Capítulo 20

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RENÉE

Ya está oscureciendo cuando el uber que tome se detiene a una distancia prudente de la entrada del club. No estoy dejando que el señor se acerque a las bestias. A pesar de que le extraño bastante que le pidiera que me dejara en la mitad de la nada. El teléfono vibra en mi chaqueta.

-No te he dejado tirada con mi tarjeta de crédito- Alexa resopla.

-Solo quería saber si ibas a volver por la noche, o en la madrugada, bueno tal vez temprano en la mañana- 

-Vuelvo mañana, puede que antes del almuerzo- Saludo a los prospectos cuando abren la reja -No hagas nada loco-

-Eso debería decirte yo a ti hermanita- Carcajeo.

-Nos vemos- Algo parecido a un aja, y me cuelga. Mientras más de adentro en el terreno más hombres ebrios y mujeres desnudas veo, suspiro, es un poco temprano para estar en el piso de ebriedad. 

-¡Snakeeeee!- Apple me grita mientras aparta a la mujer que tenía sobre él -No sabía que venías mi niña- 

-No deberías beber desde tan temprano- Se encoge de hombres mientras pasa su brazo por mis hombros.

-No pensaba que volverías hoy, digo, sé cuanto extrañabas al imbécil- Lo pellizco.

-Es un hombre casado- Hace un ademán con la mano.

-Eso nunca ha detenido a nadie- Su semblante deja entre ver su preocupación -Me enteré lo de hace un rato- 

-No es nada de lo que debas preocuparte, sé manejarlo-

-Yo diría que es más recíproco de lo que piensas- 

Estamos a punto de pasar por las puertas grandes que dan al bar cuando el hombre de esta mañana se detiene frente a nosotros.

-Siento que debería disculparme por lo de esta mañana- Chasqueo la lengua.

-Deberías comenzar con la primera mujer a la que trataste de ese modo- Apple carcajea.

-Comprende al chico Snake, no te ha visto hace años- 

-Key- Susurra él.

-Vaya manera de saludarme entonces niño- Key se tensa, pero le quito algo de peso mostrándole una pequeña sonrisa condescendiente -No hay resentimientos créeme, pero para la próxima deberías preguntar por un nombre antes de insultar- 

-¿Estarás lo suficiente como para invitarte a entrenar?- 

-Ya te las has ganado- Apple me entrega un cigarrillo, saca uno para él y luego prende el mío. Luego se aleja mientras carcajea.

-Estaré bastante tiempo rondando por aquí, cuando tengas tiempo llámame- 

-No tengo tu número- 

-Dame tu teléfono- Hace lo que le pido, guardo mi número y luego me llamo, cuando mi celular vibra corto -Listo, me tienes guardada y yo sabré que es tu número- Le devuelvo el teléfono -¿Sabes de casualidad donde anda Dragón?-

-Está discutiendo con su mujer dentro del bar- Asiento algo tensa y entro, si afuera era un desastre aquí lo es el triple.

La música está demasiado alta hasta para escuchar bien el bullicio que debería ser normal con la cantidad de hombres y mujeres que hay dentro del lugar. Me acerco a la barra y le pido a la chica que se encuentra ahí un whisky con hielo, mientras espero busco con la mirada a quien debería estar esperándome para "ir a un lugar", suspiro, le doy propina a la chica cuando me entrega el whisky.

-¿Sabes que esto no es un bar cierto?-

-Si estás trabajando en este lugar necesitas el dinero, solo recíbelo- Ella se sonroja y se mete los billetes en el bolsillo trasero del pequeño short que lleva -¿Cuánto te pagan por soportar a los cavernícolas?- 

-No lo suficiente, pero sí como para alimentar las bocas que debo- Chasqueo la lengua.

-No pudiste entrar a alguno de los bares oficiales que tienen?- Niega con la cabeza.

-Necesitaban a alguien aquí-

-Eso no justifica que te dejaran trabajando en este cuchitril- Ella niega.

