On Track // MinSung

3

—¡No!

JiSung intentó cerrar la puerta en cuanto vio quién se encontraba frente a él, pero MinHo fue más rápido y apoyó su mano contra la superficie de madera, pudiendo entrar a la casa. Por fin pudo ver al lindo omega que buscaba hace un mes.

El fuerte olor a café de MinHo lo golpeó y lo dejó anonadado en su lugar mientras que el alfa tomaba profundas respiraciones, embriagándose del delicioso aroma a galletas de JiSung.

Retrocedió dentro de su propia casa, tratando de alejarse de Lee no obstante este no lo dejó, puso sus manos en las caderas del menor y lo acercó más a él, miró sus ojos y vio que estos se habían vuelto más oscuros que de costumbre; No era MinHo quien tenía el control de su propio cuerpo, sino su lobo.

—Quieto—gruñó y hundió su nariz en el cuello de JiSung, aspirando profundo, había extrañado un montón el olor del omega.

JiSung cerró sus ojos, disfrutando de la sensación de estar cerca de Lee y dejó sus manos en los brazos del alfa, esperando que el olor del mayor lo envolviera completamente.

—¿Estás solo?

—Ajá—respondió, sintiendo el aroma a café de MinHo en sus fosas nasales.

El día anterior se negó a hablar con él, estuvo a punto de llamar a sus padres con la esperanza de que pudieran ayudarlo pero después desistía. Se supone que era un adulto, no podía refugiarse en brazos de sus padres para siempre cada vez que tuviera un problema.

Pasaron horas hasta que entrada la noche, MinHo se aburrió y se fue, diciendo que no iba a rendirse tan pronto, porque tenía cosas importantes que hablar con él. JiSung lo único que agradeció fue que Lee se fue antes de que sus padres llegaran porque no quería pensar lo que hubiese pasado si se hubiesen visto.

Ese día se había levantado más tarde que de costumbre, tal vez porque la situación del día anterior lo había dejado muy cansado. Vio dos notas, una era de Felix y decía que iría al supermercado a comprar cosas que faltaban para el almuerzo y la otra era de HyunJin, en la cual informaba que entraría en cualquier momento en celo y había ido a casa de JeongIn para pasarlo. Eso quiere decir que no verían al alfa en varios días.

Cuando golpearon la puerta, nunca se le ocurrió pensar que se trataba de MinHo, así que abrió, encontrándose de frente con Lee. Todos saben que pasó después de eso.

—Hueles más dulce que de costumbre—MinHo volvió a gruñir, ciertamente, le encantaba el sutil olor a galletas que emanaba JiSung en el pasado, pero ahora era mucho más fuerte, mucho más dulce y más embriagador que antes. No salió de aquella zona erógena hasta que logró sentirlo: un tercer aroma muy débil.

"Huelo más dulce que antes" pensó JiSung, aún atontado por la cercanía "¡Mierda!".

El embarazo.