra vez hubo silencio en toda la casa, comenzó a preocuparse, sin embargo, a través del lazo sentía la tranquilidad del omega así que sabía que estaba cerca. Una idea llegó a su cabeza—. Ya sé dónde está.
No tardó en caminar apresurado hacia la habitación que sería de SungMin, abrió la puerta despacio y sintió una gran tranquilidad cuando vio que su omega estaba acostado en un sofá, durmiendo pacíficamente. Se había vuelto un tierno pasatiempo para JiSung estar en la habitación de su cachorro, imaginando como sería y la felicidad que sentiría al tenerlo en brazos. Había decorado la habitación del cachorro un montón de veces y cada vez que podía, agregaba algo más al lugar, ciertamente parecía sacada de revista.
MinHo sonrió por la escena frente a él, sabía que el embarazado estaba muy cansado, aún en su vientre ambos podían asegurar que su cachorro sería muy revoltoso, pasaba gran parte del día durmiendo y en la noche, se movía tanto que no dejaba a su padre omega dormir.
El alfa se adentró al lugar, sentándose en el poco espacio sobrante que el omega dejaba, JiSung se removió y abrió lentamente los ojos al sentir el conocido olor a café.
—Lo siento—se disculpó el mayor—, no quería despertarte.
—Está bien—respondió Sung con voz adormilada—, iba a despertar de todos modos, SungMin comenzó a moverse.
El omega apoyó su cabeza en las piernas del alfa, quién comenzó a acariciar su vientre distraídamente.
—SungMinnie, debes ser bueno con papá Sung—habló MinHo, después de eso sintió una patadita—, lo sé, cachorro, pero debes dejarlo descansar, así como tú eres flojo y duermes todo el día, él también necesita dormir y descansar.
—Dile algo más—pidió el omega.
—¿Cómo qué?
—No sé, pero le gusta escucharte y a mí también me gusta escucharte.
—Prometo que voy a cuidarte, cachorro, a ambos—sonrió—, me encargaré de eso, no voy a dejarlos solos y les diré constantemente lo mucho que los amo para que no lo duden.
—Te amo, MinHo.
—Dime algo que no sepa—bromeó.
—Sigo pensando si fue buena idea emparejarme contigo—rió al ver la expresión indignada de MinHo.
—Ya no puedes arrepentirte, Ardilla—recordó el alfa—, y sí, yo también te amo.
—Lo sé—ambos rieron—, queda poco para que SungMin esté con nosotros, ¿tienes miedo?
—Como no te imaginas—confesó—, pero prometo poner de mi parte para que todo funcione, ¿y tú?
—Sí, aunque sé que tengo la ayuda de todos quienes nos rodean—sonrió, tomando la mano de MinHo.