Capítulo 6: "No Es Porque No Estás Conmigo, Es Porque Nunca Te Vas"

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EN MULTIMEDIA LES DEJO UN ROLÓN PARA QUE LEAN LA PARTE PUERCA DEL CAPÍTULO)

- En otros tiempos, a los ladrones se les cortaban las manos – Jeff sonrió mostrando sus dientes, casi con emoción, pero también con cinismo – Yo sé que no eres un ladrón, amigo, pero te cortaré los malditos dedos –

Soltó una carcajada luego de hacer el primer corte en el cual no llegó muy lejos y se dijo a si mismo que tendría que volver a sacar filo al cuchillo, después y poniendo más fuerza así como usando su propio peso, rompió el cartílago, para al final simplemente tirar de la extremidad que solo pendía de unos trozos de carne sangrienta. Los gritos del chico estaban acallados por la cinta y por la música que desde ahí alcanzaba a escucharse.

Conforme cortaba y arrancaba más dedos, la mano iba quedando como un muñón de carne hinchada y sin forma. Para cuando Jeff pasó a la otra mano no podía aguantar la risa y el chico, las lágrimas.

Andrea miraba con deleite el gesto de terrible dolor en la cara de la chica, lamentó y agradeció a la vez que la música no permitiera que los gritos de dolor de sus víctimas no pudieran escucharse.

Al ver hacia un lado, vio el suelo manchado por la sangre que Jeff había derramado del chico, vio los dedos en medio de un charco de sangre y tomó uno y lo miró con una sonrisa mientras dentro de ella crecía la gran necesidad de ver la sangre de su propia víctima, quiso ver su sangre, sentirla y sonrió ante la primera idea que se le vino a la mente.

Fue hacia el lugar donde había dejado su cuchillo y cambió de arma, la dio vueltas en sus dedos embelesada por la manera en la que reflejaba la luz.

Colocó la punta filosa debajo del mentón de la chica e hizo que la mirara directo hacia esos ojos claros que parecían la entrada del infierno, teniendo la vista de la muchacha sobre ella, sólo le sonrió de una manera que parecía más una condena de muerte.

Con un movimiento repentino, separó las piernas de la chica y enterró el cuchillo en la cara interior del muslo, abriendo la suave piel, la pelinegra se retorció de dolor y por más que movía las piernas tratando de cerrarlas, más daño se hacía. El corte llevó hasta el costado de la rodilla y la sangre salió casi disparada hacia afuera, pero Andrea no tenía suficiente y repitió la acción en la otra pierna, enterrando el cuchillo cada vez más profundo, al final pasó la lengua por el metal, la sangre seguía tibia.

El aterrador sonido de los llantos de las víctimas mezclado con las risas de los asesinos, mientras que dentro de la casa había personas que se estaban divirtiendo y bebiendo, era un escenario perturbados.

- Hey, Andy – la llamó Jeff, ella lo miró – Lamento decirte que ya tenemos que irnos –

- Ohhhh, ¿por qué? –

- Será mejor que no nos arriesguemos demasiado, así que deja de lloriquear y terminemos con esto de una vez –

- Bien – dijo con cierta molestia antes de ponerse en marcha.

- Muy bien – Jeff sonrió con ojos enloquecidos muy abiertos – Démosle un buen show a la policía –

Clavó su cuchillo lo más profundo que pudo en la base del cuello del chico y después usó ambas manos para llevarlo hacia arriba con el filo en la misma dirección, de esta manera, terminó sacando la punta del cuchillo por la boca del rubio, quien se quedó con la mirada totalmente perdida en el techo y luego de un gorgoteo de sangre, finalmente murió.

Jeff soltó una risa de victoria y esbozó una enorme y una lunática sonrisa de orgullo por sí mismo.

Andrea volvió luego de cambiar por segunda vez su arma y sostuvo el martillo con ambas manos antes de atestar el primer golpe, después perdió la cuenta de las veces que el martillo chocó contra la cabeza de la chica, haciendo añicos su cráneo y convirtiendo su cerebro en una papilla que terminó embarrada en las paredes.

Doomed 3 - Vicios MortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora