Secuestrada- Mateo Palacios

XII

"llevo aquí exactamente 3 días. Y sigo siendo mi la misma pregunta... Cuándo es que me dejara libre? No lo sé... no lo sabría, si no, no estaría escribiendo esto por si alguien me encuentro alguna vez... y tal vez Quiero saber sobre las últimas cosas que hice en mis últimos días de vida, por si me quita la vida... qué sé yo, ya no sé que esperar. No de el. Que harías tú, si estuvieras aquí?... en mi lugar... secuestrada. "

Dejó el lápiz y el papel bajo las sábanas, para luego regresar a la pequeña sala. Tan sólo quería expresarse un poco. No veía sentido a las cosas. Mateo Llevaba más de dos horas en la calle. Otra vez retiraría dinero ese día. A ese paso, ya habría terminado a retirar todo su dinero. Que más le daba, lo único que le importaba en ese entonces era irse. Dejarlo, no volverlo a ver nunca más si era posible, mudarse olvidarse de todo lo que estaba viviendo.

Pero entonces, una leve oleada de sentimientos se abrió en su estómago. De verdad quería olvidarse de todo esto? si quería porque lo dudaba? qué motivo tenía para empezar a dudarlo? 'no ____' se dijo.
Conocía perfectamente  cada síntoma que sentía cuando empezaba a...

Mateo abrió la puerta del departamento. La cerro de inmediato, se detuvo por un momento antes de voltearse. No quería hablar, no tenía ganas, y ______ supo que por qué cuando lo veas voltearse, con la mandíbula hinchada y ligeramente morada. Golpeado. Su corazón se contrajo inmediato al verlo así, sus ojos lo observaron asustados, le dolía... y no sabía... porque le dolía verlo así.

- Mateo...

-Déjame, estoy bien.

- Dios mío qué te han hecho.- corrio de inmediato hacia el. Antes cogió lo más cercano sus manos. Una servilleta tendido sobre la mesa, intentó pasarlo sobre el mentón de el. Mateo cerró los ojos negando con la cabeza.

- Que estoy bien...- susurro.

- No te hace falta hacerte el fuerte conmigo.- le dijo ella. Con una bonita sonrisa en los labios, que le tranquilizó en lo más profundo. Mateo también sonrío, sin saber porque, sólo lo hizo. fue hasta la canilla de la cocina, roció la servilleta de alcohol  y volvió hacia él. Está muy hinchado.

- He estado peor.

- Qué te han hecho?

- De veras te importa?

- No quieras pelear conmigo, si? trato de estar bien...

- Lo digo enserio, te importa?- sintió sus manos rozarle el mentón. Un roce y que había sentido en lo más profundo. Se mojó los labios, muy cerca de los de ella de nuevo...

jodido sentimiento... que bien se sentía poder olerlos a poca distancia.

- Si.- le contesto ella. De lo más profundo. Más allá del rencor que se tenían. Le importaba. Sí y mucho.

- Pues lo sabes, me han golpeado.

- Quién?

- Un hijo de puta...- _____ lo miro mal. La servilleta se puso helada. Término de pasarla por su mentón. Al menos eso le sugerían algo la deja a un lado concentrándose ahora en la mandíbula de Mateo.

- Pues ese hijo de puta te ha dejado mal.

- Ellos han quedado peor.

- Quién fue?- le dijo verdaderamente preocupada. Colocó sus brazos sobre su fin la cintura, viéndose realmente graciosa. El enorme poleron que Mateo le había comprado le quedaba hace un poco más arriba de las rodillas, por lo que no usaba pantalones.

- Un imbécil, si? Uno de los que se ha llevado a una de tus mejores amigas...

A _______ le entró un escalofrío. Recordar esa escena... le eriza la piel por completo.

- No creo que quieras Escuchar esto. - Mateo camino hasta la habitación. Separándose de ella.

-Dímelo.

- Eres tan terca- refunio él.

- No me afectaría.

- Quierés escuchar la verdad?- le preguntó. Frío de nuevo, _____ le sacaba de quicio. Ella asintió. - han matado a tres de tus amigas.- le dijo sin escrúpulos. Se abrió un silencio entre los dos. Los ojos de _______ se humedecieron por completo, sólo le faltaba cerrarlos para completar su llanto. El cuerpo se le devilito. Sosteniéndose tan solo por la mirada de Mateo. La mataría si sólo faltaba ella.- y sabes? - le preguntó.- sólo faltas tú y otra más...- las lágrimas de se hicieron interminables. Otra vez asustada, sus manos empezaron a sudar. Sus ojos hicieron pequeños.- La diferencia es que yo no pienso hacerte nada.

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