CAPITULO 37 : HABLEMOS

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Han pasado dos meses desde que Katsuki se fue, las primeras semanas Izuku se hundió en la tristeza, no podía hacer nada sin que recordara al rubio, pero de algún modo pudo salir de eso, todos los dias se estuvo repitiendo que no debería sentirse así ya que se daba cuenta que su propia forma de actuar lo llevó a eso.

Quería llamar a Katsuki y pedirle que volviera, pero no podía ni debía hacerlo, el rubio le había pedido algo y tenía que cumplirlo, debía darle una respuesta a la pregunta que le hicieron, aunque aún no tenía ninguna.

Las primeras semanas no dudaba de lo que sentía, pero la forma en la que actuó con él le dio una gran duda ¿En verdad lo amaba? Alguien no merecía ser amado de la forma en la que él lo hizo con Katsuki, nadie merecía ser tratado así.

Katsuki hizo que dudara de lo que sentía por él, ¿Acaso todo ese tiempo solo lo veía como su musa? No quería aceptar eso, algo en sus adentros le decía que eso no era cierto, pero también le decía que todo ese tiempo solo estuvo usando a Katsuki. Se sentía la peor mierda del mundo.

Incluso desde que se fue lo único que estuvo haciendo fue crear pinturas, no entendía porque era diferente a la anterior vez que Kacchan se marchó, ¿Porque ahora no podía parar de pintar? Tal vez sea porque haciéndolo le recordaba a él y sus simples recuerdo hacían que sus manos se movieran por si solas, incluso cuando él no está presente, estaba aprovechándose de la inspiración que su musa le daba.

—Maldición —dijo Izuku mientras tiraba una lata de cerveza vacia que acababa de tomar, otra vez se estaba sumergiendo en el alcohol —¡Que estúpido eres Izuku! —se gritó a si mismo —¡Un gran idiota, insensible que no se fija en lo que los demás sienten! ¡Así de imbécil eres Midoriya Izuku! —en ese momento su celular sonó y sin siquiera fijarse quien era contestó —Estimado cliente le informo que el número que usted a marcado se encuentra temporalmente fuera de servicio... Pii— dijo imitando la voz de la contestadora programada del celular, no quería hablar con nadie pero a pesar de eso respondió.

—¿Eh? ¿Midoriya-sensei, es usted?— era la voz de Kaminari, últimamente ambos han estado charlando a través de mensajes de texto— Solo quería confirmar si el día de mañana puedo ir a su casa, dijo que me enseñaría algunas técnicas de pintura.

—¿Mañana? ¿Mañana es hoy o hoy es mañana? Espera... Mañana es mañana— respondió asombrado de su descubrimiento, no era necesario decir que no estaba en sus cinco sentidos— Si mañana es mañana entonces... ¿Porque hablamos hoy?

—¿Midoriya-sensei se encuentra bien? — preguntó Kaminari algo extrañada por la actitud del contrario.

—Estoy bien... Creo... ¿Quien eres?— preguntó con duda mientras miraba su mano ya que habían cinco de ellas

—Soy Kaminari Denki...— respondió —¿Entonces puedo ir mañana?

—Mañana es mañana, entonces pasado no es mañana, entonces ven pasado mañana...— dijo con la poca claridad que su voz le permitía.

—Entonces... ¿Voy pasado mañana?— preguntó confundida.

—Shi

—Entiendo... Tal vez confundí los días, nos vemos pasado mañana Midoriya-sensei —se despidió.

—Adiosito...— Denki colgó la llamada.

Izuku dejó su celular a un lado y abrió otra lata de cerveza, y poco a poco comenzó a beberla, sin darse cuenta empezó a recordar nuevamente a Katsuki.

—¡Kacchan te extraño!— exclamó entre delirios —Quiero tener sexo... —dijo en voz baja, sus ojos se estaban cerrando — Quiero tener sexo contigo Kacchan— murmuró, finalmente después de eso cerró sus ojos y se durmió.

¿POR QUÉ VOLVISTE? - FINALIZADO - EDITÁNDOSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora