Secuestrada- Mateo Palacios

XVI

Se hundió en su cuerpo, totalmente. _______ contrajo la respiración, apenas lograba dar señales de vida. La estaba penetrando tan intensamente que hasta soltaría lágrimas.

- Ah...- soltó un pequeño suspiro. Mateo se separó, para poder mirarla, para poder gozar de su propio privilegio. Verla así...exitada, jadeante, transpirando lujuria y gimiendo para el y solo para el.- oh sí...- murmuró ella, ahora cerrando los ojos. Apretó a Mateo por la espalda, este volvió a sacar su polla para rozarla lentamente por los labios genitales de ______ - hazlo de nuevo por favor...

- Si preciosa...- le respondió el. Y la verdad es que tampoco aguantaría tanto tiempo sin metérsela. Sin sentir ese delicioso apretón. Subió las caderas y volvió a bajarlas para satisfacer a ______ de nuevo.

- Ahh! Sí...mierda, si..- esta vez ella grito más fuerte. Cerrando los ojos con fuerza. Mateo  sintió que veía el paraíso. Que se correría con solo verla en ese estado. Le ponía tanto...más de lo que  estaba.

- Te gusta?

- Me encanta....me encanta- dijo ella, poseída por sus palabras. Entonces el decidio que la haría gritar más esta vez. Sus brazos se tensaron y volvieron a alzar sus caderas.

- Eres deliciosa.- murmuró- Deliciosa...y toda para mí.

La volvió a embestir con fuerza, mientras ella solo lo apretaba de la espalda con la esperanza de no mostrarle que en realidad le encantaba lo que le estaba dando. Pero fue imposible.

- Sigue! Más...- le ordenó. Mateo sonrió ligeramente. Una bonita sonrisa que habría hecho que cualquier mujer se mojarra en ese instante. El movimiento de caderas se hizo más continuo. lo apretaba más fuerte, y el se correría en cualquier momento. Los gemidos delo enloquecían, cada vez más fuertes, más finos, más exitantes. Hacían que cada movimiento, cada penetración, cada vez que el la bombeaba con tanta fuerza y lujuria... Nunca fueran suficiente. Necesitaba más. Llenarla por completo. Hasta que se corriera infinitamente. Y que sobre todo, recordara ese momento para toda su vida.

Una vez más volvió a aplastarla, su pene se encontraba esta vez en todo su interior.

- Mateo...- susurro ella. Arqueando la espalda. El se inclinó para besarle el cuello.

- Di...me...- logro decir el. Y sacó su polla.

- Esto es increíble.- admitió ella, ahora intentando abrir los ojos. miraba el umbral sigilosamente. Se había quedado callada. Solo su pequeña respiración, ahora ligera, se escuchaba en medio de la noche. Lo habían hecho...habían tenido sexo como tanto había querido el desde el primer día, y como tanto lo había deseado ella desde el primer momento. Los ojos debrillaban, empezaban a hacerse pesados...era cierto, que después de un maravilloso polvo...le provocaba dormir.- habías imaginado esto?le pregunto el, despojándolos del silencio.

- El que?

- Tener sexo con tu secuestrador...

-Nunca.- le dijo ella. Ahora cerrando los ojos. La había dejado desecha, y ni siquiera habían llegado al clímax.

Si también era verdad, después de un buen polvo solo te quedaba dormir...pero parecía que para el...eso no había significado un simple polvo.

7/10 aksksks