Podía verse a sí mismo en la cama durmiendo junto a Andrea, afuera el cielo estaba oscuro, pero no había estrellas ni una luna, lo que lo hacía cuestionarse qué era lo que iluminaba la habitación entonces.
Estaba confundido, estaba parado a los pies de la cama y no podía moverse. De pronto vio a Andrea moverse, se levantó de la cama mientras el Jeff de su sueño estaba dormido, estaba desnuda y la extraña luz azulada del ambiente hacía brillar su piel. La vio tomar el cuchillo con las letras grabadas de su nombre, solo que en su sueño estaban torcidas y eran inentendibles.
- ¿Qué estás haciendo, Andrea? – se sorprendió al escuchar su voz con un extraño eco.
Ella rodeó la cama hasta llegar a lado de él que seguía durmiendo y sin moverse en lo absoluto
- Hey, ¿qué estás haciendo? ¿Quieres matarme? –
Ella parecía no escucharlo, sólo miraba a Jeff dormido con la mirada perdida y los nudillos blancos de la fuerza con la que sujetaba el cuchillo. Subió y se colocó a horcajadas sobre él, entonces lo levantó con ambas manos.
- ¡No! –
Clavó el cuchillo en el centro de su pecho, de la herida emanó un extraño liquido negro espeso como la pintura, vio a Andrea meter la mano por la cortada y hurgar dentro de él hasta encontrar algo; su corazón.
Después volteó a mirarlo como si de pronto hubiese aparecido de la nada y susurró con voz escalofriante.
- Por fin es mío... -
Despertó sobresaltado y encontrarse con la silueta oscura de Andrea lo asustó de manera que trató de liberarse de las manos que lo sujetaban de los hombros.
- Jeff, tranquilo, soy yo – exclamó tratando de hacerlo reaccionar, pero aguantó otros cuantos segundos de empujones leves y jadeos hasta que reaccionó del todo y la miró fijamente como si esperara a que la niebla se disipara - ¿Estás bien? – le preguntó con voz baja.
- Si, si, ¿qué pasó? –
- Subí porque estabas gritando y moviéndote como loco – le puso una mano en la frente – Demonios... - se levantó de golpe y fue al baño de la habitación a llenar la bañera.
- ¿Qué haces? – preguntó él arrastrando la voz.
- Estás ardiendo en fiebre, debes haberte tapado mientras dormías – entre un montón de maldiciones en voz baja fue abajo y sacó varios medicamentos de los que sabía algunas cosas. Volvió a la habitación, dejó las cosas en la cama y las dejó en la cama antes de obligar a Jeff a entrar al baño y a la bañera.
- Hey, no, esta mierda está helada –
- Ese es el punto, Jefferson, entra ahí o tendremos que buscar un doctor –
Refunfuñando, él entró y se sentó tan erguido como nunca, Andrea volvió a buscar el termómetro y se lo puso en la boca, tenía casi cuarenta de temperatura y si no bajaba con sus intentos, realmente tendría que llevarlo al hospital si no quería verlo morir ahí. Le dio un par de pastilla y se sentó en el retrete a esperar que le hiciera efecto.
Mientras tanto, mordiéndose la lengua para no castañear los dientes, Jeff reproducía dentro de su mente la pesadilla que había tenido.
- Andrea – habló con el termómetro en la boca - ¿Tú quieres matarme? –
Ella se mantuvo seria, casi sin moverse, sin respirar, solo mirando al piso delante de ella.
- ¿Por qué lo preguntas? ¿Tiene algo con la razón por la que estabas gritando? –
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Doomed 3 - Vicios Mortales
Misterio / SuspensoTERCERA PARTE DE LA TRILOGÍA DOOMED, LIBROS 1 Y 2 EN MI PERFIL Lo creyó muerto. Toda su esperanza se esfumó cuando pensó que lo había perdido para siempre y aunque ahora él está de vuelta, sabe que esconde algo muy oscuro, algo que no imaginó que l...