MinHo y JiSung no tenían ninguna relación y ese era el problema, porque JiSung estaba embarazado de MinHo.
~Fecha de publicación: 30 junio 2020
~Fecha de término: 15 septiembre 2020
~Actualizaciones: Martes y viernes
~Extensión: Intro + 20 capítulos...
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JiSung soltó un quejido en cuanto se removió en la camilla y un leve dolor en su abdomen se hizo presente, haciendo que se quedara quieto.
Se sentía distinto, estaba algo aturdido, sus ojos pesaban un poco y el dolor en su abdomen no lo dejaba descansar. Aún con sus orbes cerradas frunció el ceño, sonará algo extraño pero se sentía vacío, algo faltaba, su vientre ya no pesaba como antes.
"¡SungMin!" pensó alarmado.
Abrió los ojos de golpe y se arrepintió cuando la luz del día lo cegó por completo así que se vio obligado a cerrarlos otra vez.
—¿Sunggie?—reconocería esa voz en cualquier parte del mundo ya que se trataba de MinHo.
Esta vez no cometió el mismo error y abrió lentamente sus ojos, parpadeando un poco para acostumbrarse a la luz de la blanca habitación. Vio a su alfa a un lado de la camilla con un pequeño bulto en brazos, el rostro de MinHo transmitía mucho cansancio pero aún así una linda sonrisa decoraba su rostro.
La mirada de JiSung bajó para centrar su atención en el bulto que estaba envuelto en una linda mantita celeste, un nudo apareció en su garganta y tuvo muchas ganas de llorar cuando pudo ver la carita del bebé.
No tardó en entender.
Era SungMin.
Su SungMin.
Su pequeño cachorro.
—Hola—saludó MinHo en voz baja, temiendo despertar a su hijo que dormía tranquilamente en sus brazos—, ¿cómo te sientes, Sung?
JiSung sonrió con sus ojos llenándose de lágrimas ante tal escena, tratando de recordar qué pasó y sintiendo algo de ansiedad debido a que no tiene ningún recuerdo del parto.
Carraspeó un poco antes de responder.
—Estoy bien—su voz sonó ronca y adormilada—, solo algo cansado y un poco adolorido, quiero seguir durmiendo.
—Debe ser por los sedantes—informa el mayor.
—¿Qué pasó? ¿Por qué no recuerdo el parto?
MinHo hizo una mueca.
—Te desmayaste en cuanto entraste a la sala de partos, sangrabas demasiado y los doctores decidieron hacer una cesárea de emergencia para después detener el sangrado—al omega le dolió hasta el fondo la mirada de dolor que su alfa le dio—. No sabes lo mucho que sufrí cuando me preguntaron a cuál vida tendrían que darle prioridad en caso de que las cosas salieran mal.
JiSung tragó saliva.
—Está bien—lo tranquilizó—, ambos estamos bien, no debes preocuparte.
—Lo sé, lo sé. Has estado durmiendo desde ayer, la cirugía salió bien pero decidieron sedarte para que descansaras un poco y ver tu evolución.
