II

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Abrió la lata de RedBull y se la tomó completa. Para luego estrujar la bebida y tirarla al suelo. Su cuerpo estaba tenso, en especial sus bíceps, pero que bien se veía igual. Guapo. Guapísimo. Traía el jogger a la cadera, algo que lo hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento. Camino de un lado a otro, tomándose la última lata, hasta que por fin la puerta de ese descuidado departamento, que había rentado por unas horas, empezó a soñar.
Valentín, Manuel, Dani y lucho entraron al departamento. Cada uno con una chaqueta de cuero puesta.

-¿Donde están?- preguntó Valentín, Mateo señaló la primera puerta del pasillo de habitaciones. Sin siquiera hablar. Los cuatro muchachos caminaron hasta la habitación, en donde cinco chicas se encontraban inconscientes.- Valla, valla..- río Valentín al observar a las cinco muchachas sobre el suelo. Hermosas. Sensuales. Jodidamente provocativas. Una de ella sobre todo, le llamo la atención.- a cual me llevaré?- pregunto riendo de nuevo, y el sollozo de una de ellas se escuchó fuertemente.- Shhhh - dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.

- Tu escoge.- le indicó Mateo.

- La quiero a ella.- hablo Valentín señalandona una rubia que sobresalía entre las cinco. Todas empezaron a sollozar, completamente asustadas. Mateo la ayudó a pararse y se la entregó.

-Yo quiero a ella...- dijo Manuel, señalando a la morena de en medio. Mateo hizo lo mismo, quitándose de encima dos mujeres.

-Yo quiero a la última.- señaló Dani. Mateo la ayudó y se la entregó a Dani, quedándose solo con dos.

-Yo a ella.- sentenció Lucho, señalando a ___. Fijándose minuciosamente en el bonito escote que tenía en su blusa.

-No.- negó Mateo.- ella es mía.

-Y desde cuando tú eliges?

-He echo la mayor parte de este jodido trabajo.- hablo serio.- Lo justo sería que yo me la llevara.- le dijo Mateo de alguna manera su sentencia tenía fundamento, pues ___ manejaba más cuentas bancarias que las demás.

-Bien, bien..- contestó Lucho fastidiado.- me llevó a la otra.

Y al cabo de dos minutos, cuatro hombres tenían a cuatro mujeres junto a ellos. Cuatro secuestradas. Con la intención de hacer que cada una de ellas, roben a sus propias familias accediendo a las cuentas bancarias de estas. Cada hombre se iría con una de ellas a distintos lugares del mundo. Para no ser encontrados jamás. Y volver con las manos llenas de dinero y con las secuestradas muertas.

Mateo cerró la puerta, su destino era París. Partiría de Las Vegas esa misma noche, antes que se hiciera pública la desaparición de ____ y empezarán las investigaciones. Se volteó, ahora se escuchaba tan solo el apacible silencio entre los dos. Sentía los bonitos ojos de ____ sobre el, observándolo todo el tiempo.
"Que mas quieres mirar nena?" sonrió "Tal vez más abajo..."

-Qué miras?- le preguntó. No obtenía respuesta, pues ____ traía la boca tapada. Se acercó a pasos lentos hacia ella. Pudo darse cuenta de lo asustada que estaba cuando sintió que empezaba a temblar, cada vez que se le acercaba más y más.- por que el miedo?- le preguntó, y solo el pañuelo que ataba sus labios. _____ soltó un suspiro.

-Déjame salir de aquí imbe...!

-Hey, hey..- posó sus manos sobre los labios de ____. Ella, al no poder defenderse solo se quedó callada.- No se insulta al jefe guapa..

-No me llames guapa.- escupió enojada. Mateo sonrió "bonito carácter"

-Y como te llamo?- aprovecho que aún se encontraba atada de manos y pies.- Fea?

-Van a encontrarme.- le dijo ella. Y eso pareció molestar a Mateo más de la cuenta, cambiándole por completo el ánimo.

-Te piensas que es fácil bonita?

-No me llames boni..

- Te estoy hablando.- le dijo firme.
____ se quedó callada.- no lo es conmigo, si? Acostúmbrate. Ningún maldito policía va a encontrarte mientras estés conmigo. Estas con el mejor.- de pronto una leve oleada de deceso invadió a ____ al escuchar esas palabras.

Observo a Mateo, imnotizada por esos ojos negros que recién empezó a ver. Al igual que su cabello con uno que otro rulito, una combinación perfecta con su piel bronceada. Unos bíceps ligeramente cubiertos por una capa de sudor. Unos labios rosados, deliciosos con solo verlos.

- El mejor secuestrador de todos, me has oído?.- la miro a los ojos.- y te ira mejor si no intentas nada en mi contra nena, no querrás conocerme de verdad....- le advirtió.- alístate.- le dijo por última vez- nos vamos a Francia.

Secuestrada- Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora