Capítulo 42 Guerra de Dioses parte 1

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Gracias por sus votos besos.


 Omnisciente

Todo era muy sorprendente y doloroso de ver, intentan destruir el campo de fuerza que no los dejaba pasar. Yack estaba en estado de shock, su pareja acaba de ser sacrificada junto a su pequeño bebé que no pudo ver la luz del día, se sentía impotente al ver a la mujer que ama tirada en el suelo perdiendo su brillo.

Saíd no dejaba de golpear la barrera sin importarle destruir sus manos intentando acercarse a su soul mate, no quería aceptar que ella estaba muriendo, Bastian no se queda atrás, él solo está enfocado en llegar a Sophie no le importa si él se lastima en el camino.

Eli se siente muy impotente por no poder salvar a las chicas, su sangre se unió mientras el brujo poseído decía su hechizo

—De pura et sanguis sanguinem uvæ et semidei non possumus aperire portal hominum converterint se conspirantes in quam ut ulciscar —decía sin cesar, más neófitos estaban apareciendo a su alrededor y más brujos de magia oscura Eli mira los ojos de todos y ellos no estaban siendo poseídos la pregunta que ella tenía era:

—¿Quién lo estaba poseyendo?

Viendo que no podían traspasar la barrera, Eli trata de adelantar sus planes.

—¡Nethan haz el hechizo de contención para que no lleguen donde los humanos! —le grita a su hermano que solamente asiente.

Se convierte en un fénix completo, su cuerpo lleno de llamas, se dirige volando en dirección donde termina el bosque y comienza la ciudad humana.

—¡Semyazza lleva a los de la manada con Nick! —el caído se dirige dónde están los de la manada, algunos de los mayores hombre y mujeres comenzaban a correr en dirección donde está el desastre, su alma de guerrero les pedía pelear, pero ya sus cuerpos estaban cansados.

—¡Papá has un portal hacia el castillo, ahí se irán todos para resguardarse! —sigue gritando pero esta vez con menos intensidad.

—¿Tu abuelo sabe que los envías ahí? —le pregunta.

—No, pero al ver por qué los envió no dirá nada —Mario solo veía como su mate daba órdenes a todos y se dirigía a él sabiendo las intenciones de su pareja.

—¡No lo haré, Eli no me iré! —sabe que ella quería mandarlo con su manada, sabía que ellos estaban seguros—. ¡No me alejaré de ti, pelearé a tu lado! —Eli solamente lo ve, hasta que lo agarra desprevenido y lo besó, era profundo e intenso, quería demostrarle cuánto lo ama, sin importar las peleas que han tenido, se separa poco a poco de él y le entrega una botella pequeña con un líquido naranja casi rojo.

—Bebe esto —estaba recuperando el aire a sus pulmones— si pelearas conmigo quiero que tengas las fuerza de un fénix —le dice.

Sabe que cuando se marcaron podrían compartir poderes, pero al estar separados Mario no pudo desarrollar aquellos dones, por eso necesita el extracto de flor de fénix.

—Esto es lo que tus guerreros le daban a los míos. ¿Qué es?

—Esto es un preparado que se hace con la flor Fénix nacida de las lágrimas de un fénix, te dará las fuerzas de un Fénix por algunas horas —se dan otro beso, Eli se aleja y él toma el brebaje, aunque le sabe un poco agridulce. Sabe que tendrán que hablar, que eso no se queda, tienen que tener más comunicación y Mario sabe que tienen que disculparse por mucho.

No muy lejos los dioses sienten la presencia de muchos lobos en su propiedad, el padre de ellos se dirige a dónde se siente la presencia. Los ayudantes de los dioses ayudaron a los mayores a acomodarse en el patio del castillo.

La chica Fénix [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora