Capitulo 1: Último deseo

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⚫ Jonah

Ya han pasado tres días desde que ocurrió aquello, pero se me viene a la cabeza cada instante que no estoy ocupado, y me atormenta.

Annie está preocupada por mí, hemos logrado salir de esa ciudad infernal, incluso los soldados se han rendido y no quieren volver, y el teniente resulta ser un gran hombre, sin embargo, a mi ya no me interesa el amor, sólo amé a una persona en mi vida y lo amaré para siempre.

- Jonah, ¿me estás escuchando?

Miro a mi lado, a Annie, de pie con los brazos en jarras.

- ¿Qué? - pregunto.

- Que debes pasar página - dice - sabes que a Shawn le destrozaría el corazón verte así.

Miro al frente, por la ventana que da a la calle, viendo cómo cae la lluvia en el exterior.

- No puedo Annie, nunca me podré olvidar de él - respondo, agachando la cabeza hacia mis manos, llorando.

- No te estoy pidiendo que lo olvides - dice, sentándose a mi lado en el sofá, pasando un brazo tras mis hombros - sólo que recuerdes que él quería que fueras feliz, con o sin él.

El guardia de la pizzería pasa por delante de nosotros y se acerca.

- El chico, ahora me acuerdo - dice, sentándose.

- ¿De qué te acuerdas Robert? - pregunta Annie.

- El chico, Shawn, me dijo que le diera un mensaje a Jonah - dice.

Lo miro, sin saber si quiero oírlo o no.

- ¡Vamos, dilo! - pide Annie.

Me mira.

- Me dijo que te dijera que te quiere, que no querría verte triste y que te esforzaras por buscar el amor - responde.

La angustia se apodera de mí, como cuando intuí lo que pasó, y vuelvo a llorar, conociendo su último deseo.

Annie se lleva una mano al ojo derecho y se seca una lágrima para luego acercarme a ella, cualquiera diría que yo soy mayor que ella.

- Era una gran persona - dice.

La angustia de mi interior crece.

- Ya, para, lo haces peor - dice Annie cubriéndome la cabeza con sus brazos.

Ross y Rose entran por la puerta, se han vuelto muy amigos estos días, donde va uno, va el otro.

- ¿Qué ocurre? - pregunta Rose.

Noto cómo Annie mueve la cabeza y los dos se acercan a mí, sentándose a mi lado.

- Oye, Jonah - dice Rose - sé lo que estás pasando, créeme, lo sentí, lo sentí cuando se murió Jennifer, pero no dejes que te sobrepase, trata de superarlo.

La miro, muy seria. Es verdad que puede conocer el dolor que siento, cuando su novia, Jennifer murió estuvo igual que yo de destrozada, estuvo todo un mes en nuestra casa, para tenerla vigilada y que no hiciera ninguna tontería.

- Venga tío, eres fuerte, fue gracias a tí que me hice policía - dice Ross, poniéndome la mano sobre la espalda - tú me diste ánimos.

Dejo de llorar ante sus comentarios, en verdad los aprecio, y quiero cumplir el último deseo de Shawn, pero no sé si lograré volver a enamorarme de alguien nunca más.

Emily entra por la puerta, cerrándola tras ella y con las bolsas de la compra sobre sus brazos.

Las deja en la encimera de la cocina y se acerca.

Se agacha ante mí y me mira, secándome las lágrimas.

- Sé que es duro, pero todos estamos aquí para ayudarte - dice.

La miro y luego me separo de los brazos de Annie para mirarlos a todos.

De verdad que aprecio sus ánimos, pero lo único que quiero hacer ahora es cumplir el deseo de Shawn.

El teniente entra por la puerta y se acerca a nosotros.

- ¿Qué ocurre? - pregunta.

Lo miro, en verdad sería un buen pretendiente, pero no sé si a él le gustaría.

- Nada, sólo recuerdos - dice Annie, tratando de evitar el tema.

Él me mira, y la sombra de la pena azota su rostro, pero pronto desaparece para dar paso a una expresión de urgencia.

- Hay algo que debéis saber - dice.

Todos lo miramos, expectantes.

- Han visto a una figura blanca y negra en el cementerio - dice.

- ¿Y qué? - pregunta Rose - La gente se inventa muchas historias.

- Estaba llorando ante la tumba de Shawn - explica - y no era humana.

Me levanto lentamente.

- Puppet - digo.

- Eso creemos - responde.

- Tenemos que encontrarla - pido - ella trajo el cadáver de Shawn de los animatrónicos, se enfrentó a su hijo para recuperarlo y tengo que agradecérselo.

- Ya tengo a mis hombres buscándola - dice.

Me levanto y me pongo la chaqueta.

- ¿A dónde vas Jonah? - pregunta Annie.

- Voy a ver a Shawn - respondo, recogiendo el paraguas negro del paragüero.

- Voy contigo - dice el teniente, y se acerca a mí.

Salimos por la puerta y abro el paraguas. El teniente se coloca bajo el paraguas conmigo, muy cerca y noto sus latidos, un tanto rápidos.

Caminamos por la calle en dirección al cementerio bajo el paraguas y con la lluvia mojándonos un poco.

- ¿Y usted a qué ejército pertenecía? - pregunto.

- No me trates de usted por favor - dice - y formaba parte de la marina.

- Entonces has viajado fuera de Estados Unidos - deduzco.

- Si - responde él.

- Yo nunca he salido de este país ,y la verdad me gustaría ver mundo, explorar otros países - respondo.

- Algún día si quieres vamos de viaje - dice.

Me quedo sorprendido con la respuesta y lo miro.

- Si, a donde quieras, siempre que te apetezca - responde, mirando la carretera.

No sé cómo sentirme, la timidez se apodera de mí, no logro decirle nada, sin embargo, Shawn me dijo una vez que se alegraba de que perdiera la timidez, aunque fuera por un momento, y voy a intentar perderla, por ser como él quería que fuera.

- ¿Y si luego vamos a tomar algo? - digo, arrepintiéndome al instante, con miedo al rechazo.

- Claro - responde.

Lo miro, y él me sonríe. Yo hago la sombra de una sonrisa, no sonrío porque aún no me siento preparado para hacerlo, pero me alegro por la valentía que acabo de demostrar.

Ya hemos llegado a la puerta del cementerio y nos paramos delante de ella, yo como siempre, derramo una lágrima antes de abrir la verja, pero entramos poco después.

The soul experiment: New Life (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora