Ya habían pasado varias horas, Arthur había logrado tranquilizar a su hijo en su habitación. No se quería apartar de él por el miedo a que vuelva a lastimarse. Le preocupaba que no se lograse entender con el chico Malfoy. ¿Acaso Ron tenía razón, y Blaise solamente buscaba llevarlo a la cama? Le costaba creer que la actitud del chico fuera solamente apariencia. Lo veía realmente preocupado e interesado por las cosas que les competían a sus hijos. ¿Se podía fingir eso?
Cerca de las diez de la noche, Blaise entro a la habitación que estaba en penumbra y se acercó a la cama. Le besó la frente a Ron y le hizo una seña a Arthur para salir. El pelirrojo arropo a su hijo y lo siguió a su recamara
Sobre la mesa que estaba cerca de la ventana había un hermoso pensadero y a su lado varios frascos llenos de recuerdos
- ¿Cómo sigue? - dijo Blaise
- Despertó hace un rato - dijo Arthur con lágrimas en los ojos -. Se quiere arrancar su marca
- No lo hará, hermoso - dijo Blaise limpiándole sus lágrimas
- Draco... - sollozo el pelirrojo
- Quiero que veas tú mismo sus recuerdos y lo que siente por Ron - dijo Blaise
- Creo que ya tengo bastante claro... - dijo Arthur
- No cariño - dijo Blaise con tono suave -, no tienes ni idea de lo que pasa con Draco.
- Blaise... - dijo confundido
- Por favor, velo. Hazlo por Ron - insistió el moreno
- Está bien - dijo Arthur
- Te espero aquí - dijo Blaise
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Arthur entró con el pensadero a la habitación de su hijo acompañado de su pareja
- ¿Qué hace él aquí? - grito Ron furioso - ¡que se vaya! ¡quiero que se vaya en este momento!
- ¡Escúchame, y escúchame muy bien! - dijo Arthur con total autoridad dejando el pensadero sobre la mesita de noche - ya vi los recuerdos de Draco, y con absoluta seguridad te digo que ese hombre te ama. Y no es la marca, solo que es un idiota. Míralo tú mismo
El pelirrojo a pesar de no saber qué pensar entro en el pensadero
Todo giraba a su alrededor de Ron antes de caer en el callejón Diagon. Rápidamente reconoció al rubio que paso a su lado
- Draco - susurro
Lo siguió hasta la librería en la que se abrió paso hasta llegar con un grupo de niños pelirrojos. Seis niños de diferentes edades y bastantes activos
- Mamá yo quiero ir a la tienda de quiddich - dijo uno de los mayores, Charlie
- Pero yo necesito plumas nuevas - dijo otro al que reconoció como Percy
- Ya tienes bastantes - dijeron los gemelos al unísono
- ¡Mamá! - protesto Percy
- Miren porque no... - decía Molly pero Ron se giró buscando la voz que escucho detrás suyo
- Malfoy - dijo su padre
- Arthur - respondió el rubio
- Mamá ¿puedo ir a ver los libros nuevos de poción? - dijo el niño recién llegado
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Destinados
FanficAl no ser destinados Arthur sabía que no había ninguna garantía de fidelidad a pesar de tener siete hijos en común, pero jamás imagino el giro que su vida daría