Capítulo 19: "Un Lío Gigante De Odio Y Malestar"

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Casi una semana después, Andrea ya tenía su preciado cuchillo y mientras estaba sola como en aquél momento lo sacaba y se dedicaba a observarlo y a pasar sus dedos delicadamente, acariciaba su nombre grabado en el metal y miraba el reflejo de sus propios ojos grises y rebosantes de locura.

Escuchó pasos así que lo guardó debajo del colchón.

- Buenas noches, Andrea – la saludó la rubia, Anette con una sonrisa de dientes blancos y labios rojos – Hoy podrás irte a casa en unas horas, ¿te gustaría darte un baño? –

- Por supuesto – esbozó una sonrisa falsa que jamás creyó tener que volver a mostrar.

- Bueno, acompáñame, te llevaré hasta los vestidores – le quitó la aguja del brazo y todas las demás cosas a las que estaba conectada y la ayudó a bajar de la cama – Oh, quédate aquí un momento, iré a buscar algo de ropa para que te pongas –

Mientras la enfermera salió, Andrea sacó el cuchillo de su escondite y lo atoró con el resorte de su ropa interior debajo de la bata, un momento después la rubia regresó y le entregó unos jeans, una camiseta negra de tirantes y una chaqueta de color gris y unos converse negros, reconoció la ropa así que seguro Jeff los había llevado.

- Aquí tienes, linda –

Su amabilidad le daba asco.

- Claro, gracias – tomó la ropa y la siguió hasta los vestidores.

- Aquí puedes dejar tus cosas y desvestirte, te daré un poco de privacidad – antes de que cerrara la puerta, Andrea se fijó en ella.

- Te ves linda, ¿te arreglaste el cabello? –

Anette se sonrojó.

- Oh, de hecho sí, lo hice –

- Tu maquillaje queda estupendo con tu lápiz labial –

- Bueno, gracias, que amable eres por mencionarlo – Andrea ladeó la cabeza.

- ¿Saldrás con alguien? –

- De hecho sí, con tu hermano –

Andrea sintió de nuevo los tics faciales que le provocaba la rabia, pero no dejó de sonreír y eso le dio un toque bastante enfermo a su gesto, pero la chica no parecía notarlo.

- ¿Jefferson? –

- Si, él es un chico muy lindo, iremos a cenar a mi casa, espero que no te moleste –

- Para nada – estaba segura de que su sonrisa ya parecía más una mueca que otra cosa.

Andrea le dio la espalda indicando el final de la conversación y Anette cerró la puerta. Se quitó la bata y puso el cuchillo entre la ropa por si entraba alguien.

¿Por qué Jeff saldría con esa chica?

¿Ya estaba aburrida de Andrea?

¿Qué había de malo con ella?

Giró mirando alrededor hasta encontrarse con un espejo y lo que vio la dejó paralizada.

Parecía estar viendo un cadáver, pálida y flacucha por la falta de una buena comida en bastante tiempo, las venas se le marcaban en las partes donde la piel estaba más tensa como en los antebrazos, las sienes y el cuello; los huesos de su clavícula resaltaban al igual que sus costillas debajo de sus pechos que parecían haberse encogido. Tenía el cabello alborotado y sucio, los labios resecos y prominentes semicírculos bajo los ojos, no soportó seguir viéndose desnuda y se cubrió de nuevo con la bata.

Doomed 3 - Vicios MortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora