Doomed 3 - Vicios Mortales

Capítulo 10: "El Odio Es Gasolina"

Ya estaba completamente oscuro cuando cruzó la puerta de la granja y desde lejos había visto una luz encendida en el segundo piso. Se apresuró a subir y encontró a Andrea en la habitación preparándose para salir.

- ¿Qué haces? –

Ella ni siquiera lo miró.

- Voy a ir a la ciudad a matar a esos malditos de una vez –

Jeff se burló de ella.

- Entonces vas a ir a dar vueltas toda la noche –

- No – sacó de su bolsillo el papel en el que tenía anotada la dirección y se lo tendió –

- ¿Qué es esto? – preguntó mientras tomaba la nota.

- Bueno, luego de que hicieras esa escenita de diva en el techo, fui a la comisaría como lo había planeado y encontré la información, entre todo, estaba la dirección-

- Vaya, conseguiste la dirección de esos bastardos – rió y la estrechó entre sus brazos de manera exagerada – Eres una genio –

- Hey, tranquilo, ¿a qué viene todo este afecto? –

- Por fin podremos ir por ellos, ¿no lo ves? Maldición, tenías razón –

- Oh, repite eso –

- Vete al diablo –

Rieron.

- Tengo tantas ganas de follarte ahora mismo –

- Eso hace que me pregunte, si ya sé cómo lo haces enojado, ¿cómo lo harás estando feliz? –

- ¿Quieres averiguarlo? – pretendió besarla pero ella se alejó.

- No ahora – rio – Mejor hagamos un plan para ir a matarlos, he estado pensando que ellos tal vez ya sepan que nosotros iremos – Jeff fue a acostarse en la cama recargado en la pared y con las manos tras la cabeza.

- ¿Por qué piensas eso? –

- Pues tú habías dicho que todo esto del toque de queda tenga una razón oculta, he estado pensando y analizando la manera en la que han hablado por televisión y parece ser que tienes razón –

- Oh, repite eso –

Ella lo ignoró.

- Tal vez incluso los muy cobardes tengan a otros policías vigilando la casa donde están –

- No podemos saberlo, pero podemos ir a investigarlo, sabemos dónde están, ahora tenemos que saber a qué nos enfrentamos y como eliminarlos –

- ¿Y qué sugieres? – se sentó en la orilla de la cama a lado de él.

- Iremos mañana por la noche al departamento, pero ya sabes, tenemos que tener cuidado en caso de que sea una trampa –

- ¿Mañana? ¿Y por qué esperar a mañana? –

- Porque ahora mismo quiero hacerte mía – antes de darse cuenta ya lo tenía sobre ella y entre sus piernas – ¿No quieres saber cómo follo estando feliz? –

Más tarde a la luz de la luna que se colaba por la ventana y se proyectaba sobre las sábanas revueltas de la cama, Andrea vio a Jeff sacar una cajetilla de cigarros y encender uno que se llevó a los labios.

- ¿Qué tanto haz estado fumando, Jefferson? – luego de una calada le respondió.

- Últimamente, el vicio me ha estado consumiendo –

- Sabes que odio el humo del cigarro, ¿no? – dicho esto y claramente a propósito , Jeff sopló el humo en dirección a ella justo en su cara, Andrea que estaba acostada boca abajo sobre sus codos, tosió y trató de desvanecer la nube de humo gris con movimientos de la mano.