XI. Los buenos pagan derecho de piso

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El panorama en Sayama es normal para Rinna, en su común caminar y en su margen de principios, ella controla los alrededores hasta que se choca con una chica pelinaranja, de apariencia débil, silenciosa, vulnerable. Apenas esto acontece, la chica sale corriendo asustada del lugar, aunque Rinna haya intentado ir tras ella para calmarla.
Detrás de ella sale por la puerta una chica de estatura algo baja (a no mucha diferencia de la otra), sin cara de simpatizar con nadie, haciendo mover en forma pendular su coleta de caballo color café y, a la vez, su flequillo rojizo que sobresalía en función a su cara. Ella va tras la pelinaranja, con intenciones de controlarla.

Rinna la frena:

- Hola, ¿Pasa algo?- pregunta Rinna.
- No, nada, tengo prisa - contesta la suspicaz chica, con un tono bribón.
- Necesito que me permitas tu identificación ahora mismo.
- Si eso es lo que quieres... - exclamó con desgano y enojo, mientras sacaba la identificación de su bolso.

La identificación estaba muy bien cuidada, podría decirse de alguna manera que estaba abrillantada, eso pensaba Rinna mientras analizaba cada detalle.

KAORI OSAKA
Club: fotografía (líder)
Tipo de sangre: O+
Edad: 17 años
Número de estudiante: 27
Antecedentes: 0

Y su fotografía, de cara seria e intimidante.
Rinna tenía una mala espina de ella, sin embargo, la dejó pasar, a esta chica organizada y "con prisa" tan solo le dió una fría postura. Definitivamente algo le daba la sensación de que debería revisar el club de fotografía más a fondo, a Rinna le gustan las cosas ambiguas, así que echarle un vistazo al club podría serle interesante...

Ella siguió su recorrido y se olvidó por completo del asunto, limpió los cristales de la segunda planta sin que nadie se lo pidiera y para ver si alguien lo notaba, pero mientras ella iba a darse la vuelta luego de finalizar el trabajo, en el suelo resonó algo caer. Este algo era metálico, pequeño, eran unas llaves. Rinna las recogió del suelo y miró a su alrededor para encontrar la cara del posible propietario, sin embargo, no logró hacerlo.

Como buena samaritana, Rinna guardó las llaves en el pequeño bolsillo de su falda para dejarlas con las porteras para poder dar con el dueño antes de que terminara la jornada, así que apenas pudo, procedió a hablar con una de ellas:

- Hola, buenas tardes.
- Buenas tardes, Rinna ¿Qué te trae por aquí?
- Bueno, estas llaves casualmente cayeron cerca de mí hace un rato, no pude encontrar al dueño.
- Casualmente, Mitsuki-Chan, la chica rubia oxigenada del club de fotografía preguntó por ellas hoy.
- ¿La rubia oxigenada? Ja ja ja, ¡Se supone que tienes que ser un poco más sutil!
- Ese club anda en cosas chungas, me parece extraño que aún no hayas tenido tu encuentro cara a cara con la líder.
- De hecho, acabo de hacerlo.
- ¿Oh? ¿Y qué sucedió?
- Nada, salió casi corriendo detrás de una  de sus... amigas.
- Quieres decir ¡Esclavas!
- Sí, eso creo, noté eso extraño así que le pedí su identificación. Estaba limpia, ¿Puedes creerlo? En perfectas condiciones, reluciente.
- ¿Alguna vez has visto a un bandido dejando al aire sus crímenes?
- ¿Crímenes?
- Es un decir, Rinna. Pero no dejo de pensar que esa Kaori es un poco rara con los demás. Es tímida cuando me ve, pero sé que me insulta cuando pasa la entrada con sus amigotes.
- Espero que no piense lo mismo de mí.
- Oh, ella sólo piensa en sí misma, es falsa  y si logra manipular a todos en su grupo para que lo sean también, creo que ya te lo puedes imaginar.
- Eso es... cínico.
- De verdad que sí.
- Debería llevar estas llaves a su propietaria, aún no la he conocido.
- Afortunadamente aún no, es aún más prepotente que su líder. Pero ¿Quién soy yo para hablar? Entrégale sus llaves antes de que pase mucho tiempo sin poder abrir su locker.

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2021 ⏰

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La supervisora de SayamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora