Capitulo 25: Canción

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⚫ Shawn

Llego a Arkham a los diez minutos de salir de esa laguna, dejándolos atrás de verdad, por una vez y corro hacia la pizzería de Baby.

La canción que ella me cantó el día que fui no me tenía sentido de pequeño, pero ahora la entiendo, lo que me cantaba disfrazado con su melódica voz era su historia, la historia que ella vivió antes de estar atrapada dentro de Baby.

Me siento culpable por no haberlo entendido antes, ella me lo había puesto en bandeja, y yo fui tan estúpido que no lo vi antes.

Llego al edificio y entro, de pie.

Todo sigue exactamente igual que cuando nos fuimos aquel día que ahora parece haber pasado hace años.

Entro en la zona del mostrador y bajo las escaleras, bajo la profunda oscuridad que asola este lugar.

Escucho el crujir metálico de las partes de un animatrónico y miro a todos lados, sin ver nada.

Deben ser imaginaciones mías, todos están desconectados, incluso Afton, bueno, Afton está sin vida de nuevo, lo mate con su propio cuchillo, mientras se retorcía de dolor.

- Shawn - escucho una voz fantasmal llamarme, pero el sonido rebota por todo el lugar, lo que impide que sepa de dónde viene.

- Veo que has sufrido bastante en mi ausencia - continúa la voz.

- ¿Quién eres? - pregunto, mirando hacia todos los lados.

Veo una figura moverse agarrándose a los huecos de las paredes, Ennard.

- Ennard, veo que ya te has aprendido mi nombre - digo.

Él se ríe.

- No, no soy Ennard, al menos no el de antes - responde.

- Afton - digo, empezando a sentir rabia.

- Tampoco, ¿cómo no puedes reconocer a tu abuelo?

Me quedo de piedra mirándolo, mi abuelo... Está en Ennard... Esto no puede ser real.

- Vi lo que quisiste hacer cuando viste mi cadáver, y la verdad es que me enterneció mucho - dice.

- Abuelo... Siento no poder haber venido antes y salvarte.

- Oh, no lo sientas, siempre supe que eras un inútil - responde.

Lo miro, confuso, mi abuelo nunca me habría llamado inútil.

- Pero abuelo, ¿recuerdas el día que vinimos aquí? ¿Recuerdas por qué lloré?

- Si, los niños se metieron contigo por lo de tus padres - responde, y sonríe - y acabaron pagando por ello.

- Abuelo, ¿los mataste? - pregunto.

- Si - responde, totalmente tranquilo.

Me quedo sin habla, lo ha reconocido sin problemas, sin remordimientos, sin miedo, sin culpa.

- Y también a Elizabeth, ésa niña me enfadaba mucho, perfecta, con una familia supuestamente perfecta, que al final resultó ser una farsa.

- Abuelo, ¿tú mataste a los niños de los animatrónicos? - pregunto, con mucha dificultad para formular la pregunta.

- Si - responde - todos se lo merecían.

- ¡Abuelo! ¡Eran niños indefensos!

- Si, ¿y qué? ¡En algun momento harían algo malo!

- Afton tenía razón - digo.

- ¿De qué hablas? - pregunta.

- ¡De que estás loco! ¡Que él no era el único psicópata! ¡Eres igual de monstruo que él!

Baja por completo y se acerca, agarrándome por el cuello con su maraña de cables.

- Nunca me compares con él - dice - yo soy más terrorífico.

Le golpeo la cara y me suelta.

- ¡Tú no eres mi abuelo! - grito.

- ¿Ah no? ¡Este soy yo de verdad! ¡Nunca mostraba mi realidad ante tí para que el niñito no sufriera! Ahora ya eres un adulto, y por lo que sé, no te conviene enfadar a un animatrónico.

- Abuelo, ¡me da igual que te enfades! ¡Adelante, lucha contra mí!

Él intenta golpearme la cara, pero me protejo con el brazo, y él rompe la chaqueta del traje, dejando ver mis partes metálicas.

- Ah, ya veo - dice.

- Si, yo también soy un animatrónico, ¿ahora qué? ¡No puedes matarme!

- Sí que puedo - dice, sacando un cofre azul de detrás de él.

- Eso es...

- Exacto, veo que no eras tan incompetente después de todo, es un ancla de almas, lo que los mantenía a todos aquí y no les dejaba avanzar, sin embargo, tú estás aquí, y eres una anomalía, por eso voy a expulsar de tu alma de tu cuerpo.

- No, abuelo, no lo harás - digo.

Él se ríe.

- ¿Y qué me lo impedirá? Si te mueves la abriré al instante, ¡no tienes opción!

Afton se hecha hacia el y lo tira al suelo, dejando el cofre en el suelo.

Me muevo rápidamente y lo recojo.

Es de metal, y tiene dos candados obstruyendo su apertura.

Los dos se detienen y me miran.

- Shawn, dame eso - ordena mi abuelo.

- No, Copper, dámelo a mí - pide Afton

Los miro a los dos, igual de malvados, y da igual a cuál de los dos se lo doy, esto volverá a pasar.

Sonrío y tiro el cofre con fuerza al suelo, levantando el pié.

- ¡No Shawn! ¡Nos iremos todos! - exclama mi abuelo.

- ¡No lo hagas! ¡Te lo ordeno Copper!

Aplasto el cofre con fuerza, haciéndolo pedazos y notando una enorme sensación de frío recorrer todo mi cuerpo, perdiendo fuerzas y perdiendo todo lo que me queda de este mundo, avanzando de nuevo a la luz que el dinosaurio me dijo una vez.

- Venga, ven - dice la voz de Puppet a través de la luz.

Camino hacia ella, sintiendo cada vez mi cuerpo más ligero y sintiendo una alegría y una paz enormes mientras camino hacia ella.

Me duermo de camino y noto cómo mi cuerpo pesa cada vez más, cayendo con fuerza al suelo, aunque no lo veo.

- No puedo sentir, dolor - escucho la voz de Baby, recordando la canción que ella una vez cantó.

- Yo sólo quería verla, no quería ser ella, y ahora estoy atrapada en este cuerpo de metal, sola y triste, sin poder volver nunca más.

La caída se detiene con un enorme golpe en la cabeza que me deja mareado y con sueño, síntomas de una inminente pérdida de consciencia, que llega a su debido tiempo.

Abro los ojos por última vez y veo el edificio hacerse pedazos por un enorme estallido en la parte superior, dejándome ver el cielo lleno de estrellas una última vez, mientras cada vez más y más escombros se caen sobre mí.

The soul experiment: New Life (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora