Summer Love [N.H.]

capitulo 9: Cascada

Después quedar empapados de pintura, Niall sugirió ir a un pequeño rio que había no muy lejos de ahí para compensar nuestro cuerpo empapado de pintura, caminamos por un sendero rural para llegar al rio.

No sentamos debajo de un árbol para refrescarnos, además estábamos tiesos de la pintura.

—   ¿y qué tal con lo de Casandra?—pregunte, el pareció estar incomodo, pero él debía superarla.

—   pues me pidió que volviéramos—contesto

—   pero...

—   no se todavía me gusta y es muy difícil—suspiro, pobre tonto. El amor sí que era ciego

—    ok, pero sabes que tienes que reacciona

—   Sí, pero en fin ¿tú tienes novio?

—   No, no tengo—respondí

—    se me hace raro que no tengas, pues Zayn me conto de un tal jake—confeso

—   estúpido Zayn, claro que eso no es cierto, el es mi mejor amigo—reí

—   veo veo—burlo

—   ¿y qué haces acá para no aburrirte?—pregunte

—   pues salgo con mis amigos, fiestas, y entre otras cosas—conto

—   ¿y cómo es que no te recuerdo del todo?

—   seguramente, pues me vistes cuando apenas era un niño

—   si eso debe ser, ¿y cómo te conociste con Zayn?

—   pues  no recuerdo muy bien, creo que él iba en una bicicleta y se cayó y lo ayude—relato, y luego soltó un par de carcajadas contagiándome

—   Zayn tan traste como siempre

—   y... ¿por que casi no venias a qué?

—   pues la verdad me aburría la idea de visitar a los abuelos y estar con el intenso de Zayn

—   Zayn no es intenso

—   lo dices por qué no te lo has aguantado durante más de quince años

—   tienes razón, que tal si entramos a quitarnos la pintura

—   me parce bien—pronuncie poniéndome en pie

—   pero tengo una forma más divertida

—   ¿cual?

—   lanzándonos de aquella cascada

Señalo la cascada de unos cinco metros de alto que se encontraba frente a nosotros, no le tenía  las alturas, y era buena idea

—   está bien, acepto tu reto Niall Horan

—   ¿miedo?

—   para nada, esa palabra no está en mi diccionario—reí

Caminamos hasta la cascada, donde nos toco escalar un pequeño tramo, subimos, y al parecer ninguno de los dos tenía miedo, yo estaba emocionada, tenía cierta afición hacia estas cosas que implicaran emociones fuertes, me gustaba sentir la adrenalina.

Al llegar a la cima de la cascada nos tomamos de las manos, amagamos varias veces hasta que nos tiramos. El agua estaba helada y quitaba la pintura de nuestros cuerpos. Niall se veía feliz y eso me reconfortaba.