Mi pequeño alumno♡|• ᵀᴷ

Capítulo 3:

"¿Las casualidades existen?"

Terminaron las clases salí corriendo pues un chubasco se acercaba y no quería llegar mojado a mi casa la mayoría de veces abordaba el bus, el clima me avisaba que me quedaba poco tiempo para llegar a mi residencia, la gente caminaba obstruyendo me el paso que me llevaría hasta la parada, los truenos se desataron recordando el chubasco por venir.

Fruncí los labios cuando el camión avanzó dejándome a la deriva el próximo tardaría bastante en llegar, debía exigir que me dieran un auto si o si, cada día sufría por lo mismo, detestaba caminar bajo la lluvia al parecer hoy me tocaría hacerlo, maldita suerte lo que no quería sucedió comenzó a llover me tape con mi suéter pero eso no me salvaba de que me mojara la lluvia aumento y aún me faltaba camino para llegar a casa sentí como mis tenis se humedecieron el agua se metía a mis zapatos de pronto un auto azul se detuvo mi ropa siendo un desastre y no quería ni siquiera pensar en mis útiles.

Mis ojos se quedaron plasmados sobre el Hyundai frente a mi, las luces se encendieron y la puerta de este se abrieron, me quedé perplejo ante la sensual imagen del profesor de matemáticas con el cabello húmedo y los lentes cayendo sobre su nariz.

Me fui directo al cielo en aquellos ojos, su mirada era penetrante, tan misteriosa y oscura, su semblante se relajo aclaro su garganta y me miró.

—¿Te gustaría que te lleve a tu hogar?—se atrevió a preguntar mi vista estaba nublada debido al agua que caía sobre mi rostro, no quería molestarlo, vamos esto ya era demasiado extraño, iba a negar pero este volvio a insistir—Vamos sube, te llevo a tu casa  no quiero que te enfermes por que te estás mojando demasiado pescaras un resfriado.

—No, gracias, no me gustaría darle ese tipo de problemas—negue suponiendo que eso era lo correcto, pensé que así se iría y me dejaría ir solo hasta mi hogar.

Era mi sueño de toda la vida.

Alguien llegando por mi al rescate, leer demasiadas historias de amor me alzaban las expectativas de algún modo aquello me conllevaba a crear escenarios que probablemente nunca sucederían, temblé no quería subir mi cuerpo se congelo, lo observé acercarse hasta donde estaba sentí que tiró de mi brazo haciéndome reaccionar, sonrojado subí al auto, sentí mi garganta anudada,  la calefacción ayudaba a no darme cuenta de la cantidad de agua que recibió mi cuerpo.

El día de hoy fue tan confuso que repasarlo en voz alta sonaba como un sueño, tan irreal y con escenas tan casuales solamente en libros de romance cliché.

—¿A dónde te llevo?—la voz profunda de Taehyung me hizo volver en si, olvide aquel detalle, mi madre armaría un revuelco si nos veía llegar juntos y haría cientos de preguntas incómodas.

—Solo siga derecho y da vuelta a la izquierda después de cinco calles, luego da una a la derecha y sigue de corrido, por el boulevard del centro comercial—lo mire y después desvié la vista el calor del auto me mantenía distraído en otras cosas y me ayudaba a no pasarla tan mal— y sigue tres calles después del centro comercial.

—Oh ya se por donde—sonríe y el camino dió marcha.

Mi mente se cansó de tanto analizar la situación, no pude evitar observar atento los dedos largos de este, el peculiar anillo sobre su dedo anular dándome recordatorio de que se encontraba casado, probablemente con una hermosa chica.

Mi mente se centró ahora en aquel tema, no tenía cara de tener hijos, aún era joven o quizá sí tenía recordaba que conocía amigas de mi madre que permanecen jóvenes aunque ya tenían una vida hecha.