-Es mejor que estar en casa a estas horas- Asiento y bebo lo que queda de mi trago, ella lo rellena de inmediato, no hay nadie cerca de la barra por lo que se queda conmigo.

-¿Tienes algún descanso? Debo esperar que el rey cavernícola se digne a llamarme- Sus ojos se agrandan con sorpresa y un extraño brillo sale de ellos.

-¿Estás segura? Las viejas damas nunca me hablan, y no sé quién es tu hombre, pero no quiero problemas, digo sería agradable tener alguna conocida aquí- 

-No soy de nadie- Le sonrío -Estoy haciendo negocios con el club, no hay ningún hombre sometedor para mí- Ella suspira.

-¿Y te dejan andar por aquí así como si nada?-

-Ninguno me pone ni un solo dedo encima, aunque no lo demuestren me tienen cierto de respeto, si es que se puede considerar la precaución de una lesión grave como respeto- 

-Eso es increíble- Me río con ganas, pero su semblante es en realidad más triste que asombrado.

-¿Ellos?...- Ella niega rápidamente.

-Alguna que otra vez cuando están borrachos me tocan más de lo debido- Golpeo el vaso contra el mesón con tanta fuerza que se rompe, ella salta asustada hacia atrás. Siento el volumen de la música bajar y lo poco de bullicio que se nota se reduce a silencio.

-¿Cuántos años tienes?- 

-Veinte...- Susurra aún alejada de mí, en un impulso salto la barra y la agarro del cuello, sus ojos se abren cuando nota mi intención. Le doy un beso, uno largo y pausado, algunos silbidos se escuchan y ruidos obscenos, cuando ella ya está lo suficientemente relajada y me responde el beso al mismo ritmo me alejo. Tomo una botella del arrimo detrás de ella y la estrello contra el mesón, los hombres se quedan callados.

-Quien le toque un solo pelo aun estando hasta el pedo de borracho se las verá conmigo- Escaneo el bar y la mayoría de los hombres asienten, otros solo me observan. Me separo de la chica y la observo, ella me sonríe como si le hubiera salvado la vida.

-Hannah, me llamo Hannah- 

-Renée, pero algunos hombres me dicen Snake- 

-Renée- Dragón está parado frente a nosotras, y al parecer bastante molesto.

-¿También iras contra las mujeres grandulón?- Hannah jadea por lo que supongo ella ve como falta de respeto, Dragón quien mantiene su faceta me sonríe con los ojos -No lo digo para nada de una manera obscena- Él chasquea la lengua.

-Mueve ese culo hasta mi moto, se nos hace tarde- A pesar de la "orden" ninguno de los dos se mueve, me giro hacia Hannah y le regalo una sonrisa.

-Mejor beso de mi vida, caliente y como me gustan- Sus mejillas se sonrojan y Dragón gruñe entendiendo mis palabras -Espero nos volvamos a ver por aquí- La vuelvo a besar, esta vez es más un suave roce de labios que un beso, Dragón me levanta desde su lado de la barra y me coloca sobre su hombro, mientras se aleja conmigo como carga le hago señas a Apple para que mantenga un ojo abierto sobre la chica.

-Esta mañana pensé haberte dejado claro que solo eres mía para tocar- 

-Yo también recuerdo haberte dicho que tus pensamientos retrogradas conmigo no van, menos si tienes mujer- 

-No es mi mujer- Suspiro, me baja de su hombro cuando llegamos a su moto, coloca rápidamente un casco sobre mi cabeza.

-Yo no...- 

-Usaras uno- Estoy a punto de quitármelo cuando su gran mano lo detiene sobre mi cabeza -Estas bajo mi cuidado ahora, viajaras protegida- 

-Yo Dragón cavernícola- Me gruñe mientras se monta y me espera, a regañadientes me subo a su espalda -Al menos podrías decirme a donde vamos- Me ignora mientras enciende la moto y nos saca del club. 

VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora