Capítulo 19

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RENÉE


El tono en particular es especial, me alejo de Dragón y contesto.

-¿Dónde diablos estas?

-Mmmh... ¿En Boston?- Dragón mantiene la distancia, pero sus ojos curiosos no se despegan de mi.

-¿Qué acabas de decir?-

-Alex-

-Tenía que ser tu hermana- Suspira a través de la línea -Estaré allí mañana temprano, llamaré a Lily, también prepararé a los gemelos-

-Gracias- El alivio recorre mi cuerpo -Te debo una, sé que no te será fácil volver- 

-Estoy en esto contigo y los pequeños, además Lily se muere de ganas de conocer a mi hermano- Se carcajea mientras yo observo al hombre en cuestión.

-La vi- El silencio se asienta desde el otro lado de la línea -Y él no tiene idea de lo que en realidad paso, sé que te prometí el camino libre, pero deberías saberlo antes de actuar-

-Lo tendré en consideración- Se escucha ruido, risas pequeñas para sí soy exacta -Hay dos personitas que quieren saludarte

-¡Mami! ¡Mami!- Emma grita desesperada, mientras la risa de Hermes se hace presente.

-Hola, mi amor, ¿Cómo están?- 

-Bien, bien- Responde Hermes, Emma en cambio resopla.

-¿Cuándo te vemos mami?

-Mañana lo más probable- Gritos de felicidad y más ruido se escuchan a través de la llamada, Grant les regaña por tirar el celular en Italiano y vuelve a la línea.

-Nos vemos cuñadita- Corto la llamada y me giro para encontrarme la penetrante, y enfurecida, mirada de Dragón.

-Hablabas con un hombre, un hombre la que le has dicho mi amor- Su cuerpo tenso me da a entender su disposición a pelear.

-Dragón, quiero que comprendas algo ahora que vamos a estar trabajando juntos- Como si fuera posible el hombre se tensa aún más -Yo no soy tu mujer, jamás lo fui ni lo seré, nos acostamos una sola vez, y fue divertido hasta que me dejaste sola sin dinero ni algún medio de transporte en una mansión vacía a miles de kilómetros de la ciudad- Tomo una bocanada de aire y continuo - Estás casado, tienes un club que manejar y tus propios problemas, así que te voy a pedir que no te entrometas en los míos por las buenas- 

-Eras, eres y siempre serás mi mujer- Chasqueo la lengua.

-El chaleco sobre otra mujer dice lo contrario- Sus ojos se abren sorprendidos, porque si, no pase por alto el chaleco ni el parche de propiedad -Respeta tus códigos, una vez que entregas el chaleco si no es por muerte o traición no se puede devolver- Tomo de la mesa la cajetilla olvidada de Apple y salgo de la sala, dejando a Dragón callado y tieso en medio de esta. 


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El club está bastante animado si consideramos la hora, como estoy manejando solo he pedido agua a la chica que se encuentra atendiendo el bar.

-Deberías conseguir un parche para esa chaqueta- Bones, con una sonrisa ladeada y coquetería en sus ojos me susurra.

-¿Te estás ofreciendo?-

-Si prometes hacer ese movimiento de hace unas horas conmigo, firmo ahora mismo- Me rio hasta más no poder.

-Eres bueno, ¿Lo sabías?- Es su turno para reír.

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