ℙ𝕣𝕠𝕝𝕠𝕘𝕠

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-Bien

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-Bien. ¿alguien quiere aportar algo al tema? -pregunte al grupo de adolescentes enfrente de mí.

Mi nombre es Xander Hargreeves, un aburrido profesor de historia de 30 años. Bueno, aburrido si excluyes el hecho, que soy uno de los extraordinarios niños del primero de octubre de 1989. Y que soy uno de los miembros de la enigmática academia Umbrella.

Oh, y el hecho que solo parezco un adolescente de 15 años.

-Sí, señorita Allen-cedió la palabra a la única de mis alumnos qué levanto la mano.

-No se ofenda sr. Hargreeves, pero ayer busque sobre usted en internet. ¿es cierto que fue un superhéroe? –pregunto conmocionada la adolescente. Como si no creyera que su aburrido maestro de historia, pudiera hacer lo que dicen los artículos en internet.

Esa pregunta desencadenó una serie de susurros, como si apenas se hubieran acordado del pasado de su profesor. Esto acabo un poco con mi paciencia. Se me dificulto mucho el apaciguar la polémica cuando comencé a trabajar de profesor, como para que todo vuelva comenzar. Al irme de la casa de mi padre, pude graduarme con honores de la universidad, incluso logré hacer la maestría. El problema fue cuando intenté conseguir empleo, pues, aunque fui el mejor de mi clase, nadie quiere contratar a alguien con apariencia de adolescente. Por lo que tuve que bajar mis expectativas y pedir empleo en una escuela secundaria.

-Señorita Allen. Su pregunta no tiene nada que ver con la...-reprendí a mi alumna hasta que otro chico lo interrumpió.

- ¿Puede mostrarnos sus poderes? como en Youtube-

-Chicos ya les dije...-trataba de explicar Xander, pero más voces lo interrumpieron.

- ¿Puede volar?

- ¿Cómo es quebrarle el cuello a alguien?

- ¿Es cierto que puede leer mentes?

- ¿Los malos son como en las películas?

-Era tan cool. ¿Cómo termino aquí?

Más y más preguntas me fueron lanzada, y al no darme la oportunidad de hablar explote.

- ¡Silencio...-exclame ocasionando que todo el salón dejara de hablar-como dije, esas preguntas no tienen nada que ver con la clase, así que agradecería que dejaran de preguntar sobre mi vida personal-termine mi reprimenda, dándome la vuelta empezando a anotar la tarea en la pizarra, dejando todo el salón en silencio por el regaño, excepto por algunos sonidos de quejas por el ensayo que tendrán que hacer de tarea, eso sin sumar los pensamientos de ellos que son tan fuertes como si me lo estuvieran gritando en el oído.

"Creí que un maestro de mi edad iba a hacer más buena onda"

"Deja tarea como si no tuviéramos nada que hacer el fin de semana"

"Sería increíble ser un superhéroe"

"Es un amargado, pero también es muy guapo"

Me senté en mi escritorio algo asqueado por el ultimo pensamiento. cuando la campana que marca el final de la clase sonó, mis alumnos empezaran a levantarse de sus asientos para salir del salón. Cuando todos se fueron del aula, me dispuse a borrar lo escrito en la pizarra y a guardar mis cosas, al menos eso hacía cuando unos toques en la puerta llamaron mi atención.

-Toc, toc. ¿está ocupado? -me pregunto una vos aguda desde la puerta.

La directora Williams es una mujer muy alta y enérgica. Que, desde que empecé a trabajar aquí, se ha empeñado en tratar de ser mi amiga. En ocasiones puede ser molesto, pero lo menos que puedo hacer es ser amigable, ya que básicamente ella es la razón por la que tengo el trabajo de profesor. Cuando solicité el empleo, ninguno de los padres quería que enseñara una persona que aparentaba tener la edad de sus hijos, por lo que lo que estuve a punto de ser rechazado. Fue la directora Williams quien señalo que tengo el suficiente intelecto para enseñar. Tal ves que sea una obvia fanática de la academia Umbrella influyo un poco en su decisión.

-No estoy ocupado. Pase-le conteste

-Hola, solo quería pasar a saludar a mi súper amigo-intento bromear, con más nerviosismo en su vos de lo normal, mientras entraba al salón-y también quería que supiera que, si quiere hablar con alguien de lo ocurrido, soy toda oídos-me dijo con un rostro de remordimiento.

No tenía idea de lo que hablaba, no había pasado nada lo suficientemente interesante como para platicarlo.

- ¿Qué paso? ¿la maestra de ciencias volvió a tomar mi yogurt? -pregunte tratando de adivinar a que se refería, pero al ver que me miraba como si me hubiera salido un tercer ojo, fue fácil adivinar que no había acertado- ¿Qué fue lo que sucedió? –pregunte cuando ella no soltaba ninguna palabra.

-Oh...no lo sabe ¿cierto? –me pregunto, como si se hubiera dado cuenta de algo-lo lamento, no sabía que no estaba enterado.

Se disculpó antes de tomar su teléfono y mostrármelo. Al principio no entendí a que se refería, pero todo quedó claro al ver lo que decía el teléfono. Este mostraba un artículo con la foto de mi padre en él, pero fue el titulo lo que me dejo sin palabras.

Se confirma la muerte del excéntrico millonario Reginald Hargreeves

Wow, sinceramente no sabía que pensar, estaba seguro que el viejo enterraría a mis hermanos y a mí. No sé si sentirme mal, por no sentirme mal. De hecho, me sorprende lo indiferente que me siento al respecto, aunque en cierta manera lo comprendo, el viejo nos veía más como unas ratas de laboratorio, que como sus propios hijos. El resultado de su mala crianza fue la huida de sus hijos y traumas para nosotros. En todo mi mar de pensamientos me di cuenta de una cosa.

-Mierda-solté con fastidio, pues me di cuenta lo que un funeral significaba. La directora William, malinterpreto mi reacción, pues puso una mano en mi hombro como si quisiera consolarme. Aunque lo que dije después pareció confundirla demasiado.

-Tengo que volver a casa.

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Esta historia está escrita por mí y editada por dos amigas con las que comparto esta cuenta.

Bueno aquí está, esta serie me gusta mucho y el resultado de eso es este fanfic. Espero poder hacerlo bien, voy a tratar de esmerarme en escribirla.

-ℍ𝕒𝕤𝕥𝕒 𝕢𝕦𝕖 𝕝𝕒 𝕆𝕤𝕔𝕦𝕣𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕟𝕠𝕤 𝕝𝕝𝕒𝕞𝕖

𝕋𝕙𝕖 ℙ𝕠𝕨𝕖𝕣 𝕆𝕗 𝕄𝕚𝕟𝕕 𝔸𝕟𝕕 ℍ𝕖𝕒𝕣𝕥||𝗡𝘂𝗺𝗯𝗲𝗿 𝗙𝗶𝘃𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora