Me incorpore como si me hubieran dado un shock electrico. Dentro de mi, comenzo a rugir aquella fiera de fuego que luchaba por dominarme, por hacerse de venganza. Justicia. Sin pensarlo si quiera, ya estaba convertida.
La mire fijamente a los ojos, destilando todo el odio del que era capaz. Sentía próxima su muerte y el sabor me agradaba. Ella simplemente sonreía sarcásticamente.
-Bueno, bue... -comenzó a decir, pero no la deje continuar, puesto que me lance contra ella con todas mis fuerzas. Me esquivó, pero no hizo a tiempo para evadir un latigazo de fuego que le lance. Quedo tendida en el suelo, tomándose las costillas mientras un insípido vapor escapaba de su cuerpo.
-¿Decias? -le pregunte socarronamente.
Me estaba preparando para darle un ultimo golpe cuando el sonido de su risa me desencajó.
-¿Te da gracia morir? -pregunté, molesta. Esperaba que rogara por su vida.
-No, lo que me da gracia es saber que si me matas, jamas sabrás como recuperar a tu hermanito, sano y salvo... -escupió.
Por un momento, mi corazón dejo de latir. El aire se escapo de mis pulmones y no quería volver. Noah. Recuperar a Noah... Incluso si la idea salia de los labios de Winter, era mucho mas que tentadora. Sabia que se convertiría en mi obsesión.
-Creo... que di en el clavo. -dijo riéndose.
-Mientes. -le contesté, conteniendo lo máximo posible el aluvión de lágrimas.
-Podria ser. Pero dentro de ti sabes que hay algo que no cuadra con la muerte de tu hermano. Y puedes recuperarlo, solo si... No, mejor dejémoslo ahí.
La golpeé con fuerza, directo al mentón, con el puño cubierto de fuego. Podía sentir como ahora era mas fuerte que ella, y a su vez, Winter parecia sentirlo tambien. Por un segundo me miro asustada.
-¡Vamos! ¡Dime! -exigí.
-¡Espera! Necesitas la fuerza de las cuatro guardianas. Y un druida blanco encerrado. -respondió sin mas.
-¿Que? ¿Como que un druida encerrado? ¿Que quieres decir? ¿Esta en alguna prisión? -no tenia sentido lo que estaba diciendo, probablemente me estaba embaucando.
-Si, pero no en una como la que te estas imaginando. Es preso de sus instintos, de sus deseos. Así se lo maldijo. Y hay que encontrarlo.
-¿Y como se que no me mientes?
-Mira, mis motivos tengo para querer usar el altar. Tu tienes los tuyos, asi que si realmente quieres volver a ver a tu hermano... -me dijo mientras se incorporaba. -mas te vale guardarte esto. Porque me necesitas viva, y que aquellas dos no sepan la verdad aun.
-No creo que estes en posicion de amenazarme...
Me doblegó con un zarpaso. No lo vi venir.
-Aun tengo mis trucos bajo la manga. Y no te olvides, se todos tus movimientos... Y los de tu familia tambien. Asi que si no quieres perder tambien a tu padre, hazme caso. Y espera a que me comunique contigo por instrucciones.
Y con ello, desapareció.
Quede pasmada con lo que me dijo. Volver a ver a Noah con vida era mas que un deseo. Era una necesidad. Y sabia que si tenia la mas mínima chance de lograrlo, haría lo que sea. No me importaba tener que pasar por encima de Hawa y Nichi, al fin de cuentas, ellas habian tenido una larga vida, mientras que mi pobre hermano tan solo habia disfrutado tres cortos años. Tan solo eso. Era mas que injusto, era incomprensible y no tenia justificación. Noah debia vivir.
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Cronicas Elementales: El altar del druida (PARTE 2)
FantastikEl mundo entero es una gran confusión... Ya no se quien soy... Si Francis dice que es el amor de mi vida... ¿Por que siento que mi corazón pertenece a otro lugar? ¿Por que aun nada de este pueblo me resulta familiar? ¿Que esconde mi mente? ¿Y quien...