•Una tarde bella•

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Uenoyama podría morir de ternura ahí mismo sin exagerar

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Uenoyama podría morir de ternura ahí mismo sin exagerar.

Mafuyu tenía las mejillas rojas y una tímida y casi imperceptible sonrisa mientras le tendía una bolsa con galletas en forma de estrella. Era demasiado para soportar a las nueve de la mañana.

—Uenoyama-kun—le dice el pelinaranja—Gracias por ayudarme ese día y llevarme a mi casa. Sé que no es mucho pero por favor acéptalo.

El alfa simplemente no podía—Uh...no es necesario que me des nada Mafuyu, solo hice lo correcto.

—Aun así—insiste el omega—¿Por favor?

El pelinegro suelta un pequeño suspiro y al final acepta la bolsa de galletas—Gracias, pero de verdad no era necesario. Y yo debería disculparme contigo, estuve a punto de hacer una tontería.

—Pero no lo hiciste y eso es lo que vale—Mafuyu se encoge de hombros—Eres increíble Uenoyama-kun.

Y nadie podía criticar al alfa por ponerse rojo hasta las orejas.

Ambos chicos caminaron hombro a hombro a la clase que compartían.

—Eh...¿Mafuyu?

—¿Sí?

—Tu...tu bebé es muy lindo. Se parece mucho a ti.

El omega sonrió y asintió con la cabeza—Gracias.

—¿Cómo...cómo se llama?

—Eiji.

[ahre, perdonen mi poca creatividad con nombres]

—Es un lindo nombre.

—Gracias. Tu le agradaste bastante, de hecho.

—¿De verdad?

—Sí, usualmente se esconde si alguien que no conoce llega a la casa pero contigo no pasó e incluso preguntó quien eras.

—Ah, me alegro mucho a mi también me agradó—y otra vez esa calidez en el pecho—Oye...¿te gustaría...comer conmigo en la tarde?

Mafuyu le dedica una mirada sorprendida—Mmm..me gustaría pero...tengo que trabajar. Lo siento.

Uenoyama contuvo el suspiro que quería soltar—Bueno quizá otro día.

—De acuerdo.

El alfa se aclaró la garganta—Entonces...¿quieres que te acompañe a tu trabajo?

—Uh...no quiero causarte molestias.

—No es una molestia, de verdad.

Mafuyu sonríe y su olor se hace más dulce—Entonces te veo en la salida Uenoyama-kun.

[•••]

Y los siguientes días se hizo costumbren que el alfa acompañara al omega a su trabajo en un cafetería del centro.

Primavera//Given Donde viven las historias. Descúbrelo ahora