Capítulo 1:

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"Mi primer día de clases"

La alarma sonó varias veces sacándome de mi descanso la apague como solía hacer cada vez que me interrumpía, todo seguía con tranquilidad me quedé dormido. La puerta sonó era mi madre llamándome recordándome que debía alistarme para salir a la preparatoria, genial lo había olvidado.

Las vacaciones concluyeron.

Hoy era mi primer día de clases en el último año de mi preparatoria lo que pensé que no lograría lo hice a jalones y estirones logré llegar a último grado de escuela. A pesar de lo bien que me iba en cuestión de calificaciones había algo que no me dejaba avanzar de la forma adecuada.

La situación económica en mi casa solo empeoraba mis probabilidades de concluir mis estudios, agradecía al dios que fuera me permitió llegar hasta aquí. Con pereza me levanté buscando mis sandalias, sobe mis ojos para apartar la pereza, debía admitir que seguía cansado.

Trabajar durante vacaciones nunca se me dió y esta vez que conseguí un trabajo en una cafetería me abrumaba el simple hecho de pensar que tome cursos y trabaje al mismo tiempo sin tan siquiera haber aprovechado mis días de descanso.

El reloj me avisó que eran las cinco treinta con un suspiro hondo y a pasos rápidos me adentre al baño, hoy sería un largo día; gracias a los concejos de gente apartada de mi corto círculo de amistad pude darme cuenta de lo pésima que era mi relación ante los ojos de los demás, desde siempre supe que salir con una chica fuera de mi estatus social era arriesgado, y claro que no me equivoqué.

Lisa era una chica fuerte, irradiaba belleza por donde le vieras, carismática, inteligente, con modales, una economía estable como todo tipo de persona no todo era bueno en ella, y eso lo descubrí la primer vez que entro a mi hogar.

La primer queja que resbaló de sus labios fue "Mmh no pensé que enserio vivieras en un barrio tan jodido como este" , tenía entendido que el lugar donde habitaba no tenía bulevares como la zona de gente acaudalada como ella, menos era un vecindario lleno de mansiones, honestamente creo que lo más estúpido que alguien podía decir era aquello.

La segunda fue el día en el que convivió con mis amigos, diciendo "¿Quién en su sano juicio se divierte viendo una bola de inútiles correr tras un balón", mierda, aquel día fue horrendo en primera el hermano de mi mejor amigo era quien mostraba la época donde fue futbolista, sueño que se rompió cuando se fracturó el pie, aquella vez pedí más disculpas que las que mis padres recordarán en mis años de vida.

De la tercera ni hablemos todo fue porque la lleve a un puesto de comida rápida, aquel día me humilló, una vez le pase aquel detalle luego fueron constantes insultos peleas y demás, este último año no sería así estaba dispuesto a darle fin a mi relación tóxica con Lisa en cierta parte me gustaba al principio pero luego las cosas cambiaron, una vez estuve listo tome mi mochila me despedí de mi madre y salí a la cafetería a comprar mi café, fácil sería prepararlo en casa, claro, para una persona que viviera sola porque mientras yo siguiera con mi madre no debería beber ni una sola gota de café, pues según ella la cafeína me haría daño con el paso del tiempo.

Las calles de Seúl a estas horas solían llenarse de tráfico y más ahora con el inicio de clases por lo cual disfrute haber salido con un poco de tiempo extra, mi vista iba de vez en cuando perdida en el cielo, quién me ofrecía un excelente inicio de alba, colores naranjas y rojos al igual que un poco de azul marino, la luna se ocultaba y el sol recién comenzando a salir.

El vecindario donde habitaba no era tan activo a estas horas por lo cual iba disfrutando de mi soledad saludaba de vez en cuando a unos que otros de mis vecinos, llegué a la cafetería y me adentre aún acomodando las correas de mi mochila.

—¡Hey Jeon!—un animado empleado me saludo, no tarde bastante en sonreírle tras mi trabajo de verano me había hecho buen amigo de él— ¿lo de siempre?—cuestiono el castaño tras la barra esperando una respuesta.

—¿Qué tal Andrick?, Si, por favor—asenti observando cómo su delgado cuerpo avanzaba la gente comenzaba a llegar dando previo aviso que hoy sería un día bastante estresante.

