IX. Nostalgia en la flor de cerezo

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   Esa misma tarde, Rinna salió de prisa para estar a tiempo en el punto de encuentro acordado durante la mañana.
Al llegar, Brenda ya la estaba esperando.

Calculadora, responsable, organizada: así es ella; una persona que parece inalcanzable intelectualmente para Rinna. A la vez, le parecía una persona tan servicial y carismática, simplemente era extraña, creía que el cargo que ella tenía era simplemente perfecto para el tipo de persona que era... pero Rinna también tenía la impresión de que Brenda a la vez parecía ser tan aburrida.

Sin pensar más nada, las dos entraron al templo. Era una tarde cálida y algo soleada.
Rinna, usando sus instintos de manipulación, decidió preguntar sobre Akane, muy discretamente.

- Así que... a Akane le gustaba este lugar ¿Sería por el contexto visual o simplemente por el lado espiritual?
- Ella era muy artística, Rinna, a ella le gustaba venir aquí a contemplar el cielo, el anochecer... yo la acompañaba casi siempre porque se me hacía interesante escuchar las tonterías que decía cuando se inspiraba - contestó Brenda, con una leve carcajada.
- Entonces, ¿Ella era comunicativa? ¿Charlatana?
- Oh, ¡Sí, muy charlatana! - mientras devolvía una sonrisa- siempre salía con una tontería diferente cada vez que hablábamos, no sé cómo lo hacía, pero ella siempre tenía alguna tontería diferente para contarme, o algo con lo que molestarme. Ella solía sacarme de quicio bastante seguido, le gustaba hacerme enojar y sólo por eso aveces me enojaba a propósito...
- Ah, conflictiva, entonces.
- No sé si conflictiva de una mala manera, ella siempre estaba metida en algún problema, pero creo que muchas veces era para hacer algo bueno.
- ¿Crees que si nos viéramos cara a cara, querría ser mi amiga?
- Bueno, seguramente sí, ella era muy amistosa y abierta, no veo porqué no, creo que ustedes dos harían un muy buen dúo.
- Tienes razón... Ella parecía ser una persona muy interesante.
- No me subestimes, yo no suelo enojarme nunca, pretendí estarlo muchas veces... para verla feliz.

Rinna no terminaba de procesar la situación, Brenda sonaba tan rota pero alegre al hablar, nunca la había visto demostrar sus emociones tan abiertamente. Ella la observaba mirar el cielo, cuando de repente una lágrima nació en sus ojos:

- Ella... ella hizo tantas cosas por mí sin esperar nada a cambio, Rinna - agregó Brenda, sollozando cuando, lentamente, un recuerdo iluminó su mente...






La supervisora de SayamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora