Mi pequeño alumno♡|• ᵀᴷ

Capítulo 15:

"Amor propio"

Sujete sus caderas para detener sus movimientos prematuros, la coherencia me llegó, escaneo su rostro se muestra confundido, no haría las cosas así, recientemente tuvo un ataque por su físico e inseguridades, que yo actuará a como él esperaba solo aumentaría aquel temor.

—Así no, Jungkook—acaricie su cintura y luego deje mi vista sobre sus ojos.

—Yo quiero que lo hagas, así que házlo—reprocho con un mohín bien marcado, su dedo se enredó en uno de mis mechones lo ví enrollarlo su labio apresado por sus dientes daba mucho que pensar, sin embargo mi respuesta ya se encontraba asentada.

—No, no lo haré,—negue una vez más y sujeto su rostro—no necesitas que tengamos sexo para asegurarte que me quedaré contigo, la persona que solo te quiere por sexo es un mounstro, no solo eres un bonito cuerpo, Jungkook eres más que solo eso.

El silencio inundó toda la sala nuestros cuerpos dejaron de ser iluminados por la luz artificial del televisor, lo ví agacharse, su mano tomo control de mi mentón un tenue y dulce beso fue depositado sobre mis labios, Jungkook se alejo lentamente sin despegar sus ojos de mi me abrazo y recargo su cabeza sobre mi hombro.

—Gracias—rodee su cuerpo con cariño mientras sentía su corazón tratar de hacer contacto con el mío —Jimin me dijo que hiciera esto y si tu te ibas primero por el deseo sexual era porque querías jugar conmigo... También menciono que si lo impedías sería porque si querías algo serio.

—Jungkook... No soy esa clase de chico, si no me hubieras cautivado simplemente no te daría importancia como lo he hecho con todos, esto esta muy mal— mencione acariciando su cabello, este asintió en silencio no tenía mucho que decir, cuando era pequeño siempre escuche que la vida es sencilla cuando aprendes a vivir el momento, actualmente aplicaría esos monosílabos para actuar correctamente.

—Tae, ¿Tu tienes amor propio?—Jungkook dijo alzando su cabeza para verme, que buena pregunta, ahora que lo pienso en realidad no existía ese amor, conocía la belleza extraordinaria que me cargaba, aunque desde que tengo memoria he sido egoísta conmigo mismo.

—Sería mentira decir que lo tengo, existe porque claro que existe hay momentos en los que parezco más narcisista que la palabra aunque como todo tengo mis batallas emocionales y físicas—este asintió una vez más volviendo su cabeza a donde originalmente la descansaba.

—Debes amarte antes que a alguien más, yo no me amo por eso todos los días pienso profundamente en que sería de nosotros si llegáramos a segunda base, me gustas porque se que me gustas, y aunque eres el primer chico que despierta este sentimiento en mi me parece ameno y agradable, pero, siendo sincero no puedo amarme a mi, ¿Cómo saber si todo esto que siento cuando estás cerca es real y honesto?—colocó mi mano sobre su pecho, su corazón latía desenfrenado dejando en exhibición lo agradable que le parecía mi presencia.

Apreté su mano yo tampoco tenía respuesta para eso, llevábamos poco conociendo y descubriendo pequeños fragmentos del otro, incluso tener una relación ahora era arriesgar nuestra estabilidad emocional, formalizar algo llevaba sus responsabilidades y empeño, detalle que nos costaría a ambos ahora que conocíamos ese punto débil de cada uno, parecía nuestro talón de Aquiles.

Lo sentí dejar la manta sobre ambos lo observe de reojo bostezar y me enfoque en repartir caricias en sus hombros y cuello, lo tome con firmeza de los muslos y me puse de pie, entre murmurós me indicó en donde podíamos dormir, sin titubear acate sus órdenes al estar en la recámara lo baje con sumo cuidado a la cama le cobijo y lo dejé descansar, lo correcto era que durmiera seguir impidiendo que lo hiciera solo le traería problemas más tarde.