Doomed 3 - Vicios Mortales

Capítulo 18: "No Hagas Preguntas Y No Obtendrás Mentiras"

- Es como si una maldita bomba hubiera explotado aquí dentro - comentó Cameron conforme se adentraban en el pequeño club clandestino.

- Entonces nuestro par favorito se estuvo divirtiendo anoche - señaló Adam.

- Definitivamente, de hecho, creo que batieron su propio record, hubo casi cien víctimas y tan solo Jefferson tenía un límite de poco más de cincuenta, por lo menos la que se tienen registradas -

- Me impresiona de cierta manera, no hay marcas de balas en el lugar ni en las víctimas, lo que significa que se las arreglaron para matar a todos sin llamar la atención desde afuera - dijo Lanz.

- Hay algo que me llama mucho la atención - habló Cameron mientras que miraba detenidamente a su alrededor con la mano en la barbilla - ¿Saben qué es este lugar?

- Es un club - respondió Lanz vanamente.

- Sí, pero intenta mirar más allá -

- Tan sólo dinos, es obvio que no podemos ver las mismas cosas que tú - bufó Adam.

- Bien... Este lugar pertenece a Edgar Vallverde -

2 SEMANAS DESPUÉS

Ya era la segunda semana en la que Andrea se escapaba de la casa sin que Jeff se diera cuenta y después regresaba sólo para encerrarse en su cuarto.

Esta vez cuando regresó, estaba llena de sangre y tierra, afuera llovía a cantaros y los relámpagos caían muy cerca de la casa.

- ¿Y ahora qué hiciste? - ella no respondió pero cuando pretendió huir hacia su habitación, Jeff la tomó del brazo para detenerla - Andrea... - antes de que pudiera decir más ella soltó lo que traía en la mano, eran cuatro frascos de plástico color naranja con etiquetas blancas que al caer al suelo se abrieron y regaron un montón de pastillas blancas que ella enseguida se puso a recolectar como una desesperada - ¿Qué es todo esto? - se agachó a recoger una de las pequeñas pastillas y la analizó - ¿Esto es droga? -

- ¡Dámela! - se guardó el resto de las pastillas y trató de alcanzar la que Jeff tenía en la mano.

- Maldición, Andrea, ¿te estas metiendo estas porquerías? ¡Esto mata! -

- Si, como nosotros -

- Que seas una asesina no significa que debas matarte a ti misma también -

- Tú no sabes nada - saltó para tratar de alcanzar su mano pero él la puso aun más arriba - ¡Dámela! -

- Primero responde, ¿desde cuándo las tomas? -

- Desde hace una semana - admitió ciertamente avergonzada.

- ¿Cuántas tomas al día? -

- ¿Qué eres? ¿Un doctor? No voy a responder más tus preguntas estúpidas, Jeffrey - molesta sacó su cuchillo y lo amenazó con él.

- Carajo, Andrea, debes estar bromeando - pero ella no se movió, se mantuvo "firme" pero con las manos temblorosas.

Mirándola de cerca, Jeff se percató de cómo se veía, estaba muy pálida, con las ojeras muy marcadas y los ojos inyectados en sangre con las pupilas demasiado dilatadas, levantó la mano lentamente y le dio un leve golpe en la frente que la hizo perder el equilibrio

- ¿Acaso no te das cuenta? Esta mierda te está haciendo muy mal, si sigues así ya no podrás asesinar más, ¿eso es lo que quieres? -

- ¡No! Pero tú no sabes nada, esto no me perjudica, me está ayudando -

- No tienes idea de lo que estás diciendo, más bien, está destruyendo tu mente -

- Mi mente ya estaba destruida desde antes -