—Un capuchino sera—saque mi celular y comencé a revisarlo, solo fue cuestión de unos minutos de espera hasta que esté volvió a llamarme,—aqui tienes Jeon, un capuchino bien caliente

—Gracias Andrick—le di mi tarjeta, pues conocía el precio de lo que pedí, este la tomó y cobro,  en la puerta había un joven muy apuesto, que digo apuesto, perfecto a la mirada de cualquiera—buenos días—fue lo único que salió de mi boca pues la belleza de éste me dejó mudo.

—Buenos días—el chico sonrió su voz era gruesa aunque intento hacerla tenue, era imposible que olvidará su rostro, lo analice unos minutos buscando grabar bien este en mi mente, decidí seguir mi camino, estaba seguro que en una ciudad enorme como lo es ésta sería imposible encontrarlo de nuevo.

Estando fuera de la institución educativa sonríe en grande tras encontrar a mi amigo de la infancia, Park Jimin, quien me esperaba en la entrada animado, me sentía alegre de verlo ya que debido a mi trabajo estás vacaciones frecuentamos poco, dos meses sin verlo de alguna forma me hizo extrañarlo bastante.

En el pequeño trayecto de la entrada a los edificios terminé mi café y saludé algunos conocidos, delante de mi casillero fue que por fin Jimin decidió hablar.

—¡Kookie!—ahi estaba ese apodo absurdo de nuevo—¡Cuánto tiempo!—a veces me pregunto porque tenía la costumbre de gritar demasiado extendí mis brazos aceptando el abrazo que este me ofrecía, si aunque fuera insoportable de vez en cuando era mi mejor amigo.

—Que raro caminamos alrededor de cinco minutos y recién me saludas—lo burle soltando su cuerpo di un paso en reversa y cerré de nuevo mi mochila—te extrañe.

—Yo igual te extrañe, mi mejor amigo me abandono dos meses—alardeo volteando los ojos, el rey del drama debería llamarse en lugar de Park Jimin, —¿ya viste a ese chico?—dirige su mirada a la dirección del recinto y señaló, lo analice y no tarde en darme cuenta que era el chico de la cafetería.

—No señales tarado—suspiré algo avergonzado es que Jimin no conoce la vergüenza, y discreción al ver que aquel chico se dió cuenta de nuestras miradas me sonroje, Jimin le saludo dándole una amplia sonrisa y esté replicó, definitivamente no conoce la vergüenza.

—¿Qué te parece?—musito picando mis costillas me incline un poco al lado contrario apartando sus manos de la zona donde pinchaba.

—Mmh—me quedé callado pensando adecuadamente que responder— a mis gustos un dos de diez, ¿a ti?—pregunté mientras miraba al chico de pies a cabeza, tome la mano de Jimin y seguimos caminando, hasta el aula donde teníamos la primer asignatura del día.

—Ese chico es jodidamente guapo—chisto tomando asiento la campana sonó indicando que el primer día había iniciado.

Mismos rostros, mismas bancas de igual forma las sillas en el mismo orden, no había nada nuevo en aquel salón color beige, nos acomodamos en nuestro lugar esperando a que alguien llegará a tomar control de los jóvenes que comenzaban a expandirse por todo el salón.

La clase avanzó algunos minutos, las personas hablaban y reían asegurando que no tendríamos sesión ya que por las personas de ciclos anteriores habían asegurado que no habría profesor de dicha materia, poco tiempo después alguien se adentro callando a todos y mandándoles a sentar.

—Buenos días jóvenes, yo soy Kim Taehyung y seré su profesor este año—hablo este con una ligera sonrisa el chico que por tercera vez veía el día de hoy.

—¿Dijo que es el profe?—Jimin balbuceo mirándome aún sorprendió, yo seguía dentro de mi trance.

Mentiría si dijera que de alguna forma me alegraba tener a semejante hombre como profesor, apostaba a que muchos no aprenderían o podía que por el simple hecho de agradarle lo harían, sin duda ese chico haría un cambio revolucionario en todo el instituto y creo que de igual forma en mi.

—S-Si, eso dijo— trague saliva un tanto nervioso, el hombre trajeado de negro me sonrió, seguía creyendo que estaba dormido, seguramente me quedé en la cama durmiendo plenamente.

Mi pequeño alumno♡|• ᵀᴷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora