ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇᴀᴠᴏ

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El set era un completo caos. Los modelos iban y venían, algunos estaban con los estilistas, otros con los modistas y otros más ayudando con los preparativos.

Kitty estaba acostumbrado a ese tipo de ambientes, porque todas las pasarelas de modas eran caóticas, siempre, pero al final siempre terminaban bien. Sin embargo, en la mente de Agust era más complejo porque nada era como en Corea y le frustraba no entender del todo y depender de un traductor.

El ambiente se torno tenso y más pesado conforme pasaban las horas. Toda la mañana y parte del medio día había sido utilizada en estilizar todo, y preparar, y aún si las cosas parecían listas, Agust pedía que se revisaran otras dos o tres veces más. La cara de fastidio en los ayudantes y managers era notoria. Y ahora nada salía bien entre los estilistas y los modelos, porque todos parecían nuevos en lo que hacian.

— Agust... — Kitty le llamo por lo bajo intentando atraer su atención. A pesar de haber ayudado con los preparativos creía que podía funcionar todo de otra manera.— Agust... — Llamo una vez más mientras intentaba seguirle el paso y el aludido seguía discutiendo sobre alguna pequeñez con el traductor. Parecía querer explicarle algo de su sentir.

Kitty miro el reloj en la pared del cuarto de estilismo, aún tenían tres horas y media antes de comenzar, y en su experiencia, parecía ser que incluso sobraría tiempo, no había necesidad de complicarse.

¡Stop! ¡Everyone stop whatever you are doing now! (¡Paren! ¡Todos paren lo que sea que estén haciendo ahora!) — cuando Kitty grito aquello, todos, incluyendo al rubio bonito a un costado suyo y el traductor se giraron a verle. Kitty podía ser demasiado rudo si se lo proponía, quizás era cosa de Parks.— We're gonna take a break, go, eat something, lay on the floor, do whatever you want in the next thirty minutes and then we'll meet here again and each one of you'll finish the work in the set time. (nos tomaremos un descanso, vayan, coman algo, túmbense en el piso, hagan Lo que quieran en los próximos treinta minutos y nos veremos aquí de nuevo y casa uno terminara sus tareas en el tiempo establecido.)

Posiblemente la decisión con la que Kitty había hablado, hizo que todos acostaran la orden de inmediato, nadie iba a poner en duda la orden del chico de cabellos rosados que siempre estaba al lado del diseñador en cuestión. Nadie.

El ruido de las sillas, los cajones, las luces y todo utesilio se escuchó. Después de unos minutos ya todos estaban abandonando la sala para dejar en paz y tranquilidad el ambiente que los rodeaba. Kitty les sonreía amable mientras salían, tratando de darles la confianza suficiente para relajarse. Mientras lo hacía, sintió el cuerpo de Agust dejarse caer en el sofá de cuero detrás suyo, posiblemente cansado y agotado por la difícil tarea que era hacer funcionar todo en un país ajeno al tuyo.

— No sé que haría sin ti aquí. — Después de despedir al último de los estilistas, Kitty cerró la puerta del estudio para aislar el sonido y tratar de relajar a la persona más importante en toda la pasarela.

Kitty sonrió orgulloso de lo que había dicho, le gustaba sentirse importante. Camino de regreso hasta el sofá y se quedó de pie frente al cuerpo de Agust, que aún lo miraba con una enorme sonrisa de agradecimiento.

— Lo sé, lo sé, siempre llego a salvarte. — Dijo Kitty al acomodarse el cabello devolviendo aquella sonrisa adorable.

— Realmente lo haces. — Cuando Agust dijo aquello, aprovecho que Kitty estaba tan concentrado en peinar sus cabellos con los ojos cerrados que de un solo movimiento le tomo de la cintura para atraerlo al sofá y dejarle sentado a horcajadas en su regazo.

Aquello estaba siendo demasiado coqueteo para ambos.

Kitty abrió los ojos sorprendido, pero no opuso ninguna resistencia. Agust le gustaba, y le gustaba un montón. No estaba ayudando solo porque le gustaba, si no porque el cariño y aprecio que le tenía eran enormes. Estaba enamorado. No dijo nada, y simplemente dejo que Agust se abrazará a su cuerpo y aspirará su aroma. Con esa sonrisa imborrable de sus rostros, Kitty comenzó a acariciar su cabello lentamente, con cuidado y sumamente cariñoso.

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