•Una tarde de Primavera•

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Mafuyu Sato nunca llamó, realmente, la atención de Ritsuka Uenoyama

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Mafuyu Sato nunca llamó, realmente, la atención de Ritsuka Uenoyama. Lo conocía solo porque ambos compartían algunas clases en la universidad.

Se le hacía un chico lindo pero nada más. Nunca lo había tratado y tampoco habían cruzado palabra.

Sin embargo todo cambió una tarde de primavera.

Él caminaba tranquilamente por ese parque lleno de arboles de cerezo cuando escuchó un sonido angelical.

—La, la, la, la, la, la...

De pronto todo a su alrededor pareció iluminarse, el sol brillaba más fuerte, el viento movía con delicadeza las flores y llenaba el lugar con un dulce olor que hizo reaccionar a su alfa.

Siguiendo sus instintos empezó a caminar buscando de donde venía esa dulce voz y olor.

Y lo encontró.

Para su sorpresa era Mafuyu, ese bello omega con cabello anaranjado.
Estaba sentado al pie de un árbol meciendo un bultito en sus brazos y cantando.

Uenoyama sintió su corazón latir muy rápido. Sus mejillas se sonrojaron y una estúpida sonrisa apareció en su rostro.

Que bella vista.

Definitivamente esa tarde de primavera lo cambió todo.

[•••]

Uenoyama vio a Mafuyu dormitando en las escaleras en la parte de atrás del gimnasio de la universidad.

El omega tenía los ojos cerrados pero los abrió rápidamente al escuchar la puerta cerrándose detrás del alfa.

Uenoyama tragó saliva sonoramente cuando esos bellos ojos color avellana lo miraron fijamente.

—Mmm...hola—balbucea sintiendo sus manos temblar.

El omega le dedica una diminuta sonrisa—Hola...¿este es tu lugar? Lo siento mucho.

El chico ya se estaba levantando pero el alfa negó con la cabeza rápidamente—No, no, está bien. Es solo que...es la primera vez que te veo aquí.

—Ah, solo me pareció un lugar tranquilo.

—Lo es—Uenoyama se sentó a su lado—Es perfecto para dormir entre clases.

—Supongo que sí.

—Mmmm ¿te importa si duermo un rato?—pregunta señalando el piso.

Primavera//Given Donde viven las historias. Descúbrelo ahora